Redacción El País
Brayan Cortés no debe querer saber nada con Racing de Argentina. En menos de cuatro meses, el arquero chileno quedó eliminado dos veces de la Copa Libertadores frente al mismo rival. Primero le ocurrió con Colo Colo, en la fase de grupos, cuando la Academia lo goleó 4-0 y lo dejó sin chances de avanzar. Y ahora volvió a sufrirlo con Peñarol, en una serie que terminó con otro golpe para él y su equipo.
El 1-0 conseguido en el Campeón del Siglo en la ida le daba aire a los aurinegros, pero anoche todo se derrumbó en Avellaneda. Racing ganó 3-1 y selló su clasificación a cuartos. El último gol, el que sentenció la historia, volvió a poner a Cortés en el centro de las críticas: el centro perfecto de Gastón Martirena desde la derecha encontró al lateral Franco Pardo, que llegó al club hace apenas un mes, y de cabeza marcó el gol de la clasificación agónica a los 94 minutos. Muchos hinchas apuntaron al arquero por no haber salido a cortar el envío, mientras que otros cargaron contra el entrenador Diego Aguirre por los tres cambios realizados justo antes de la pelota quieta.
Para Cortés fue apenas su tercer partido con la camiseta de Peñarol. Debutó en el clásico ante Nacional, con triunfo 3-0 en el Campeón del Siglo, luego llegó la derrota 2-1 con Boston River en Florida y ahora la caída más dolorosa: afuera de la Copa frente a Racing. Como si fuera poco, Adrián “Maravilla” Martínez también parece haberse convertido en su pesadilla personal: le hizo un doblete cuando defendía a Colo Colo y anoche volvió a repetir con la camiseta de la Academia.
El arquero chileno llegó a Peñarol con la expectativa de darle jerarquía internacional al arco, pero en apenas tres partidos ya recibió el primer sacudón. El karma con Racing, por ahora, sigue vigente.
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