comercio mundial
Los sectores que mostraron un mejor comportamiento fueron Hoteles (+12,5%) e Inmobiliarias (+6,7%), mientras que los que cayeron en sus ventas fueron Minimercados (-5,4%) y restaurants y confiterías (-3,9%).
Un vínculo más profundo podría aportar beneficios adicionales y muy concretos: apoyar reformas sostenidas, anclándolas en estándares internacionales y facilitando consensos nacionales.
¿Qué dicen economistas sobre el impacto de Donald Trump en América Latina y Uruguay, el dólar y más?
Analistas destacaron la falta de confianza en el dólar y el traslado de inversiones al mercado del oro y se refirieron al "escepticismo" por parte de la administración estadounidense para alcanzar acuerdos multilaterales.
Los “miniacuerdos” tienen en común el objetivo de facilitar el comercio con medidas horizontales o específicas para determinados sectores. A diferencia de los grandes acuerdos integrales, donde el capítulo de acceso a mercados ocupa una parte relevante de las negociaciones, el foco está en crear regulaciones que faciliten el comercio.
Uruguay supo construir en su último medio siglo de historia, política económica de calidad que se ha convertido en una política de Estado, cuyas bondades confirmó en situaciones de crisis extrema.
El escenario global no luce muy prometedor, dado que las cantidades demandadas antes variaciones en la renta se mantendrán casi sin cambios
OPINIÓN Lía Baker Valls (*) El año 2021 comenzó con expectativas favorables para el comercio mundial. La elección de Biden señaló un posible escenario de reducción de las tensiones entre Estados Unidos y China. En lugar de medidas comerciales de represalia, que llevaron a un aumento del proteccionismo en el comercio mundial, se esperaba que la construcción de un diálogo entre Washington y Beijing buscara aliviar las incertidumbres asociadas a las disputas entre las dos mayores economías del mundo. Eso no es lo que pasó. Trump's America first ha sido reemplazado por Biden's Made in all of America. El mensaje de Biden, con apoyo bipartidista, fue claro para el mundo: el liderazgo tecnológico como determinante en la escala de la hegemonía económica era el principal tema entre las dos potencias.