El anuncio de la suspensión de la exportación de ganado en pie para faena inmediata adoptada esta semana por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Alfredo Fratti, no es un tema resuelto, más allá de que en la reunión de ayer de las principales gremiales rurales con el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, el funcionario les dio “tranquilidad”, según dijo a la prensa Rafael Ferber, presidente de la Asociación Rural (ARU) luego del encuentro.
Las gremiales rurales que conforman el movimiento de “Campo Unido” reaccionaron con fuerza en contra de la decisión de Fratti, por entender que va en contra de las reglas claras que debe ofrecer el país a los productores y pidieron reunirse con el Presidente de la República, Yamandú Orsi. Esto también en el marco de las discusiones de la Ley de Presupuesto.
De la reunión de ayer (que estaba programada con anterioridad al anuncio sobre el ganado en pie, pero se transformó en el primer punto del encuentro) las gremiales salieron “satisfechas”, dijeron, en la medida en que se sintieron escuchadas por Oddone.
No obstante, algunos de los participantes del encuentro comentaron a El País que, si bien parecería que el Poder Ejecutivo habría frenado la medida de Fratti, aún las autoridades no han sido explícitas o contundentes al respecto.
Rafael Normey, presidente de la Federación Rural, señaló que “quedó clara la posición de las gremiales: dar marcha atrás en lo que se pueda y aclarar la situación para eliminar la incertidumbre”. Además, destacó la necesidad de que el gobierno emita señales firmes a los actores del sector.
Por su parte, Ferber sostuvo que la gremial quedó más tranquila luego de la reunión, pero que no le correspondía a él decir si rige o no la suspensión de la exportación de ganado en pie. “Entendemos que no se va a limitar ningún permiso; se va a estudiar en otro ámbito”.
Sobre el tenor general del encuentro, Ferber comentó a El País: “No fuimos a criticar, sino a respaldar lo que haya que hacer para mejorar la situación del sector primario, que hoy es el más afectado y el que no puede trasladar sus costos”.
Respecto de la exportación de ganado en pie para la faena inmediata, todo indica que en Presidencia de la República se están barajando las cartas de lo sucedido, intentando poner orden, o al menos mejorar la coordinación interna.
Por lo pronto, según publicó Búsqueda ayer, Orsi definió que las decisiones de futuros permisos de embarques de ganado en pie, que son de la órbita del Ministerio de Ganadería (MGAP), involucren también a Presidencia y a Economía.
Las gremiales rurales esperan que las resoluciones sobre este tema se comuniquen oficialmente “cuanto antes” -dijeron a El País algunos de sus representantes-, para que no quede socavada la confianza en el sector ante este tipo de “desencuentros”, lo que le da a la competencia internacional espacios para aprovechar, manifestaron apuntando fundamentalmente a Brasil.
En tanto, fuentes ministeriales que prefirieron anonimato admitieron a El País que los problemas de comunicación entre organismos públicos, como en este caso, son significativos y evidentes.
La suspensión
Según Fratti, la suspensión -“temporal”, procuró recalcar luego de la polémica que generó su resolución-, ayudaría a la situación financiera de los frigoríficos nacionales. Es decir, si los productores locales tienen suspendida la exportación de ganado en pie, deben colocarlo necesariamente en el mercado interno, lo que favorecería a los frigoríficos en el país.
Sin embargo, Oddone salió al paso de esa afirmación al comentar en el programa de streaming La Fórmula que, según los datos que maneja, no existe actualmente ninguna “distorsión provocada por un evento transitorio o de naturaleza espuria vinculado a algún comprador internacional que ofrezca cifras por fuera de los precios internacionales, que dé fundamento a una decisión de restringir la exportación de ganado en pie”.
La medida tampoco fue bien vista por las gremiales que interpretaron la suspensión temporal como una intervención del mercado, que además, no resolvería el problema de los frigoríficos.
En ese sentido, Ferber afirmó que ahora “hay que reconstruir la confianza del productor agropecuario y ganadero, que tenga la certeza de que va a poder vender en todos los mercados y al mejor precio posible (...) Hay que reconstruir la certeza de que van a estar abiertas todas las posibilidades y en ese camino se va a trabajar”, insistió el productor.
A su juicio, el problema que se puede generar con la medida de Ganadería es que algunos productores o empresas exportadoras rediseñen sus modelos de negocios. “La falta de certezas en el negocio, nos podría lleva a perderlos”, advirtió.
“Es entendible la preocupación del ministro (Fratti), pero es equivocada la medida que tomó, sobre todo desde el punto de vista de la incerteza que esto representa para los productores”, insistió.
Ferber señaló finalmente que, además del tema de la exportación del ganado en pie para faena inmediata, las gremiales plantearon en la reunión otras preocupaciones sobre las dificultades que viene arrastrando el sector.
En estado de alerta por atraso cambiario
Guillermo O’Brien, presidente de la Asociación Cultivadores de Arroz, comentó a El País que el atraso cambiario fue parte del intercambio con el ministro Gabriel Oddone, pero que se puso énfasis en factores estructurales que afectan la competitividad. En ese sentido, planteó la necesidad de una tarifa energética específica para la industria y avanzar en la habilitación de corredores logísticos como los bitrenes. “Son decisiones políticas más que inversiones”, afirmó. Días atrás la Federación Rural manifestó que el atraso cambiario perjudica al sector productivo y al exportador, por lo que urge al gobierno a mejorar la situación fiscal y compensar fiscalmente a los sectores que resultan “dañados” por la política de bajar la inflación. Así lo expresó Rafael Normey, presidente de la entidad a El País. La gremial reclama la eliminación del impuesto “ciego” de la tierra (que aplica de manera uniforme a las propiedades rurales y al que Normey califica de “injusto”), la eliminación del impuesto municipal del 1%, revisar del fondo de inspección sanitaria de la cadena cárnica, una reformulación del cálculo de la contribución inmobiliaria rural, y que el estímulo a las inversiones en el sector sea realmente incentivo y que no tenga solo fines recaudatorios.
Pérdida de rentabilidad preocupa en el agro
Las gremiales rurales y ganaderas plantearon otros asuntos en la reunión con el ministro Oddone ayer, que apuntaron a revertir la pérdida de rentabilidad del sector, según acusan sus números. En tal sentido, exigieron “reformas urgentes” a nivel de tarifas (plantearon la necesidad de una tarifa energética específica para el sector), impuestos (que se revisen o eliminen algunos), asuntos logísticos. Entre otros. Ferber hizo referencia al aumento de personas en el seguro de desempleo en el sector, en gran parte como resultado de la concentración de la industria frigorífica en el país. “Los puestos de trabajo rondan entre 12.000 y 13.000 desde hace mucho tiempo. A las que les va muy bien es a dos multinacionales brasileñas y a dos grupos uruguayos, que tienen en total el 70% del mercado (solo las dos brasileñas llegan al 50%), que, al crecer, ponen en situación más compleja a las empresas de menor tamaño”, afirmó.
A su entender, la concentración de empresas está ocurriendo también a nivel mundial. “Tenemos que defendernos de esta situación, sabemos que es una tendencia dura”, afirmó, al proponer que se tomen “medidas quirúrgicas” en algunos lados complicados. A su entender, éstas pueden estar en el costo de la energía, aportes patronales o salariales, entre otras opciones.
El presidente de ARU agregó: “En lo que no estoy de acuerdo es en limitar la producción o bajar el precio del ganado, para que determinados orientales puedan solucionar algo, mientras otros se vean afectados”. En esa línea, señaló que hay personas en el seguro de paro que no están haciendo presión fuerte en el Ministerio de Trabajo, por no estar sindicalizadas, pero sí son muchas. Las cifras de la producción ganadera contabiliza que alrededor de 2,5 millones cabezas de ganado se faenan por año tanto para consumo interno como para exportar , y que este año -que registra niveles récord- se exportarían unas 300.000 cabezas.
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