Redacción El País
Pablo Casás, abogado del hincha de Nacional imputado este sábado por el lanzamiento de una bengala náutica desde la tribuna Colombes hacia la América durante el partido clásico del Torneo Intermedio, aseguró que su cliente no tuvo participación en el episodio violento.
Aquel incidente provocó que un policía que se encontraba en la tribuna América resultara herido de gravedad. Durante semanas los investigadores intentaron dar con el presunto responsable y el pasado viernes detuvieron a un hincha tricolor que luego fue imputado el sábado por la Fiscalía por un delito de homicidio en grado de tentativa a título de dolo eventual. Estará en prisión preventiva a la espera del juicio, donde se verá si finalmente es condenado o no.
Casás aseguró en una rueda de prensa consignada por Subrayado (Canal 10) que él se opuso a la formalización de la investigación y agregó prueba que, a su entender, "una vez que sea diligenciada" permitirá desligar de responsabilidad a su cliente.
Afirmó que el hincha imputado sí estuvo en la cancha ese día, estuvo en la tribuna Colombes junto a su hermano y se cambió de ropa en varias oportunidades, pero eso "no tiene nada que ver" con la bengala náutica.
"Mi cliente no fue quien lanzó la bengala", indicó. Añadió que "ese conjunto probatorio" que presentó, "cuanto antes se diligencie", antes comprobará que su defendido no fue responsable.
Sobre los cambios de ropa, dijo que "lo hacen, es una forma de ocultarse dentro de la tribuna", pero "no tiene nada que ver" con que "haya sido el autor del lanzamiento de bengala".
En este sentido, apuntó a la "temporalidad", ya que "al momento en que se lanzó la bengala él estaba en otro lugar".
Violencia luego del clásico por el Clausura
Pese a que se jugó a puertas cerradas y no hubo incidentes en las tribunas del Campeón del Siglo ni en los alrededores, el clásico entre Peñarol y Nacional que se jugó este sábado por el Torneo Clausura no estuvo exento de violencia.
Una vez finalizado el partido que Peñarol le ganó a Nacional, se registraron al menos dos episodios violentos lejos del estadio: uno en Toledo y otro en Las Piedras, ambas ciudades de Canelones.
El episodio más grave, porque se saldó con dos muertes, ocurrió minutos después de finalizado el partido, pasadas las 17:00. La Policía recibió llamados al 9.1.1 alertando por disparos en Toledo.
La información inicial indica que un grupo de hinchas de Peñarol se habían juntado a ver el partido en una casa y habían colgado banderas del club. Dentro de ese grupo había un policía que estaba con su arma de reglamento.
Una vez finalizado el partido llegaron personas en dos motos y uno de los intrusos sacó un arma, razón por la cual el policía salió con su arma de reglamento y efectuó disparos.
"El incidente dejó como resultado a dos personas fallecidas", decía el parte policial de Canelones. Refiere a dos de las personas que habían llegado en moto. "El caso está en proceso de investigación", añadía y concluía con que el policía estaba detenido y a disposición del fiscal Luis Álvez.
Pero horas más tarde el fiscal dejó en libertad al funcionario por entender que no había indicios suficientes de que se tratara de un doble asesinato, sino que en principio habría repelido un ataque.
"Por ahora el policía no está imputado, veremos qué surge avanzada la investigación. En principio, seis personas venían en tres motos y se bajan en una finca, con armas. No se sabe para qué, si es para robar la bandera que estaba colgada afuera o si es para otra cosa. Allí el policía repele el ataque. Pero recién estamos comenzando la investigación", dijo el fiscal a Subrayado.
Fuentes de Fiscalía dijeron a El País que "restan muchos elementos para investigar" como los resultados de las pericias que se hicieron y los registros de las cámaras de seguridad de la zona. "El policía está a disposición de la investigación sin estar detenido", indicaron.
Este no fue el único caso violento. Exactamente a la misma hora, pero en Las Piedras, otro grupo de amigos hinchas de Peñarol se juntaron a ver el partido en una casa y fueron agredidos por personas que llegaron a la vivienda con intenciones de robar una bandera del club que estaba colgada.
"Los individuos, uno vestido con un canguro rojo de Nacional y el otro con uno gris, los amenazaron y efectuaron varios disparos, hiriendo a las víctimas, uno en una pierna y el otro en el glúteo, ninguno de ellos con riesgo de vida", dice el parte policial, que añade: "Los delincuentes lograron llevarse la bandera y huyeron en auto".
Por este caso no hay detenidos. El dueño de la casa dijo a Telemundo (Canal 12) que después de los festejos por el triunfo aurinegro se pusieron a jugar al truco "en la esquina del parrillero" porque aún "estaba el fuego prendido".
"Aparece uno atrás mío con un arma, apuntándome. Yo pensé que era una joda, pero cuando miro en el muro, allá, otro más con arma. Ahí me di cuenta de que no era una joda. Por cómo venía la movida, me di cuenta de que era por la bandera", señaló e indicó que cuando aún tenían "las cartas en la mano", los delincuentes "empezaron a disparar".
"Empezamos a correr para todos lados. Cuando se calmó todo, mi cuñado se mira la pata: sangrando. Un amigo tenía (un balazo) en el glúteo", contó y agregó que luego llamaron al 9.1.1.