Redacción El País
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, en prisión domiciliaria preventiva, estará bajo vigilancia policial permanente, según ordenó ayer martes un juez debido al “riesgo de fuga”, a poco de que finalice el juicio que enfrenta.
Bolsonaro es acusado de liderar una “organización criminal” que supuestamente conspiró para impedir la asunción del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva tras su victoria electoral en 2022.
El tribunal supremo debe decidir entre el 2 y el 12 de septiembre si el expresidente es culpable de haber tramado un golpe de Estado contra Lula y si debe ser encarcelado.
Bolsonaro podría enfrentar hasta 40 años de prisión.
El juez Alexandre de Moraes ordenó a la policía proceder a “la vigilancia a tiempo completo” de Bolsonaro, según el documento judicial. Bolsonaro, de 70 años, está desde principios de agosto en prisión domiciliaria preventiva, en su residencia en Brasilia, por incumplir una prohibición de manifestarse en redes sociales.
El refuerzo de su vigilancia ocurre luego de una solicitud presentada por el diputado Lindbergh Farias, del partido de Lula, en la que invoca un “riesgo de fuga concreto” fuera de Brasil. La fiscalía había pedido el lunes una vigilancia permanente, tras analizar el pedido del parlamentario.
Padre e hijo
En su decisión el juez cita que el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario, lleva adelante desde Estados Unidos una campaña ante el gobierno estadounidense para que adopte medidas contra las autoridades brasileñas y en favor de su padre. En ese contexto, el presidente estadounidense Donald Trump impuso aranceles de 50% a una parte de los productos brasileños, convencido de una “caza de brujas” contra su aliado Bolsonaro.
“Las acciones incesantes de Eduardo Bolsonaro desde un país extranjero, demuestran la posibilidad de un riesgo de fuga por parte de Jair Bolsonaro para evadir la ley, especialmente debido a la proximidad del juicio”, dijo Moraes.
La semana pasada, emplazada por el juez De Moraes, la defensa del expresidente Bolsonaro rechazó la posibilidad de una fuga de su cliente y negó que la actividad del diputado Eduardo Bolsonaro configure una “obstrucción a la justicia”, como la ha calificado la Policía Federal.
Las restricciones sobre Bolsonaro, que incluyen el uso de tobillera electrónica, son producto de una investigación por un presunto intento de obstruir el proceso judicial en su contra.
Por ello, la policía recomendó la semana pasada inculpar al expresidente y a su hijo Eduardo.
La policía afirma haber recuperado del celular de Jair Bolsonaro un documento con una solicitud de asilo político en Argentina dirigido al presidente Javier Milei en 2024.
El argumento no tiene cabida para la defensa, que señala que “un borrador de pedido de asilo al presidente argentino, que data de febrero de 2024, no puede ser considerado un indicio de fuga”. AFP, EFE
EE.UU. retira visa a ministro de Justicia
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo ayer martes que el gobierno estadounidense revocó la visa de su ministro de Justicia, una decisión que calificó de “irresponsable”, en medio de una crisis diplomática entre ambos países. Durante una reunión de gabinete en Brasilia, transmitida en directo, Lula expresó “solidaridad” a su ministro Ricardo Lewandowski, “ante el gesto irresponsable de Estados Unidos de revocarle la visa”.
El gobierno de Donald Trump ha impuesto aranceles contra Brasil, así como retiro de visas y sanciones financieras a altos funcionarios en reacción al juicio por presunto golpismo contra Jair Bolsonaro. “Esas actitudes son inaceptables, no sólo contra el ministro sino contra todos los magistrados de la corte suprema, contra cualquier personalidad brasileña”, agregó Lula. En la reunión, Lula y varios ministros lucieron una gorra azul con el lema “Brasil es de los brasileños”.