Redacción El País
El pedido de la Fiscalía de Brasil de condenar a Jair Bolsonaro por un supuesto intento de golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022, no solo agravó el enfrentamiento entre el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva con la oposición, sino que tensó aún más las relaciones con Estados Unidos, donde Donald Trump ratificó su apoyo al expresidente brasileño.
La Fiscalía de Brasil pidió ayer martes al Supremo Tribunal Federal (STF) condenar a Bolsonaro por “asociación criminal armada” y “golpe de estado”, en un proceso que ha detonado una crisis diplomática entre Brasil y Estados Unidos.
Al cabo de varias jornadas de interrogatorios, la Fiscalía reafirmó la tesis de que Bolsonaro y siete de sus colaboradores más cercanos trataron de “garantizar la permanencia autoritaria en el poder mediante intentos de perturbar violentamente el orden democrático”, según el dictamen del fiscal general, Paulo Gonet, divulgado en la madrugada del martes.
“Comprobada la participación de las personas en los hechos, el fiscal general de la república reforzó que sean condenados por (...) organización criminal armada”, “tentativa de abolición del estado democrático”, “golpe de estado” y otros delitos relacionados con daños a bienes públicos, afirmó la fiscalía.
Gonet vinculó de manera directa a Bolsonaro y a los otros siete acusados con los graves episodios del 8 de enero de 2023. Ese día, una semana después de la investidura de Lula, miles de personas vandalizaron las sedes del Tribunal Supremo, el Congreso y la Presidencia para forzar una intervención de las Fuerzas Armadas que apartase del poder a Lula.
El juicio contra Bolsonaro provocó la condena de Trump, que califica el proceso como “una cacería de brujas” y anunció aranceles del 50% a las importaciones de origen brasileño a partir del 1 agosto.
El destino de Bolsonaro queda ahora en manos del juez Alexandre de Moraes, quien también se encuentra bajo amenaza de sanciones de EE.UU. por sus fallos en contra de plataformas de redes sociales estadounidenses.
Bolsonaro y el resto de los imputados, entre los que se encuentran antiguos ministros de su Gobierno y militares de alto rango, se enfrentan a penas que pueden oscilar entre los 12 y los 40 años de prisión.
Presentados los alegatos finales de la Fiscalía, será el turno ahora de los imputados presentar sus posiciones al respecto. Solo después el juicio entrará en su etapa final y quedará listo para sentencia, entre septiembre y octubre próximos.
Aranceles o amnistía
El presidente Lula afirma que buscará negociar con Washington para evitar los aranceles, pero condenó la “injerencia” de Trump en la justicia brasileña y anunció una posible “reciprocidad” con gravámenes a las importaciones de Estados Unidos.
Por su parte, la oposición brasileña cerró filas con Bolsonaro, y afirmó que solo una “amnistía” impedirá que Brasil sea sancionado con aranceles por Trump.
“Solo existe ese camino”, dijo el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario, que está desde marzo pasado en Estados Unidos abogando ante el Gobierno de Trump por su padre.
El diputado compartió en sus redes sociales un video divulgado por el pastor evangélico Silas Malafaia, quien sostiene que, tras el pedido de condena que presentó la Fiscalía, Brasil deberá elegir entre una “amnistía” para los acusados de golpismo o “los aranceles de Trump”.
Eduardo Bolsonaro dijo esta semana en entrevista con el diario Estadão que solo volvería a Brasil cuando el magistrado Alexandre de Moraes “no tenga fuerza” para arrestarlo.
Democracia secuestrada
Por su parte, el senador Flávio Bolsonaro, otro hijo del expresidente, acusó al fiscal de sufrir “confusión mental y alucinaciones” provocadas por “altas dosis de Diazepam”, tras el pedido de condena contra su padre. “El PGR (procurador general de la República) debe haber tomado altas dosis de Diazepam, que causan confusión mental y alucinaciones. ¡En nuestro diccionario no existe la palabra miedo, existe la palabra fe!”, dijo el parlamentario en sus redes sociales.
Flávio Bolsonaro afirmó que la democracia en Brasil “fue secuestrada” y avisó que lucharán para “rescatarla”.
“Esto va mucho más allá de Bolsonaro o la derecha. ¡Se trata de la libertad y el futuro de nuestro Brasil! ¡La medicina es fuerte y amarga, pero necesaria para acabar con el cáncer metastásico que ha llegado a los órganos vitales de nuestra Nación!”, exclamó.
El hijo de Bolsonaro citó en su mensaje unas supuestas declaraciones del antiguo abogado personal de Lula y hoy juez del Supremo, Cristiano Zanin, cuando este se quejaba de las presuntas violaciones de derechos que entonces sufrió su cliente que estuvo meses en prisión en el marco de casos de corrupción que más tarde fueron anulados.
Zanin es hoy uno de los cinco jueces que integran la Primera Sala del Supremo, donde tramita el proceso contra Bolsonaro por golpismo. “TODOS SOMOS BOLSONARO”, concluyó Flávio Bolsonaro en su publicación.
El propio Jair Bolsonaro rechazó la petición de la Fiscalía para que este sea condenado por supuestamente intentar dar un golpe de Estado y negó planear huir de Brasil.
Bolsonaro afirmó durante una entrevista con el portal Poder360 que “nada de eso ocurrió” -refiriéndose al intento de golpe- y que siempre actuó “dentro de las cuatro líneas de la Constitución”, frente al alegato final de la Fiscalía.
En cuanto a los proyectos de decreto que barajó para anular los resultados electorales de 2022, Bolsonaro dijo que buscaba “alternativas para poder cuestionar al Tribunal Superior Electoral”, después de que esta institución emitiera varias resoluciones en su contra.
Bolsonaro cargó contra el acuerdo de colaboración de su antiguo edecán Mauro Cid con la Fiscalía y dijo que “la verdad fue cambiada muchas veces” y que no hay pruebas en su contra.
Al mismo tiempo, aseguró que no planea salir de Brasil para evitar ir a prisión por una eventual condena porque, dijo, ya tiene 70 años de edad y problemas de salud. AFP, EFE
Declaración contra EE.UU.
El Gobierno de Brasil expresó ayer martes que “deplora y rechaza, una vez más las manifestaciones indebidas” de Estados Unidos sobre el proceso judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro.
La cancillería brasileña, en un comunicado, sostuvo que “tales manifestaciones no coinciden con los 200 años de respeto y amistad entre los dos países”, después de que funcionarios de la Embajada estadounidense en Brasil y del Departamento de Estado reiteraran sus críticas al proceso contra Bolsonaro.
El comunicado critica “la politización” por parte del Gobierno de Donald Trump de cuestiones comerciales bilaterales, después de que el líder republicano amenazara a Brasil con aplicar aranceles del 50% a todos los productos brasileños por lo que ha considerado una “caza de brujas” contra Bolsonaro.
Paulo Gonet - Fiscal general del Brasil
El fiscal general, Paulo Gonet, entregó al Suprema Tribunal sus alegatos finales, en los que sostiene que la investigación produjo “un amplio conjunto de pruebas”, que incluye manuscritos, archivos digitales y documentos que revelan “la trama conspiratoria contra las instituciones democráticas” por parte del expresidente Jair Bolsonaro y otras siete personas, entre ellas exministros y jefes militares.
Flávio Bolsonaro - Senador, hijo del expresidente
Acusó al fiscal general Paulo Gonet de sufrir “confusión mental y alucinaciones” provocadas por “altas dosis de Diazepam”, tras el pedido de condena contra su padre. “El PGR (procurador general de la República) debe haber tomado altas dosis de Diazepam, que causan confusión mental y alucinaciones. ¡En nuestro diccionario no existe la palabra miedo, existe la palabra fe!”, dijo el parlamentario.
Donald Trump - Presidente de Estados Unidos
Reiteró ayer martes su apoyo a Jair Bolsonaro, al que calificó de “buen hombre”, e insistió en que el juicio al que está sometido en Brasil es una “caza de brujas” con la que “nadie está contento”. “Bolsonaro es un buen hombre. He conocido a muchos primeros ministros, presidentes, reyes y reinas, y sé que soy bastante bueno en esto. Bolsonaro no es un hombre deshonesto”.