Redacción El País
El ministro del Interior, Carlos Negro, señaló este martes que está "muy consternado", tras el caso en el que un policía, que estaba de civil, disparó y mató a dos hinchas de Nacional que intentaban robar banderas de Peñarol en un una casa de Toledo (Canelones).
"Es lamentable que a raíz de un espectáculo ocurran este tipo de episodios. Estamos muy consternados por lo que sucedió. De todas formas, esta investigación sigue adelante. Está en manos de Fiscalía"; sostuvo el titular de Interior.
"Participamos en la medida que el fiscal del caso nos pida todo lo que es atinente a nuestro trabajo. La claridad definitiva del asunto está en manos del fiscal", aseguró Negro, al ser consultado sobre qué podría ocurrir con el policía que se encuentra emplazado.
Dos hechos de violencia en Canelones
Dos muertos, dos heridos y un funcionario policial emplazado a disposición de Fiscalía. Este fue el saldo de un clásico del Torneo Clausura que, pese a haberse disputado sin público, tras finalizar dejó dos episodios violentos. Ambos fueron en el departamento de Canelones: uno en Toledo y otro en Las Piedras. Investigan para conocer detalles de los casos, que según las hipótesis de los investigadores, tuvieron como motivación el robo de banderas.
Pocos minutos de diferencia separaron a los dos hechos violentos, que ocurrieron a menos de media hora de distancia. En uno de ellos, seis personas que vestían indumentaria de Nacional llegaron a una casa ubicada en la calle Torres Muñóz, esquina Jose Mateo Quiroga, en Toledo. Cámaras de casas cercanas muestran a los jóvenes llegar en dos motos.
En el patio de esa vivienda, estaba un funcionario policial de 24 años comiendo asado con un grupo de amigos. Fuentes del caso dijeron a El País que algunos integraban la banda de percusión de Peñarol. Afuera había colgadas dos banderas de este club, y aunque se presume que el grupo que llegó tenía la intención de robarlas, la secuencia duró solo unos pocos segundos y no cumplieron con su objetivo.
Uno de los jóvenes de Nacional salió corriendo de forma inmediata tras descender de una de las motos. Los otros hicieron lo mismo segundos después, cuando se escuchó la primera detonación. En total fueron 15, algunas de ellas mientras los jóvenes ya se estaban retirando del lugar.
El último disparo alcanzó a un joven mientras intentaba huir con su moto, mientras que otro cayó metros más adelante. Ambos murieron.
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