Fundación Getulio Vargas

Las conclusiones del FMI refuerzan la idea de que las reglas fiscales son más eficaces cuando se apoyan en marcos de mediano plazo, mecanismos correctivos e instituciones independientes.
Uno de los grandes desafíos de la gobernanza global es construir normas que requieran reconocer la diversidad y las asimetrías. El consenso no significa aceptar un estándar único.
El futuro de Brasil depende de la capacidad de sus instituciones y de la sociedad para afrontar los desafíos, lo que falta es el interés y la voluntad política y social para llevarla a cabo de forma consistente y duradera.
La agenda de prioridades de la 17ª Cumbre es amplia: salud mundial; comercio, inversión y finanzas; clima; inteligencia artificial; Arquitectura multilateral para la paz y la seguridad.
Las medidas dispuestas para control del gasto no parecen ser las necesarias, y el dólar se disparó. Otro gran problema de la falta de control fiscal es la inflación, que podría salirse de cauce y cerrar el año por encima del rango meta.
Históricamente, la sociedad brasileña se ha abstenido de exigir a sus gobernantes la lucha contra las limitaciones estructurales al desarrollo económico y social.
Al igual que otras políticas públicas, la política monetaria también debe estar sujeta a una evaluación constante, incluso debido a sus interacciones con la sostenibilidad fiscal.
Este año trae desafíos adicionales, no solo en la estructuración del RFS, sino también en la adaptación del presupuesto de este año a las normas fiscales existentes
Son numerosas las críticas al ajuste fiscal de Paulo Guedes al Proyecto de Ley de Presupuesto Anual. Vale la pena revisarlas.
OPINIÓN Armando Castelar (*) A juzgar por lo que dicen los dos candidatos en la carrera electoral en Brasil, el tope de gasto que introdujo la Enmienda Constitucional 2016 tiene los días contados. Para Lula Da Silva, el “techo de gasto se creó para evitar aumentar la salud, la educación, el transporte público y los ingresos de las personas que trabajan en este país”. Y, de resultar electo, “tendrá (ya no) techo de gasto por ley en nuestro país”. Jair Bolsonaro es menos rotundo, pero también ha dejado claro que, por lo menos, impulsará cambios significativos en el funcionamiento del techo: “El año pasado tuvimos un exceso de ingresos (...) De eso no se puede gastar un centavo en infraestructura dada la reforma constitucional del techo del gasto. Por eso mucha gente argumenta que hay que cambiar algo. Lo dejaremos para el futuro, para después de las elecciones discutir este tema”.
OPINIÓN samuel pessoa (*) A principios de septiembre, el IBGE dio a conocer el desempeño de la economía brasileña en el segundo trimestre de 2022. El equipo de economía aplicada de FGV/IBRE esperaba un crecimiento del 1% frente al primer trimestre de 2022 y del 2,9% frente al segundo trimestre de 2021 Los resultados publicados fueron ligeramente mejores, respectivamente 1,2% y 3,2%. Hay indicios de que el proceso de recuperación económica prácticamente ha concluido tras la caída del 9% en el segundo trimestre de 2020. En el segundo trimestre de 2022, la economía estaba un 3% por encima del nivel previo a la epidemia, es decir, en el cuarto trimestre de 2019. Pero la señal más clara de que la recuperación se ha completado son los datos de “otros servicios”, el segmento más afectado por la crisis y una recuperación más lenta. Otros servicios representan aproximadamente el 15% de la economía pero el 34% del empleo. En el segundo trimestre de este año, el segmento mostró una fuerte recuperación, 4,4% por encima del cuarto trimestre de 2019, 3,3% por encima del primer trimestre de 2022 y 13,6% por encima del segundo trimestre de 2021.
OPINIÓN samuel pessoa (*) El gráfico que acompaña esta columna muestra la evolución del producto per cápita de la economía brasileña desde 1900, en reales de 2010. Los datos del producto y de la población fueron obtenidos de la base de datos Ipeadata. El gráfico se construyó en una escala logarítmica en base 2. La escala logarítmica transforma series que crecen a una tasa constante en una línea recta. Una rápida inspección del gráfico muestra que hay dos rupturas estructurales.