Redacción El País
El Programa Uruguay Innova, en la órbita de Presidencia de la República, busca “darle un contexto, una política transversal a todo el gobierno” en innovación, ciencia y tecnología “como fundamento del desarrollo económico, para mejorar la productividad, la competitividad, la equidad y la generación de empleos de calidad, según señaló su responsable, Bruno Gili. El problema es que en la actualidad “estamos desperdiciando fondos”, por la falta de una coordinación real en ese ámbito, apuntó. El funcionario trabajó en estos temas en el ámbito privado cuando era socio de la consultora CPA Ferrere, de la que se retiró en 2023 al cumplir los 60 años de edad.
Para Gili, “lo que es real, es que cuando uno mira el impacto hoy de nuestras políticas (en materia de innovación, ciencia y tecnología), seguimos exportando básicamente commodities, solo el 14% es exportación de servicios globales vinculados a empresas de conocimiento y software; tenemos pocos productos dedicados a la exportación, que estén asociados a estos conocimientos”.
“Nuestras universidades todavía no producen el nivel de patentes y licencias con regalías que el mundo les pague”, añadió.
El Programa Uruguay Innova
“Obviamente, cuando uno piensa en diseñar instituciones para un ecosistema, las soluciones son complejas, no son sencillas. Nuestra economía y nuestra sociedad se han diversificado y no funcionan linealmente, no es una ciudad fordiana, no es una sociedad donde las empresas son verticales, los estados son verticales y las políticas son verticales”, apuntó Gili. La "ciudad fordiana" refiere a "Fordlandia" una pequeña ciudad-industria ideada por Henry Ford e instalada en 1928 en el Amazonas para cultivar y producir caucho para sus fábricas. Allí se ofrecía a los trabajadores un salario por encima de la media, vivienda, educación y salud, pero debían aceptar los valores estadounidenses como trabajar de 9 a 17 horas, dieta estricta y prohibición de bebdias alcohólicas. Esto fracasó tras plagas, enfermedades varias y la no acpetación de los trabajadores locales de las condiciones impuestas por Ford.
“Eso es un problema porque nuestro diseño institucional, en general, está compartimentado, porque respondía a nuestra dinámica económica, social, previa a la revolución tecnológica que estamos viviendo. Este es un problema muy difícil”, afirmó el funcionario, al comparecer ante la comisión de Hacienda integrada con Presupuesto de Diputados que analiza el proyecto de ley de Presupuesto.
Gili explicó que el programa “está en la Presidencia de la República porque es la forma de romper este fraccionamiento que estamos teniendo con los ministerios, que son sectoriales, o con agencias, muchas de las cuales también son sectoriales”.
El Programa Uruguay Innova estará dirigido por un Consejo Estratégico Ministerial que estará integrado “por los ministerios sectoriales que tienen más incidencia, que son más globales y transversales”, que son: el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM); el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP); la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), explicó Gili.
“Este gabinete, según los temas que se estén tratando, va a estar convocando a los ministros respectivos”, agregó.
¿Por qué se optó por este diseño? “Bertrand Russell decía que él no estaría dispuesto a morir por sus ideas, porque no sabía si estaba equivocado; yo creo lo mismo, por lo que muchas de las observaciones que los diputados hicieron, efectivamente, son preguntas que se hicieron en estos seis meses de trabajo en donde no solo se leyó y procesó todos estos documentos, sino más de 250 entrevistas, todas las reuniones con las agencias, con los ministerios, con la academia, con conjuntos de científicos y con los centros de investigación”, dijo el responsable del programa en la comisión de Hacienda integrada con Presupuesto de Diputados.
Respecto a buscar otros opciones en materia de innovación y tecnología en el Estado, Gili dijo que “no podemos estar cinco años, 10 años discutiendo; necesitamos ejecutar rápidamente estas políticas. Nos parecía lo más sensato: una mejor aproximación a jerarquizar, todas”.
“Se puede cuestionar, podemos discutir algunos temas, pero todos los artículos respecto a la gobernanza, que están planteados, se jerarquizan” y hay “potestades bien claras sobre cómo promueve la ciencia y se valoriza el conocimiento para impactar en toda la sociedad, con prioridades claras”, añadió.
Falta de coordinación y pérdida de fondos
Gili cuestionó que los problemas de coordinación entre distintas agencias vinculadas a la innovación, la ciencia y la tecnología llevan a que “estamos desperdiciando fondos porque estamos gastando plata en coordinación de programas que podrían estar bajados a un nivel sustantivo”.
Eso sucede con la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic), Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), el Plan Ceibal, el Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop), el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el Laboratorio Tecnológico (LATU) y el Instituto Uruguay XXI.
“Parece que tiene bastante sentido que esto necesita algún proceso de coordinación, articulación, más potente”, dijo Gili.
“Necesitamos potestad y capacidad del Poder Ejecutivo para, de alguna manera, mandate a las autoridades que son nombradas en estas agencias a que coordinen”, agregó.
Entre los instrumentos a crear que están establecidos en el proyecto de ley de Presupuesto, Gili mencionó el Fondo Uruguay Innova. “Se trata de una innovación relativa en términos país —en muchos países del mundo estos instrumentos financieros existen— que busca levantar un segundo desafío: tener fondos para llevar adelante proyectos interinstitucionales”, explicó.
“Ese es un primer objetivo que permite, de alguna manera, financiar esa articulación y coordinación, que siempre resulta muy difícil quién la hace cuando distintos ministerios o agencias deben participar, así como determinar cuál será su colaboración en ese proyecto”, añadió.
Gili explicó que “la idea de este fondo es que tenga la capacidad de articular en distintos instrumentos financieros de diferentes fondos de inversión, en los que participe el sector privado junto con el sector público, para expandir los recursos y no depender solo del gasto presupuestal para hacer investigación y desarrollo”.
El responsable del Programa Uruguay Innova, expresó que “Uruguay tiene un nivel de inversión en investigación y desarrollo relativamente bueno respecto a la región, pero lejos de lo que invierten los países desarrollados —en lo que uno aspira a convertirse—, y además es sustantiva la inversión privada”.
“En Uruguay, la inversión en investigación y desarrollo está muy concentrada en el sector público y en muy pocas empresas privadas y, cuando uno observa a los países desarrollados, se encuentra con que la inversión privada es casi el 50% o el 60% de lo que ocurre. Para lograr que ese proceso se realice necesitamos generar instrumentos, además de incentivos de promoción”, agregó.
El proyecto de ley de Presupuesto tiene artículos vinculados a la promoción de inversiones en investigación y desarrollo, mediante exoneraciones de impuestos.
Gili comentó que en el proyecto de ley de Presupuesto, se establece “la posibilidad” de crear la Secretaría de Ciencia y Valorización de Conocimiento, que “se encargue de resolver y definir políticas públicas científicas que impacten sobre la política de formación de nuestros investigadores y profesionales de alta dedicación a la investigación y a la ciencia”.
Planteó que “Uruguay necesita, como mínimo, duplicar la cantidad de investigadores que tiene, pero no los puede absorber el sector público, ni el académico: deben estar insertos en el sector privado, haciendo investigación y desarrollo”.
-
¿Qué dicen los cableoperadores de la llegada de Tigo a Uruguay, los derechos de TV del fútbol y la piratería?
Posible solución al conflicto en Conaprole: la opción que se maneja para la planta de Rivera, ¿qué implica?
¿Cómo está la demanda por viviendas en Uruguay entre inversores para alquilarlas y compradores finales?