Redacción El País
Honduras todavía no oficializa a su presidente electo, pero una cosa es segura: el país centroamericano giró a la derecha y abandonó la experiencia de la izquierda. Nasry Asfura (Partido Nacional), apoyado por Estados Unidos, y Salvador Nasralla (Partido Liberal) se encuentran en un “empate técnico”, informó el ayer lunes el Consejo Nacional Electoral (CNE) hondureño al brindar los datos de las elecciones del domingo.
Asfura aventaja a su rival por apenas 515 votos, señaló en X la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, tras el escrutinio del 57% de las actas de votación.
A partir de ahora comenzará el escrutinio manual para conocer al ganador de los comicios en Honduras, uno de los países más empobrecidos y violentos de Latinoamérica.
Según el CNE, ayer Asfura tenía 749.022 votos (39,91%), y Nasralla 748.507 (39,89 %). Este empate técnico mantiene en vilo a ambos candidatos. Nasralla, sin embargo, afirmó en un mensaje en X que, según los sondeos finales de su propio partido, se proyecta como ganador de las elecciones, con un 44,6% de los votos frente al 39,8% de Asfura, aunque advirtió que con ese mensaje “no” se están “declarando ganadores”.
Pese a ese ajustado empate, los resultados evidencian el retorno de la derecha al poder en Honduras, país gobernando en el último periodo por el izquierdista Partido Libertad y Refundación (Libre).
El Partido Liberal lleva 16 años sin llegar al poder, por lo que esa posible victoria de Nasralla se podría tornar como un logro partidista, después de que adhiera a ese partido al renunciar el año pasado como vicepresidente del actual Gobierno de Xiomara Castro por riñas internas.
Mientras que el Partido Nacional solo lleva un periodo sin gobernar, tras la salida del expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), aunque sí acumuló un desgaste durante sus tres Administraciones entre 2010 y 2022 por denuncias de corrupción y presuntas vinculaciones con redes de narcotráfico.
La izquierdista Rixi Moncada, del oficialista Partido Libre ha sido relegada a un tercer puesto, con unos 359.584 votos (19,16%), lejos de sus encuestas que daban ganadora.
Efecto Trump
El presidente estadounidense, Donald Trump, sorprendió a escasos días de las elecciones al apoyar a Asfura, bajo la promesa de que habrá apoyo para el país centroamericano.
Con ese respaldo a Asfura, Trump también asombró a los hondureños con un futuro indulto al expresidente Hernández, condenado en 2024 en Estados Unidos a 45 años de prisión, más cinco de libertad vigilada, por tres cargos de narcotráfico y armas, incluyendo haber recibido dinero del capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán.
En medio de ese retorno asegurado de la derecha surge la incertidumbre de un posible restablecimiento de las relaciones con Taiwán, después de que en 2023 la actual presidenta hondureña las rompiera para estrechar vínculos con China.
Previo a los comicios, Asfura ya advirtió que cortaría con China y restablecería las relaciones con Taiwán, bajo el pretexto de que estaba muy bien cuando tenía relaciones con la isla asiática, porque recibía apoyo comercial y económico.
De una opinión casi similar es Nasralla, quien ha dicho que, de ganar la presidencia, romperá relaciones con Venezuela, retomará “las buenas relaciones” que Honduras ha tenido con Taiwán, y que con China la relación será solo en el campo económico. AFP, EFE
“Respetar la voluntad del pueblo”, pide la Fiscalía
El fiscal general de Honduras, Johel Zelaya, pidió ayer lunes respetar la voluntad de los ciudadanos expresada en las elecciones generales del domingo, en las que el escrutinio parcial da un empate técnico entre Nasry Asfura, del Partido Nacional, con el 39,91% de los votos frente al 39,89% de Salvador Nasralla, del Partido Liberal. “La voluntad del pueblo hondureño debe respetarse, y estaremos vigilantes para que la decisión expresada en las urnas sea respetada”, subrayó Zelaya en un mensaje en la red social X.
El fiscal hondureño señaló que la Fiscalía “siempre fue garante” del normal desarrollo del proceso electoral y que “continúa su labor, ejerciendo la acción penal que la Constitución le confiere para defender los intereses de la sociedad”.
“Liberado del comunismo-socialismo”
El sacerdote nicaragüense exiliado Erick Díaz celebró ayer lunes que Honduras se haya liberado del “comunismo-socialismo” tras las elecciones cuyos resultados apuntan a un inminente regreso de la derecha al poder.
“Hoy somos testigos de un momento histórico y es el retroceso del socialismo-comunismo en nuestra América Latina. Una ideología que, en muchos países, ha sembrado división, atropellos a la libertad, crisis económicas y profundas heridas sociales”, anotó el sacerdote, quien se encuentra exiliado en Chicago, Estados Unidos, a través de su cuenta de la red social Facebook. En su escrito, titulado “Un nuevo amanecer para América Latina, otro país se libera del comunismo-socialismo”, el religioso destacó que Honduras, con una participación masiva y ejemplar, ha dado una contundente lección de civismo y de democracia, “demostrando que cuando un pueblo se une, nada puede detener su deseo de libertad”.
“Este gesto cívico debe inspirar a toda la región, especialmente a Nicaragua, país hermano que anhela, merece y necesita un futuro distinto”, apuntó el sacerdote, muy crítico con los esposos y codictadores de su país, Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“Lo sucedido en Honduras es un recordatorio poderoso de que ningún pueblo está condenado a la opresión; siempre existe un camino de luz cuando la ciudadanía se levanta unida y decide cambiar su destino”, continuó el religioso, que se marchó al exilio hace tres años alegando razones de seguridad