LA NUEVA NORMALIDAD

Más de dos millones de electores se desplazarán para votar la semana que viene. Habrá uruguayos que llegarán del exterior, habrá conteos de papeletas, filas de espera y, para algunos, festejos.

Una escala de riesgo diseñada por el catedrático de Enfermedades Infecciosas de la UdelaR, Julio Medina, muestra que el peligro de contagio aumenta en los espacios cerrados, con aglomeración y cuando no se respetan los protocolos sanitarios.

Si bien durante esta semana hubo intercambios entre los científicos que asesoran al gobierno y las autoridades sanitarias, la circular Nº 10.976 de la Corte Electoral deja en claro qué se puede hacer y qué no en los comicios.

Porque en estos primeros sufragios bajo pandemia los ciudadanos no podrán salivar el sobre para sellarlo, deberán exhibir la credencial sin apoyarla en la mesa, deberán desinfectarse las manos con alcohol en gel antes de sufragar, solo se podrán quitar la mascarilla para la detección de identidad y siempre tendrán que guardar distancia.

Los integrantes de las mesas estarán más separados que de costumbre, y en el momento de apertura de los sobres deberán higienizarse las manos con frecuencia.

Esa distancia, al igual que el uso de tapabocas, correrá para los delegados de las agrupaciones políticas. En el caso de presentar un recurso, lo tendrán que firmar con su propia lapicera.

Los locales de votación deberán ventilarse periódicamente y se desinfectarán los espacios comunes.

Los científicos recomiendan enfáticamente la descarga y el uso de la aplicación CoronavirusUy. El rastreo de contactos que permite podría facilitar el seguimiento de las cadenas de transmisión ante un eventual brote.

El fin de la jornada, sin embargo, merece una atención aparte: porque además del riesgo de festejos masivos en lugares cerrados, la colectividad judía conmemora, con la salida de la primera estrella, el Día del Perdón, y Peñarol celebra su aniversario.