Las protestas de los agricultores franceses de principios de febrero, que se extendieron a otros países de la Unión Europea como España, estuvieron motivadas por medidas asociadas al Pacto Verde que pretende alcanzar la neutralidad climática en 2050 para la región. Estas medidas afectan el uso de pesticidas, gasóleo, entre otros.
Además, la firma de acuerdos con países proveedores de productos agrícolas globales, como el Mercosur, fue identificada como una fuente potencial de daño a los ingresos de los agricultores.
Las perspectivas de firma del acuerdo ya no se consideraban favorables cuando, incluso después de que el gobierno Lula retomara sus compromisos con la agenda medioambiental, los europeos presentaron nuevas demandas en este ámbito. ¿Es este el fin de un posible acuerdo que podría tener efectos positivos en el comercio brasileño?
Cernat(2023) y Claussen(2022) analizan la política comercial de la Unión Europea y los Estados Unidos, respectivamente, y concluyen que los “miniacuerdos comerciales” suelen tener efectos más importantes en el comercio que los acuerdos grandes e integrales tratados de libre comercio. Además, estos acuerdos están creciendo, alcanzando cifras que rondan los 1.500 en las regiones que analizan. Las razones de esta tendencia serían variadas.
Los acuerdos integrales requieren años de negociación y necesitan equilibrar los intereses de diferentes sectores, algunos apuntando a maximizar las ganancias del acceso al mercado y otros a minimizar las pérdidas por la entrada de nuevos competidores.
Los acuerdos son celebrados por diversos órganos ministeriales y son susceptibles a las preferencias políticas del gobierno de turno. En Estados Unidos, donde la política comercial es prerrogativa del Congreso, los acuerdos más importantes ahora se evalúan en función de las directrices del partido.
¿Qué son los “mini acuerdos comerciales” o los “mini acuerdos comerciales”? Abarcan una variedad de temas, pero tienen en común el objetivo de facilitar el comercio con medidas horizontales o específicas para determinados sectores.
A diferencia de los grandes acuerdos donde el capítulo de acceso a mercados con listas de alivio arancelario ocupa una parte relevante de las negociaciones, especialmente en países como Mercosur, con aranceles elevados, el foco está en crear regulaciones que faciliten el comercio. Sin embargo, como se destacará, los “miniacuerdos” no se refieren sólo a regulaciones.
Algunos ejemplos ayudan a aclarar el tema. Uno de ellos son los Acuerdos de Reconocimiento Mutuo de Operadores Económicos (OEA) Actualizados que se llevan a cabo entre las aduanas de los países.
Esto permite un tratamiento prioritario de la carga, reduce los costos de almacenamiento, el compromiso recíproco de ofrecer beneficios comparables; previsibilidad de las transacciones; y mejora la competitividad de las empresas de la OEA en el comercio internacional.(1)
Brasil tiene este tipo de acuerdos con Argentina, Bolivia, China (2019), Colombia, Perú, México, Costa Rica, Guatemala, Paraguay, Uruguay, República Dominicana y Estados Unidos. Información obtenida del sitio web de Rentas Federales.
Los acuerdos de reconocimiento mutuo (ARM) también cubren
áreas de barreras sanitarias y fitosanitarias. Según la información disponible en el sitio web del Ministerio de Agricultura y Ganadería “en 2024, Brasil abrió 15 nuevos mercados; en 2023, hubo 78 vacantes en 39 países.
Entre los aspectos más destacados está la comercialización de carne vacuna y porcina brasileña hacia México y República Dominicana, respectivamente.
También se abrió la posibilidad de vender algodón brasileño en Egipto y frutos de papaya en Chile”. No se sabe si estas aperturas fueron a través de ARM, pero lo que importa es si estas aperturas asegurarán a los exportadores brasileños una reducción de los trámites burocráticos en las exportaciones, donde se supone que el país importador reconoce el cumplimiento de las normas fitosanitarias del socio comercial a través de acuerdos.
Otra área se refiere a las barreras técnicas. En este caso, los ARM parten del análisis de si el país cumple con los requisitos técnicos en materia de adaptación de productos y emisión de certificados.
Una vez superada la prueba, se garantiza la exportación del producto, evitando en cada caso los certificados de evaluación de la conformidad. En el sitio web del Inmetro no fue posible identificar los ARM que Brasil ya firmó. Los “miniacuerdos comerciales” además de ARM. Calificado como “mini acuerdo comercial” por la Unión Europea, destaca el acuerdo firmado en 2023 por el presidente Alberto Fernández: un Memorando de Entendimiento sobre materias primas y sostenibilidad de las cadenas de valor.
El objetivo es garantizar el suministro seguro de materias primas relacionadas con la transición energética y digital. Al mismo tiempo, el acuerdo dice que la Unión Europea apoyará la creación de actividades que ayuden a aumentar el valor añadido de Argentina. En este caso, la agenda incluye la cooperación en la investigación de materias primas con métodos de exploración que minimicen el impacto ambiental. Además de las propuestas antes mencionadas, como la capacitación y calificación de la mano de obra.
Además de Argentina, la Comisión Europea ha establecido alianzas estratégicas en el área de materias primas asociadas a los temas de energía y transición digital con Canadá, Ucrania, Kazajstán y Namibia.
Brasil tiene una amplia agenda de política exterior en 2024 y 2025. El país será sede del G20 en 2024 y será sede de la COP 30 (refiriéndose a las negociaciones sobre cambio climático) en 2025. Además, el gobierno estuvo presente en reuniones en América Latina y el Caribe, como la Comunidad de Estados Latinos y Caribeños (Celac). ) y el Mercado Común y la Comunidad del Caribe (Caricom).
El Presidente Lula participó de la 37ª Reunión Cumbre de la Unión Africana y del Consejo de Representantes de la Liga de los Estados Árabes, realizada en El Cairo, Egipto. Todos los eventos mencionados ocurrieron en los primeros dos meses de 2024.
La citada agenda aborda la política exterior y es consistente con la defensa de la multipolaridad y la búsqueda de un mayor protagonismo de Brasil en el escenario internacional, de un liderazgo en el Sur Global. Sin embargo, cuando se trata de temas exclusivamente comerciales, es necesario considerar los temas específicos de la agenda externa y comercial del país y definir estrategias bilaterales/regionales.
El Acuerdo de Reconocimiento Mutuo es un instrumento crucial para evitar sorpresas con barreras no arancelarias en áreas agrícolas e industriales. En este sentido, sería deseable tener información sobre los acuerdos firmados por Brasil en el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores y de fácil acceso.
Otro problema es la perspectiva de “miniacuerdos comerciales” como el que firmó Argentina. En este caso, es necesario identificar las áreas de productos y servicios en los que el país tiene ventajas y puede llegar a acuerdos donde se identifiquen ganancias recíprocas.
El mensaje básico de estos comentarios es que la era de los grandes acuerdos comerciales probablemente esté llegando a su fin. Identificar prioridades en la agenda de temas que obstaculizan el acceso a los mercados, temas de convergencia de prácticas regulatorias y acuerdos en áreas de interés común se convierten en la nueva agenda de política comercial.
- Investigadora de FGV IBRE y profesora adjunta de economía (Uerj); artículo publicado en Cojuntura Económica.