Cardama colocó quilla del segundo barco y pretende acordar con el Estado pese a iniciar acciones legales

Redacción El País
Semana a semana, nuevos elementos profundizan la tensión en la relación entre el gobierno uruguayo y el astillero Cardama. Como informó El País, la firma española representada legalmente en Uruguay por el estudio Huges & Huges se presentó ante el Ministerio de Defensa para, siguiendo los pasos que establece el Código General del Proceso, notificar sobre una audiencia de conciliación ante la posibilidad de una demanda civil contra el Estado. La instancia tendrá lugar a mediados de marzo.

Las reacciones desde el gobierno y desde la oposición no tardaron en llegar. El prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, disparó con una serie de cuestionamientos en la red social X sobre todo el proceso del contrato que se firmó con el astillero en diciembre de 2023 para la construcción de dos patrullas oceánicas por 82 millones de euros.

“¿Por qué se aceptó una garantía sin controlar solvencia, reputación y potestad de dar avales? ¿Quién se hace responsable de aceptar una garantía trucha entregada en mano? Pregunto por la posible acción de repetición, ya que por esa acción no hay inmunidad civil ni penal”, interpeló el jerarca en un tono duro a las autoridades del gobierno pasado de Luis Lacalle Pou.

De parte de la oposición, en tanto, se puso hincapié en las advertencias que se habían hecho sobre la posibilidad de un juicio contra el Estado luego de que el presidente de la República, Yamandú Orsi, anunciara el 22 de octubre en conferencia de prensa el inicio del proceso para rescindir el contrato.

No obstante, según supo El País, pese a que el astillero dio el paso legal más desafiante a pocas semanas de que, conforme a lo establecido en el contrato, deba abonarse el tercer hito por la instalación de los motores en el primer buque, la intención de la empresa sigue siendo la de conciliar y llegar a un acuerdo.

Foto: Estefanía Leal

Aunque las autoridades uruguayas han expresado que no tienen intención de realizar el siguiente pago por 8.227.000 euros (sostienen que manejan información de que los motores no llegarían en tiempo y forma), en caso de concretarse este sería el último a través de la carta de crédito abierta a principios de este año en el Banco República.

En este escenario, el astillero español avanzó en otro hito establecido en el contrato: la colocación de la quilla en el segundo barco. Aunque desde la empresa consideran que una nueva carta de crédito debería abrirse antes del 15 de febrero para los pagos de los hitos del segundo buque, son conscientes de que es improbable que se concrete la instancia dado el casi nulo vínculo existente hoy entre las partes.