En el círculo íntimo de Laura Raffo supieron desde un principio que en esta campaña electoral iban a enfrentar dos desventajas: en primer lugar, el tamaño de la estructura partidaria que se conseguiría, en relación a la que tiene -y últimamente fortaleció- el precandidato Álvaro Delgado; segundo, la distancia que el exsecretario de la Presidencia ha logrado mantener en las encuestas desde que ambos nombres comenzaron a medirse por las consultoras, aunque esto último es matizado por los dirigentes de su entorno, que entienden que los estudios de opinión pública presentan, antes que tendencias definitivas, “variaciones” que por lo general responden a distintos momentos y coyunturas específicas.

Pero ahora lo que reina en Sumar es ese optimismo militante de que “es posible ganar” la interna del Partido Nacional, y la confianza ciega en una campaña electoral que, como adelantó El País días atrás, pretende formularse como “no tradicional”, “innovadora”, con una fuerte apuesta a la “comunicación horizontal” y dando especial protagonismo a esa entidad indefinida que es “la gente” y los militantes.

Mucho de esto ya pudo verse ayer en la tarde, en la sede de la precandidata (en la Plaza Independencia, frente a la Torre Ejecutiva), donde Raffo dio un escueto discurso en vivo y en directo a través de sus redes. Fue un mensaje enfocado en traslucir su “lado humano”, que precedió a un clip corto -de típico formato también digital- en el que la figura de precandidata solo apareció sobre el final, luego de varias voces que afirmaban: “Yo me sumo”, con el propósito de hacer realidad el eslogan: “Hagamos historia”.

“El año pasado logramos un montón de cosas juntos. Creamos un movimiento político, recorrimos el país, y prendimos una lucecita en cada ciudad, en cada pueblo”, comenzó diciendo Raffo, sentada sola al fondo del salón atiborrado de militantes -jóvenes en su gran mayoría- que resistían un calor asfixiante que ninguno de todos los aparatos de aire acondicionada siquiera amenizaban.

“Ahora -agregó-, estamos comenzando una segunda etapa de esta campaña”, que, entre otras claves, tendrá a la precandidata “abriendo el corazón” , para así mostrar su “lado humano”, o la “persona” que hay detrás. “No me conocen tanto como persona -añadió Raffo en tal sentido- y cuando uno está pidiendo un voto o la confianza”, algo muy importante es justamente eso: conocer a quien está pidiendo que lo elijan, afirmó. Y esto, pese a que el nivel de “conocimiento” que tienen los ciudadanos del nombre de la precandidata, según los estudios que manejan en su comando político, “es el más alto” del resto de los precandidatos del Partido Nacional, que son dos hombres, Delgado y el senador wilsonista Jorge Gandini, de largas trayectorias políticas y -en particular el exjerarca de gobierno- de amplia exposición pública en los últimos años.

De esa manera parte de lo que puede marcarse como diferencial de la economista, comentaron a El País colaboradores de la precandidata, estará en aprovechar ese capital y presentar a Raffo con toda la “autenticidad” que sea posible.

“Lo está haciendo convencida. Quiso presentarse como es”, señaló uno de sus allegados, que definió a la impronta de esta campaña como “de cercanía”.

Ahora, ¿de qué forma se baja a tierra esta idea? En la manera como, por ejemplo, Raffo visitará los lugares que tiene previsto en su agenda, y que -sobre todo en los próximos días- incluirá varias “fiestas populares”, como la Patria Gaucha, el aniversario de Villa Soriano o la Fiesta del Olimar. La idea es que, tal como hizo la semana pasada cuando asistió al cierre del carnaval de Melo, evite los hábitos del político tradicional, que suele elegir el “palco oficial, en compañía de la dirigencia política, para desde allí mostrarse y saludar a la gente. En el entorno de Raffo entienden que el rédito de la precandidata estará en “mezclarse” con el público y, como en Cerro Largo, visitar al referente de una comparsa y entender su “historia” personal.

Foto: Juan Manuel Ramos

El diputado Juan Rodríguez, uno de los pocos dirigentes que estuvieron presentes ayer en este segundo lanzamiento -algo buscado, ya que la idea era que el espacio fuera de “los militantes” y no tanto de quienes representan el aparato tradicional-, dijo en una breve rueda de prensa tras el evento que el objetivo de esta campaña es darle protagonismo “no solamente a aquellos que participan en la política” sino a “cada uno de los uruguayos y uruguayas”.

El efecto que esperan con esto los dirigentes de Sumar es producir un acortamiento de la brecha que hoy tiene Raffo con Delgado en las encuestas, fenómeno que en el equipo de la economista explican en el hecho de Delgado inició el año “con todo”, con una intensa gira por todo el país, mientras que Raffo estaba concentrada en terminar de diseñar la etapa que ahora comienza.

“No nos estresan las encuestas, porque la campaña está recién empezando”, resumió otro de los dirigentes consultados.