Redacción El País
¿Está viviendo Nicolás Maduro las últimas horas o días de su régimen? Sí, es posible, según las señales que desde Washington envía el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ayer martes reiteró que “muy pronto” lanzará las operaciones por tierra contra grupos narcos en Venezuela.
“En tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman. Lo sabemos todo sobre ellos. Sabemos dónde viven. Sabemos dónde viven los malos. Y vamos a empezar con eso también muy pronto”, dijo Trump durante una reunión con su gabinete en la Casa Blanca.
El objetivo es, añadió, “acabar con esos hijos de perra”, en referencia a los narcotraficantes venezolanos. “Esta gente ha matado a 200.000 estadounidenses el año pasado”, dijo.
El mandatario ya advirtió la semana pasada que sus Fuerzas Armadas actuarán “muy pronto” en tierra contra narcotraficantes venezolanos y anunció a pilotos y aerolíneas que deben considerar el espacio aéreo venezolano “cerrado en su totalidad”.
Un ataque en territorio venezolano se enmarcaría en la operación bautizada por el Pentágono como “Lanza del Sur” y que hasta ahora ha destruido a una veintena de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, dejando, según Estados Unidos, más de 80 narcotraficantes muertos.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, dijo ayer martes que “apenas han comenzado” los ataques contra embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe.
“Apenas hemos comenzado a atacar barcos narco y a enviar a los narcoterroristas al fondo del océano porque han estado envenenando al pueblo estadounidense”, dijo Hegseth durante la reunión de gabinete en la Casa Blanca.
“Tuvimos una pequeña pausa porque es difícil encontrar barcos para atacar en este momento, que es precisamente el objetivo, ¿no? La disuasión tiene que ser importante”, añadió.
Las tensiones regionales se han intensificado como resultado de los ataques, con Maduro acusando a Washington de usar el narcotráfico como pretexto para derrotar a su régimen.
Trump no limita su campaña contra el narcotráfico a Venezuela. El presidente advirtió ayer martes que cualquier país que produzca y trafique droga hacia Estados Unidos “está sujeto a ataques”, al sugerir que también podría incluir a Colombia en las operaciones terrestres.
“He oído que Colombia, el país de Colombia, produce cocaína. Tienen plantas de fabricación, ¿de acuerdo? Y luego nos venden cocaína. Pero sí, cualquiera que haga eso y la venda a nuestro país está sujeto a ataques, no necesariamente solo Venezuela”, dijo Trump en la reunión con su Gabinete en la Casa Blanca. El mandatario insistió en que aunque “Venezuela ha sido peor que la mayoría”, hay otros países que también envían “a sus narcotraficantes” a Estados Unidos.
El despliegue militar estadounidense en aguas caribeñas, uno de los mayores de las últimas décadas, ha incrementado la presión sobre el régimen de Maduro, al que Trump acusa de liderar el Cártel de los Soles, designado por Washington como una organización terrorista extranjera.
Trump volvió a defender la legalidad de estas operaciones y advirtió que Estados Unidos tiene derecho a defenderse de la “ola de drogas” que los cárteles envían hacia su territorio.
Baile chavista
Maduro designó en la noche del domingo un nuevo buró político, conformado por doce dirigentes del chavismo, en medio del despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe que, aseguró, comenzó hace 22 semanas y que calificó de “terrorismo psicológico”.
Todo esto durante un acto convocado en Caracas, donde no faltó su ya tradicional paso de baile al ritmo de una canción electrónica con extractos de discursos suyos, como “Peace, yes; war, no” (“Paz, sí; guerra, no”)
“Hemos vivido 22 semanas de una agresión que se puede calificar como terrorismo psicológico, son 22 semanas que nos han puesto a prueba y el pueblo de Venezuela ha puesto a prueba su amor a la patria”, dijo Maduro, a las afueras del palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, tras una marcha convocada por el oficialismo para acompañar la juramentación de los Comandos Bolivarianos Integrales.
El mandatario indicó, sin embargo, que estas han sido unas 22 semanas “bien aprovechadas” de adiestramiento de las Milicias -como se conoce a este componente especial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) conformado por civiles con entrenamiento militar-, y en las que, dijo, se puso a Venezuela en un punto de capacidad defensiva que no tuvo “nunca antes”. Además, consideró que por esta preparación las futuras generaciones tendrán una “patria libre” y soberana.
El régimen venezolano aprovechó la ocasión para designar un buró político con la tarea de asumir, según sus palabras, “la dirección al más alto nivel de las fuerzas políticas, sociales y de la revolución bolivariana” y que aseguró le acompañará en la “conducción como comandante”.
Entre los integrantes de esta nueva instancia política está el secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, la primera dama y diputada, Cilia Flores, así como el titular de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez.
Camas rotativas
El diario The New York Times informó ayer que Maduro ha reforzado su seguridad personal, incluyendo cambios de cama, y se ha apoyado en Cuba en medio de una creciente amenaza de una intervención militar estadounidense.
Fuentes cercanas al régimen venezolano, describieron una atmósfera de tensión y preocupación que se apodera del círculo íntimo del dictador y agregaron que Maduro creía que seguía en control y podía superar la última y más grave amenaza a su gobierno de 12 años.
Maduro ha intentado protegerse de un posible ataque de precisión o una incursión de fuerzas especiales cambiando frecuentemente de lugar de descanso y de teléfono celular. Estas precauciones se han intensificado desde septiembre, cuando Estados Unidos comenzó a acumular buques de guerra y a atacar embarcaciones que, según la administración Trump, traficaban drogas desde Venezuela.
Para reducir el riesgo de traición, Maduro también ha ampliado el papel de los guardaespaldas cubanos en su equipo de seguridad personal y ha agregado más oficiales de contrainteligencia cubanos al ejército de Venezuela.
En público, sin embargo, Maduro ha tratado de restar importancia a las amenazas de Estados Unidos transmitiendo una apariencia relajada e indiferente, apareciendo en eventos públicos sin previo aviso, bailando y publicando videos de propaganda en TikTok.
Maniobras
Mientras esperan la orden de la Casa Blanca, militares estadounidenses siguen preparándose para las acciones en Venezuela.
Un grupo de militares estadounidenses realiza prácticas de combate en el Caribe panameño, el tercer ejercicio de este tipo en lo que va del año.
En las maniobras, realizadas en la antigua base militar estadounidense de Sherman, en la entrada atlántica del canal de Panamá, medio centenar de marines y policías panameños simularon ayer el rescate y traslado en helicóptero de una persona herida en combate.
El ejercicio se desarrolla un día después de que el presidente Trump se reuniera con su Consejo de Seguridad Nacional para tratar sobre la crisis con Venezuela.
El ejército de Estados Unidos realiza desde agosto maniobras en Panamá junto a la policía local, dentro de un programa de cooperación bilateral. El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, descartó hace semanas que estos entrenamientos estén relacionados con “cualquier acto hostil contra Venezuela”. AFP, EFE Y NEW YORK TIMES
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“Le dimos a Maduro la posibilidad de irse… Le dijimos que se podía ir a Rusia”, afirmó Mullin desde EE.UU.
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