Meaghan Tobin y Jason Karaian / The New York Times
Días después de que el CEO de Apple se reuniera con el presidente Donald Trump, la compañía dijo ayer lunes que planeaba invertir 500 mil millones de dólares y contratar a 20.000 personas en Estados Unidos durante los próximos cuatro años y abrir una planta en Texas para fabricar las máquinas que impulsan la inteligencia artificial.
“Somos optimistas respecto del futuro de la innovación estadounidense y estamos orgullosos de seguir desarrollando nuestras inversiones de larga data en Estados Unidos”, afirmó Tim Cook, director ejecutivo de Apple, en un comunicado. La empresa hizo promesas similares, aunque más pequeñas, durante la administración Biden y el primer mandato de Trump, pero no ha cumplido todas sus anuncios anteriores.
Cook se reunió con Trump la semana pasada. Después de esa reunión, Trump dijo que la compañía trasladaría la producción a Estados Unidos: “Van a construir aquí porque no quieren pagar los aranceles”, dijo Trump en un discurso ante una reunión de gobernadores.
La mayoría de los iPhones son fabricados en China por el gigante taiwanés de la electrónica Foxconn, que participará en la nueva planta de Apple en Houston. A principios de este mes, entraron en vigor los aranceles estadounidenses del 10% sobre todos los productos chinos. En las próximas semanas podrían imponerse gravámenes a las importaciones procedentes de Canadá, México y otros socios comerciales importantes.

Foxconn ha gastado millones de dólares en los últimos dos años en desarrollar sus operaciones fuera de China, incluso en Texas y en México, donde la empresa ya ensambla servidores de inteligencia artificial. El presidente de la empresa dijo anteriormente que esta expansión ayudaría a proteger a Foxconn de los aranceles estadounidenses.
El año pasado, Foxconn compró un terreno al norte de Houston, que dijo que se utilizaría para su negocio de inteligencia artificial.
Apple dijo que comenzaría a ensamblar servidores avanzados “que antes se fabricaban fuera de Estados Unidos” en una nueva instalación de 23.000 metros cuadrados en Houston. La inauguración de la instalación está prevista para el año próximo, y “creará miles de puestos de trabajo”. A medida que la empresa implementa funciones de inteligencia artificial en sus dispositivos, también planea expandir sus operaciones de centros de datos en Arizona, Iowa, Nevada, Carolina del Norte y Oregón.
La mayoría de los dispositivos de Apple se han fabricado históricamente en China. En los últimos años, la empresa ha intensificado sus esfuerzos para fabricar más iPhones en la India, pero aún debe enviar muchas de las piezas esenciales desde China y otros lugares. De manera similar, los servidores que Apple ha dicho que planea ensamblar en Texas probablemente contendrán chips informáticos avanzados y otros componentes fabricados fuera de Estados Unidos.
Los servidores de inteligencia artificial más avanzados del mundo dependen de una intrincada red de empresas que han pasado décadas desarrollando herramientas y procesos especializados. Contienen chips fabricados por Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., que produce la mayoría de los chips informáticos de última generación en Taiwán y depende de máquinas fabricadas por la empresa holandesa ASML.

TSMC también ha estado expandiendo su presencia de fabricación en Estados Unidos. En 2020, la empresa dijo que construiría una fábrica en Arizona; rápidamente anunció una segunda y luego una tercera en medio de un impulso de la administración Biden para impulsar la fabricación de chips en Estados Unidos. Pero también retrasó el inicio de la producción en Arizona, diciendo que los trabajadores locales carecían de experiencia en la instalación de algunos equipos sofisticados.
Poco antes de dejar el cargo, el presidente Joe Biden completó un acuerdo para otorgar 6.600 millones de dólares en subvenciones a TSMC. El gobierno dijo que planeaba entregarle el dinero a TSMC en cuotas a medida que la empresa cumpliera con los hitos. Apple es el mayor cliente de la instalación.
Apple describió su anuncio de ayer lunes como su “mayor compromiso de gasto de su historia”. Los 500.000 millones de dólares se destinarían a instalaciones de fabricación, centros de datos y producciones de entretenimiento, dijo la compañía. Apple emplea a más de 150.000 personas en todo el mundo.
La declaración de ayer lunes tuvo ecos de anuncios anteriores de Apple.
Hace cuatro años, unos meses después de la investidura de Biden, Apple anunció una “aceleración” de sus inversiones en Estados Unidos, prometiendo invertir 430.000 millones de dólares y crear 20.000 puestos de trabajo en cinco años. En enero de 2018, durante el primer mandato de Trump, la empresa dijo que su “contribución directa a la economía estadounidense” sería de 350.000 millones de dólares en cinco años y que planeaba crear 20.000 puestos de trabajo en ese período.
Trump agradeció a Apple y a Cook en una publicación en las redes sociales el lunes. Trump dijo que la decisión demostró que la compañía tenía “fe en lo que estamos haciendo”.
Facturación de 124.300 millones el año pasado
Apple facturó 124.300 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2024, con una ganancia neta récord de 36.300 millones de dólares en el período. La empresa espera seducir a los clientes para que compren los últimos modelos de iPhone con sus nuevas funciones de inteligencia artificial. Junto con Apple, otros gigantes tecnológicos están apostando por la inteligencia artificial. AFP