Nicola Pomoli: “Yo estoy chocho por jugar en Peñarol, es un paso adelante en mi carrera”

"La decisión de volver a Uruguay fue meditada y absolutamente personal. Más allá de lo que tira estar cerca de mi familia y amigos, puse todo en la balanza y la propuesta de Peñarol me convenció tanto a nivel deportivo como económico. No lo veo como un paso atrás en mi carrera sino como un paso adelante, quiero competir por cosas importantes en Uruguay y quizás en torneos internacionales”, dijo Nicola Pomoli del otro lado del teléfono, con un tono calmo a pesar del estrés que lo invadió en las últimas semanas y los desafíos que tiene a la vuelta de la esquina.

“Hay que estar en los zapatos de uno para juzgar la decisión de volver a casa, es parte del deporte”, sostuvo el basquetbolista uruguayo de 26 años y admitió que está “chocho de la vida” porque además es hincha de Peñarol, que visita el Campeón del Siglo cada vez que tiene oportunidad y que por lo tanto los colores también fueron “una motivación más para aceptar este lindo desafío”.

Formado en Malvín desde los nueve años, viene de jugar tres temporadas en la Liga Nacional de Básquet de Argentina, el primer año para Platense y los dos siguientes con Instituto de Córdoba. “Fue un proceso de adaptación difícil porque yo venía de la comodidad de mi club de toda la vida, de mi barrio, a una liga completamente distinta, mucho más larga que la uruguaya y con el calendario más cargado por un tema de viajes. En cambio acá se juega en Montevideo y nada más”, explicó.

Pero que con el tiempo se pudo adaptar a la competencia y fue “ganando de a poco los minutos y el protagonismo en cada equipo”. Jugando para "La Gloria" de Córdoba se transformó rápidamente en figura del equipo: fue campeón de la Liga Sudamericana 2023 y dos veces finalista de la Liga Nacional, cayendo en las finales en ambas oportunidades frente a Boca Juniors, el vigente bicampeón argentino.

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“La verdad que queda un sabor amargo, a nadie le gusta perder. Pero la sensación de mayor impotencia fue porque yo me desgarré en la segunda final y tuve que lidiar con la lesión durante las otras cinco finales. Jugué infiltrado y sin entrenar”. Es decir que entre partido y partido no podía practicar con sus compañeros, sino que descansaba y pasaba entre estudios médicos y fisioterapia.

La lesión es un desgarro abdominal en la zona del oblicuo, que incluso puede complicarle su participación en la AmeriCup 2025 con Uruguay, torneo para el que fue preseleccionado por el entrenador Gerardo Jauri. El torneo continental se juega entre viernes 22 al domingo 31 de agosto.

“Ahora me hice una ecografía y el lunes arranco a entrenar con la selección, pero no sé qué pasará”, dijo y reconoció: “Obviamente estoy muy ilusionado de jugar la AmeriCup, para mí la selección es lo mejor que te puede pasar como deportista. Además de que yo estuve presente en todas las ventanas de clasificación durante dos años y quiero pelear mi puesto para competir al más alto nivel”.

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La propuesta para jugar en Peñarol le llegó mientras jugaba cuartos de final con Instituto y el acuerdo no demoró, aunque se hizo oficial recién una vez que terminó de competir en la vecina orilla. Se sumó el lunes al plantel que ya dirige Leandro García Morales —quien habló telefónicamente con el basquetbolista y formó parte de la negociación para convencerlo de llegar— y por ahora conforma junto a los Sub 23 Santiago Calimares y Nicolás Lema, Emiliano Serres y Martín Rojas que ya pertenecían al club, Santiago Vescovi que llega del Baxi Manresa de la Liga ACB de España y el “Mono” Federico Bavosi que llega desde Biguá.

Además de los extranjeros Skyler Hogan (ex Hebraica Macabi) y el colombiano Andrés Ibargüen, que viene de ser campeón argentino con Boca, ganándole las finales precisamente a Pomoli. “El plantel ilusiona y hay que apuntar a lo máximo porque la camiseta obliga”, asegura.