La tercera edición del “Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA)”, correspondiente a 2025”, elaborado y presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile (Cenia) señala que la región "está acelerando la adopción de Inteligencia Artificial (IA)”, pero aún no lo suficiente, y que las realidades entre los países es muy heterogénea. El objetivo del indicador es que América Latina cuente con un marco de referencia común sobre Inteligencia Artificial, para medir y comparar el desempeño por país en esta materia, hacer visibles prácticas que permitan desarrollar intercambios y colaboraciones mutuas, así como facilitar el monitoreo de indicadores.
Este índice, que mide el nivel de preparación, adopción y gobernanza de la IA en 19 países de la región, destaca que las brechas estructurales se dan principalmente a nivel de talento, inversión y gestión en esta materia.
"El ILIA 2025 confirma que la IA puede convertirse en un motor para superar las trampas del desarrollo (...) Pero, para que ello ocurra, es indispensable articular las políticas de digitalización con las políticas de desarrollo productivo, incluyendo la digitalización productiva de sectores prioritarios", afirmó el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.
Según estimaciones de la Cepal, América Latina y el Caribe concentra el 14% de las visitas globales a soluciones de IA, frente al 11% de su participación en usuarios de Internet. No obstante, esta tendencia se da en un contexto de marcados contrastes a nivel regional.
Álvaro Soto, director del índice en Cenia, explicó que los países de la región fueron ubicados en tres categorías, según su grado de madurez en IA: pioneros, adoptantes y exploradores.
"Mientras que en las primeras ediciones del ILIA nos enfocamos en cómo estábamos preparados para enfrentar la disrupción de la IA, poniendo especial atención en los factores habilitantes, en esta nueva versión hacemos una transición hacia métricas que muestran cómo se está jugando hoy el partido de la IA en la región y cuáles son sus impactos", comentó Soto.
En tal sentido, Chile, Brasil y Uruguay, en ese orden, quedaron consolidados como pioneros en adopción de IA este año, con más de 60 puntos en el índice. Así, se repite el podio que se dio en 2024.
Les siguieron ocho países adoptantes de IA —Colombia, Costa Rica, Argentina, Perú, México, República Dominicana, Ecuador y Panamá, en ese orden—, que se ubicaron en un nivel intermedio, y acortaron brechas con los considerados pioneros debido a mejoras en conectividad, talento y estrategias nacionales.
Más abajo, se ubicó más de un tercio de los países estudiados, que se mantuvieron en la categoría de exploradores; esto es, con ecosistemas aún incipientes y capacidades limitadas. Al final de la tabla se ubicaron Honduras, Bolivia y, por último, Venezuela.
Uruguay, entre los pioneros pero con debilidades
Chile (70,56), Brasil (67,39) y Uruguay (62,32) han alcanzado una posición de liderazgo, destacando fundamentalmente por sus esfuerzos en áreas clave como infraestructura, capacidad de cómputo e innovación, entre otros indicadores. Si bien lideran el ranking en la región, tienen grandes espacios de mejora.
Solo tres países de la región muestran una infraestructura robusta: Brasil (71,43), Uruguay (70,46) y Chile (63,81). En contraste, 11 de los 19 países del índice aún no superan la barrera de los 50 puntos.
En conectividad, Chile lidera (82,1), seguido por Brasil (82) y Uruguay (81,2). Estos tres países también destacan en velocidad promedio de descarga móvil, entre otros indicadores de alcance de banda ancha móvil y cobertura, lo que favorece también la adopción de IA.
En esa línea, los países con ecosistemas más avanzados de datos (más de 60 puntos) son Chile (65,8), Brasil (65), México (63) y Uruguay (61,9).
La ponderación de Uruguay desciende de alta a media en cuanto a preparación en talento humano (quedó en el rango de entre 35 y 60 puntos). Esto significa que en este indicador, las capacidades de Uruguay son sólidas, pero con bastante margen de mejorar. Los resultaron dieron: Uruguay (58,86), Costa Rica (53,62), Colombia (46,29), Argentina (40,59), Perú (39,22), México (37,67), Jamaica (35,71) y Ecuador (35,5).
El informe agrega que Uruguay, que en la versión pasada del índice se posicionó como el tercer país con mayor penetración de habilidades en IA, esta vez quedó en quinta posición.
En investigación en IA, el líder regional es Chile, mientras que Brasil, Uruguay y Colombia caen en niveles medios.
En el indicador de “talento e infraestructura para la soberanía digital”, Brasil concentra más del 90% de la capacidad de cómputo de alto rendimiento de la región. Por su lado, Uruguay, Costa Rica y Colombia muestran mejores indicadores per cápita en Unidades de Procesamiento Gráfico (GPU, por sus siglas en inglés), mientras más de la mitad de los países de la región carecen de infraestructura crítica, lo que refuerza asimetrías.
En otro aspecto que destaca Uruguay es en el uso de interfaces simples que permiten a no expertos usar modelos avanzados en IA generativa. Chile, Costa Rica, Perú, Panamá y República Dominicana también destacan a ese nivel.
Brechas estructurales en la región
El estudio advierte que América Latina y el Caribe representa el 6,6% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, pero recibe apenas el 1,12% de la inversión global en IA, lo que restringe las posibilidades de escalar iniciativas productivas, tecnológicas e innovadoras en la región.
Según afirmó Soto en la presentación del índice, “aunque un número creciente de países ha desarrollado estrategias nacionales de Inteligencia Artificial, la mayoría carece de financiamiento, mecanismos de implementación y sistemas de evaluación de impacto, lo que reduce la efectividad de las políticas”.
Además, el estudio muestra que la formación avanzada en IA sigue siendo insuficiente en la región y concentrada en un número reducido de países.
También se observa un ensanchamiento de la brecha en talento en materia de IA respecto del promedio mundial desde el año 2022, lo que se asocia con una fuga acelerada de especialistas.
En conclusión, conviven dos realidades: países con estrategias consolidadas —Brasil, Chile, Uruguay— y otros sin hoja de ruta definida. Cabe agregar que aun los más avanzados en la región, distan mucho de las realidades de los países más desarrollados del mundo en esta materia.
La falta de enfoques ambientales y de equidad de género en la mayoría de las políticas profundiza esta problemática.
(Con información de EFE)