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PLANTEO DEL PIT-CNT

Empresarios no avalan reducir la jornada laboral: "No es adecuado para el Uruguay de hoy"

El Pit-Cnt realizó la propuesta de rebajar las horas de trabajo manteniendo el mismo salario durante el acto por el 1º de mayo; Lacalle Pou no tiene “ningún problema” en discutir cambios en normativa.

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Acto del 1° de mayo de 2023
Acto del 1° de mayo de 2023.
Foto: Francisco Flores

Por Pamela Díaz
El planteo del Pit-Cnt es claro: pretende la reducción de la cantidad de horas de trabajo sin que se modifique el salario. Frente a una multitud en el acto por el Día Internacional de los Trabajadores, su presidente Marcelo Abdala exclamó con fuerza la propuesta, y rápidamente se escuchó una ovación. Pero, con el pasar de las horas, también apareció el rechazo del sector empresarial. La medida es vista con desconfianza por el temor a la reducción de la productividad y a un aumento del costo laboral.

Este no fue el único reclamo que realizó la central sindical en el acto del 1° de Mayo, pero fue el que caló con más profundidad en el ámbito político. El presidente Luis Lacalle Pou no tiene “ningún problema” en discutir la propuesta. Aunque ya aclaró que pensarla a “rajatabla” no le parece “adecuado ni practicable”. A su entender, hay tres variables que se deberían estudiar en conjunto a la hora de analizar la situación: salario, cantidad de horas y productividad.

“Si yo digo: ‘trabajo menos, tengo menos productividad y gano lo mismo, no es lógico’”, precisó el presidente. “Ahora, si digo: ‘trabajo menos, soy más productivo y gano lo mismo o más, eso es lógico”, añadió ayer al ser entrevistado por radio El Observador 107.9 de Buenos Aires, Argentina.

Pero la postura del sector empresarial es más dura. El presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales -quien antes estuvo dos periodos al frente de la Cámara de la Construcción del Uruguay-, Diego O’Neill, entiende que “no es un planteo adecuado para el Uruguay de hoy”. Y comentó a El País que no se podría aplicar con “carácter general” ya que cada sector vive una realidad diferente.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, Julio César Lestido, enfatizó que el “disminuir el horario y mantener la remuneración, si no hay una compensación, es un gasto”, por lo que no debería “reducirse la productividad”.

No cierran las puertas. Pero tampoco ven que hoy estén “dadas las condiciones”. No obstante, al igual que Lacalle Pou y O’Neill dejaron en claro, Lestido consideró que la medida no se podría “hacer pareja” para todas las actividades.

Ahora tienen la mira puesta en el impacto local de la brecha cambiaria con Argentina. El mercado, sobre todo los pequeños comerciantes o el minorista, está “viviendo una situación compleja”, añadió el empresario, y recordó el éxodo de uruguayos durante el fin de semana largo y Semana Santa.

El vicepresidente de la Cámara de Industria, Gabriel Murara, dijo a El País que, desde el punto de vista industrial, con el manejo de bienes transables, es una “medida que complica más la competitividad”, la que hoy “no es buena y se agravó por el tipo de cambio”. Pero ese no sería el único impacto: “sin duda va a afectar más el empleo”, señaló el propietario de la constructora Ceaosa.

Murara también sostuvo que habría una suba del “costo laboral” en una reducción de la jornada ya que el país no tendría “esa cultura de aumentar la productividad” en el mismo porcentaje. Además, remarcó que hoy no están dadas las “condiciones para realizar la prueba” para ver si funciona.

“Estamos planteando un tema que está fuera del contexto de la realidad que vive el país”, aseguró.

el dato

Ley de horas extras no permite “compensar”

La ley que regula las horas extras es “muy rígida” y “no permite más de una hora de redistribución por día”, explicó el abogado socio del estudio Ferrere. Esa situación hoy complejiza la posibilidad de reorganización de las horas semanales laborales ya que no existe la posibilidad de “compensarlas”. “Si me voy dos horas después y mañana dos horas antes, no se pueden intercambiar. Hay que pagar horas extras (por el primer día) y descontar dos horas simples (por el segundo día). Ahí el empleador pierde dinero”, indicó.

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El abogado y socio del estudio Ferrere, Alberto Baroffio, cree que será un tema que estará sobre la mesa durante los próximos años. Pero marcó que para poder encarar una modificación de la normativa o una negociación se tendrá que ir “bastante más atrás para partir de las leyes generales”.

En ese sentido, entiende que quedaron “viejas” la legislación vinculada a la jornada laboral, el pago de horas extras, el descanso semanal y las vacaciones. Además de que en “muchos casos ni siquiera recoge los intereses que existen hoy en los empleados y las empresas”.

Baroffio destacó que, “si se hace un análisis objetivo”, “si se logra atar la reducción de la jornada a la productividad, puede ser conveniente” para ambos. Pero hay que entrar a una negociación “sin demasiado sesgo” de las partes, añadió.

El abogado recordó que el sistema laboral está “muy centralizado en Consejos de Salarios y sector de actividad” y, dentro de cada uno, hay “diferentes empresas”, cada una con su realidad.

Sin embargo, el profesional aseguró que a nivel de cada compañía sí se puede mirar “mucho más la productividad” con el objetivo de “cotejar si se lograron o no” las metas propuestas vinculadas a las tareas y la reducción de las horas laborales.

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Nueva normativa en Chile y Colombia, y la reforma belga

“Ya estamos quedando atrasados, no solamente en el concierto europeo sino también en nuestros países vecinos de América Latina”, afirmó el presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, en el acto del 1° de Mayo, por el Día Internacional de los Trabajadores.

En ese sentido, el abogado Alberto Baroffio indicó que las reducciones de las jornadas que se han dado en otros países no apuntaron, en especial, al que ya trabaja 40 horas semanales. En Colombia la ley ya tiene dos años. Se decidió el pasaje de 48 a 42 horas semanales, explicó el socio de Ferrere.

Por otra parte, Chile implementa una disminución pasando de 45 a 40 horas. También se plantea una baja paulatina, de la siguiente manera: de 45 a 44 horas al primer año, a 42 horas al tercer año y a 40 al quinto año. Además, los chilenos podrán redistribuir sus horas para trabajar cuatro días y descansar los otros tres.

En Europa, Baroffio destacó dos puntos de la reforma que se realizó en Bélgica. Primero, que “pueden trabajar cuatro días 10 horas y, de esa manera, completar las 40 semanales para después tener tres días libres”.

Segundo, que “se prevé como posibilidad que una persona trabaje una semana más de 40 horas, por ejemplo 50, y la siguiente haga 30. Entonces, las personas divorciadas con hijos pueden coordinarse para trabajar menos la semana” que les toca el cuidado.

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