El "seguro" que le cuesta a Uruguay unos US$ 800 millones al año para evitar posibles crisis y el debate a dar

El presidente del Banco Central (BCU), Guillermo Tolosa planteó que "estamos en una situación suficientemente sólida y con un historial suficientemente largo sin crisis" para debatir "a fondo" si no es muy alto ese "seguro".

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Guillermo Tolosa, presidente del BCU, acompañado por otras autoridades del banco y del Ministerio de Economía.
Leonardo Maíné. El País

Redacción El País
Tras experiencias traumáticas como las crisis de los años 1982 y 2002, se ha construido un consenso de "asegurarnos que ante cualquier shock imaginable no va a suceder nada grave en el país", lo que implica asumir el costo de ese "seguro", lo que actualmente se está en condiciones de debatir si no es demasiado alto. Ese fue el planteo que hizo el presidente del Banco Central (BCU), Guillermo Tolosa ante la Academia Nacional de Economía la semana pasada. A su vez, esta semana el Central divulgó su Informe de Política Monetaria que analiza qué tan holgado es ese "seguro" ante la ocurrencia en forma simultánea de una corrida cambiaria y bancaria y se corte el acceso al endeudamiento, como ocurrió por ejemplo en la crisis de 2002.

El Banco Central administra las reservas de Uruguay y realiza un análisis periódico para saber si son suficientes o no para hacer frente a los riesgos de una crisis como por ejemplo la ocurrida en 2002. El BCU denomina nivel de “reservas de confort” al monto precautorio de dinero (activos externos) que le permitiría cubrir la ocurrencia simultánea de una serie de turbulencias. Claramente, en el año 2002 las reservas estaban muy por debajo de ese nivel.

Para saber cuáles son las “reservas de confort”, un trabajo de los servicios técnicos del Central (Umberto Della Mea, Daniel Dominioni, Ana María Ibarra y Gerardo Licandro) identificó ante una situación crítica, con un 99% de probabilidad, el tiempo máximo en el que el BCU no tendría acceso al mercado en moneda nacional y el gobierno no tendría acceso al mercado internacional de deuda.

En el caso del BCU, ese lapso sería de cinco meses sin la posibilidad de emitir Letras de Regulación Monetaria (un título de deuda que utiliza la autoridad monetaria para quitar pesos del mercado) debido a tasas de interés (pedidas por el mercado) demasiado elevadas. A su vez, para el gobierno el lapso sin acceder a los mercados internacionales sería de un máximo de 13 meses.

En los cinco meses que el BCU no tendría acceso a emitir Letras y por tanto debería recurrir a sus reservas, habría presiones sobre la tasa de interés, el tipo de cambio y el nivel de precios.

El BCU debería prever la venta de dólares para atender el pago de las Letras ya emitidas (que vencen en ese período) y el déficit primario (antes del pago de deuda) en moneda nacional del propio Central.

Reservas: aumentaron en el períod
Bóveda del Banco Central.
Foto: Leonardo Mainé

Por otro lado, en los 13 meses que el gobierno no tendría acceso a emitir deuda en los mercados internacionales, se deben prever los vencimientos de deuda de ese período. A su vez, “en un contexto de crisis” en una simulación que tomó en cuenta lo sucedido en el año 2002, el resultado fiscal primario (antes del pago de deuda) del gobierno disminuiría 1,4% del Producto Interno Bruto (PIB).

El último riesgo a cubrir, es el de una corrida bancaria, es decir el retiro de depósitos en moneda extranjera durante ese período de 13 meses en el que no se cuenta con acceso a los mercados internacionales.

Para determinar la duración de esos riesgos los técnicos del BCU analizaron lo ocurrido entre 1999 y mediados de 2010, así que toma en cuenta lo sucedido en la crisis financiera de 2002.

¿Qué tan holgada es la situación del "seguro" con el que cuenta Uruguay?

El BCU realizó el ejercicio de “reservas de confort” y lo publicó en el reciente Informe de Política Monetaria del segundo trimestre, el mismo muestra que a mayo de 2025, el BCU hubiera requerido US$ 16.050 millones para enfrentar la "ocurrencia simultánea de una serie de riesgos que se derivan de las responsabilidades asignadas en su Carta Orgánica, asociados al mercado monetario y cambiario, al sector fiscal y al sistema financiero".

El informe detalló que para cubrir los riesgos monetarios y cambiarios se necesitarían US$ 7.534 millones (de los que US$ 6.987 millones corresponden al servicio de deuda del BCU).

A su vez, para atender los riesgos del sector público no financiero (pagos de deuda más déficit fiscal primario del gobierno central y el Banco de Previsión Social) se necesitaban US$ 3.825 millones.

Por otro lado, los riesgos del sistema financiero implicaban la necesidad de US$ 4.691 millones.

¿El Central administra reservas suficientes como para cubrir esos riesgos? A fines de mayo pasado, “el stock de activos de reserva del BCU se ubicaba en US$ 18.074 millones”.

Por lo tanto, el ejercicio determina una “holgura de (reservas de) US$ 2.025 millones”, lo que “representa una posición financiera muy sólida”, aseguró el informe.

¿Es un "seguro" caro para Uruguay?

Ante una pregunta que recibió en la disertación en la Academia Nacional de Economía, Tolosa se refirió a las reservas que administra el BCU.

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Guillermo Tolosa, presidente del Banco Central (BCU) en una disertación.
Foto: Banco Central.

El presidente del Central dijo que "en un país traumatizado por sus experiencias de crisis, en un país que ha organizado todas sus políticas para concentrarse en la resiliencia, en la robustez, para que esta crisis no nos vuelva a la sociedad nunca más" se decidió "pagar 1% del Producto Interno Bruto (PIB)" de intereses por endeudamiento vía Letras de Regulación Monetaria (LRM).

"Uruguay efectivamente paga (unos) US$ 800 millones" al año por los intereses de esa deuda, añadió.

Tolosa se preguntó: "¿Por qué estamos pagando esto como país? Porque del otro lado del balance también acumulamos un stock histórico de activos de reserva. Al final lo que representa ese pago de interés de las Letras, es un seguro, nos estamos endeudando para aumentar nuestro stock de reservas".

"Es lo que la sociedad eligió hasta el día de hoy para dormir tranquilos, para invertir tranquilos, para consumir y para endeudarse tranquilos. ¿Es un seguro demasiado alto? El debate tiene que estar ahí, pero al día de hoy es lo que es el país decidió", planteó el presidente del Central.

Para Tolosa actualmente "estamos en una situación suficientemente sólida y con un historial suficientemente largo sin crisis, para tener una discusión a fondo sobre esto", añadió.

A su vez, analizó que "el stock neto (de reservas) no necesariamente aumenta" debido a que también crece el stock de LRM. "Ponemos mucho peso en tener un stock bruto de reservas alto como país. Es algo que se ha venido haciendo hace 20 años, aumentar el stock bruto de reservas y el stock bruto de Letras del otro lado del balance. Esa es la decisión que se ha tomado y refleja una preferencia del país por asegurarnos que ante cualquier shock imaginable no va a suceder nada grave en el país", concluyó.

¿Cuánto es el stock de Letras de Regulación Monetaria del BCU?

Según el Informe de Política Monetaria, "el circulante de LRM se ubica en torno a $ 400.000 millones (unos US$ 10.000 millones), alcanzando su máximo histórico a fines de junio. A su vez, este monto representa aproximadamente un 12% del PIB del año móvil".

En junio, se dio un ingreso de dinero del exterior para invertir en Letras del BCU. En efecto la "tenencia de no residentes de LRM aumentó en el mes de junio", indicó el reporte.

Gráfico no residentes LRM.jpg

Así, "los no residentes tenían $ 19.000 millones en Letras (unos US$ 475 millones), pasando a representar un 4,5% del circulante de dichos instrumentos", expresó el reporte.

"Del mismo modo, la tenencia de no residentes de títulos locales emitidos por el gobierno central se mantuvo reducida, representando 0,2% del circulante de estos títulos en noviembre".

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