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Investigación por caso de Penadés deriva en el hallazgo de una red de explotación de menores y extorsiones

El caso se parece cada vez más a Operación Océano. Tienen como elementos comunes delitos sexuales, filtraciones, explotación de menores, explotadores adultos y, al mismo tiempo, víctimas de extorsiones.

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Juicio a Gustavo Penades
Exsenador Gustavo Penadés.
Foto: Estefania Leal

El policía Carlos Taroco tenía una sólida carrera dentro del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Con formación en la Gendarmería chilena, se especializó en investigaciones delicadas. Llegó a la dirección del ex Comcar y a la Oficina de Información Táctica (OIT) del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) donde comenzó a investigar a las bandas y sus vínculos.

A través de sus trabajos investigativos, Taroco desbarató a varias organizaciones de narcotraficantes y estafadores. Conocía al detalle a las bandas criminales brasileñas que se mueven en la frontera de Brasil y Uruguay: “Os Manos” y “Bala na Cara”, por ejemplo.

Taroco conoce el mundo de los delincuentes, por eso se sabía de memoria el prontuario del joven Jonathan Mastropierro, quien figura como testigo de la investigación contra el exsenador Gustavo Penadés realizada por la fiscal de Delitos Sexuales de 6° Turno, Alicia Ghione y su equipo. Estaba enterado de que era un estafador contumaz y que se desempeñaba como “taxi boy”. También sabía que había extorsionado a empresarios con quienes había mantenido encuentros sexuales en el pasado.

Pero Taroco quería tirar más del hilo, conseguir más información. Por eso ordenó a un subalterno de su confianza en la OIT, Federico Rodríguez, que comenzara a investigar a Mastropierro. Así empezó un seguimiento día y noche. Su apartamento ubicado en la Ciudad Vieja fue filmado y fotografiado en múltiples ocasiones.

Taroco también ordenó la realización de un diagrama donde la fotografía de Mastropierro estaba en el centro y luego salían flechitas hacia otros nombres y rostros. Esto fue elaborado por un operador penitenciario y luego ese funcionario enseñó a Rodríguez a ingresar al sistema policial para cargar de más datos al diagrama, según consta en documentos a los que accedió El País.

Pero no solo se centraron en el caso Penadés, sino que se buscaron más ramificaciones. Allí surgió que Mastropierro también poseía vínculos con “taxi boys” mayores de edad, pero también con menores que eran explotados por adultos.

En varias conversaciones por WhatsApp, Rodríguez informó a Taroco que Mastropierro “tiene pilas de pendejos que hacen servicios de taxi boy”. En una oportunidad le dijo: “También trabajaba con Lore (una prostituta) sacando fotos y teléfonos para hacer una red (de clientes) que ellas tienen”.

Mastropierro viajaba a menudo a Maldonado. Allí el joven se vinculaba con prostitutas VIP, según la investigación de Rodríguez, mayores de edad, quienes en ocasiones extorsionaban a sus clientes, confirmó El País con tres fuentes del caso.

“Se administran ellas. No lo hace Mastropierro. Se promocionan entre ellas. Son potrones (muy lindas)”, le señaló Rodríguez a Taroco.

En un momento, Taroco le ordenó que se acercara a Mastropierro. Ambos se conocían de cuando el joven estuvo preso por estafa. Finalmente se encontraron y, siempre según el expediente, el policía le preguntó por estas jóvenes: “¿Ellas cobran?”. Mastropierro respondió: “Hacen dos cosas: piden plata y si pueden sacar más, sacan más”. De esa forma, el joven aludió a extorsiones a hombres que mantenían encuentros sexuales con ellas a cambio de dinero.

"Es un enigma”

Taroco y Rodríguez oficiaban de agentes encubiertos e investigaban todos los movimientos de Mastropierro. Cada tanto, el joven arrancaba su camioneta Jeep, modelo Renegade, y circulaba durante todo un día por Montevideo y zonas cercanas sin un destino fijo. Y muchas veces iba para Maldonado.

“Las idas a Maldonado (de Mastropierro) son constantes. Tengo que pedirle presupuesto por telepeaje”, señaló Rodríguez en forma irónica en un audio de WhatsApp dirigido a Taroco.

En un momento, y para sumarle un halo más de misterio a este caso, Mastropierro desapareció de su apartamento en la Ciudad Vieja por varios días. No lograron localizarlo hasta que él mismo, en una red social, reveló que se encontraba en el barrio Carrasco. En ese entonces, Taroco dijo a su subalterno: “Todo es muy raro. Lo de Mastropierro es una incógnita tremenda”. Rodríguez le contestó: “La verdad es que es un misterio en sí”.

También desconcertó a los dos policías un viaje que hizo Mastropierro a Argentina el 8 de abril de 2023. El joven salió de Uruguay por Fray Bentos y regresó por Colonia el 10 de abril.

En las conversaciones se da a entender que Mastropierro había dicho a algunos conocidos, a través de una red social, que estaba en Dubái (Emiratos Árabes). Y que había aludido, quizá de forma irónica, al caso del narco Sebastián Marset.

“Mastropierro está gastando horrores. Tiene conexiones con gente complicada. Hay que seguirle la corriente”, le dijo cierta vez Taroco a Rodríguez. Y este le contestó: “Jefe, nunca estuvo en Dubái. El único lugar que conoce (alejado de Uruguay) es Canadá”.

A fines de octubre de este año, el policía Rodríguez fue citado como imputado por la fiscal Ghione y su equipo integrado por las fiscales adjuntas María José Brisco, Fulvia Favretto y Mariana Bentancor.

Fue, además, el primer policía del caso Penadés al que se le incautó el celular.

Rodríguez continúa en calidad de imputado porque la fiscal Ghione considera que es parte de la trama que procuró realizar una estafa procesal en el Juzgado al presentar una teoría del caso falsa, con el objetivo de evitar el procesamiento del exlegislador.

Hoy la fiscal Ghione y su equipo aguardan los análisis de los celulares de Taroco y de Rodríguez por parte de especialistas de la Dirección de Investigaciones de la Policía y luego definirán nuevas citaciones.

En este momento, Taroco enfrenta una prisión preventiva en la cárcel de Cañitas (Río Negro). El 13 de octubre de este año, a pedido de la fiscal Ghione, fue imputado por la jueza Marcela Vargas, por los delitos de cohecho calificado y violación de secreto.

El político

Meses antes de ser imputado, Taroco ordenó a Rodríguez que se acercara a Mastropierro, incluso utilizando técnicas de seducción. El policía procuró hacerlo. El objetivo era obtener información sobre el entorno del joven estafador en general y del caso Penadés en particular.

Mientras almorzaban en un hotel, Mastropierro se concentró por momentos en su celular. Rodríguez aprovechó para sacarle fotos y enviarlas a Taroco como prueba de que había logrado concretar el encuentro. Según el policía le dijo luego a su jefe, en la charla le preguntó al joven “por qué (eligieron) a Penadés”. Y este contestó: “Debía ser alguien conocido. No podía ser cualquier pelagato”.

Además

Acusan a policía de armar diagrama

El diagrama, donde una foto de Jonathan Mastropierro estaba en el centro y salían flechas con nombres de jóvenes, entre ellos denunciantes en el caso Penadés, fue elaborado por el policía Federico Rodríguez, dijeron fuentes del caso a El País. La fiscal Alicia Ghione fue quien incautó el celular de Penadés y encontró ese documento. Rodríguez, según las fuentes, pretendió que otros dos funcionarios firmaran el trabajo y estos se negaron . El abogado de Penadés, Homero Guerrero, declinó hacer declaraciones.

Una amenaza de muerte y las filtraciones de información

El miércoles 22 pasado, la Asociación de Abogados Penalistas se enteró de la amenaza de muerte recibida por los abogados del jerarca policial Carlos Taroco, Leonardo Nilson y Ana García.

En una llamada al estudio Nilson, un hombre dijo: “Decile a tu jefe que no mueva más los papeles o lo vamos a mandar matar”. Ese individuo se había comunicado tiempo atrás con el estudio por otro caso y había dejado su teléfono. Así fue identificado y denunciado. Se trata de un exagen-te policial. Nilson y García presentaron una denuncia. Al otro día de la amenaza de muerte, la Asociación de Penalistas consideró que el sistema penal debe dar garantías al ciudadano en su derecho al secreto de las actuaciones. También entendió que se tendría que desarrollar un protocolo o reforma procesal, en la que se determine cómo proceder ante las filtraciones de investigaciones a los efectos de salvar responsabilidades administrativas, penales o civiles. Y advirtió que la asociación elaborará un proyecto sobre el tema. Con relación a la amenaza sufrida por Nilson y García, la gremial de abogados dijo que esta “es una consecuencia” de la manipulación de información que se hace y que termina en “manos irresponsables”.

Cargos políticos

La alianza de Romina y un joven estafador

En el celular del policía de la Oficina de Información Táctica (OIT) del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Federico Rodríguez, hay varias fichas del joven Jonathan Mastropierro por estafas que realizó en los últimos años. “Creo que tengo identificado quién puede ser el Benja (una de las supuestas víctimas del exsenador Gustavo Penadés)”, dijo Rodríguez a su entonces jefe Carlos Taroco. Luego nombró a varios jóvenes que podrían estar vinculados a la denuncia que recibió la fiscal de Delitos Sexuales Alicia Ghione. Desde su celular, Rodríguez brindó la identidad de un supuesto contacto que también estuvo involucrado en una serie de estafas. Y agregó que ese podría estar relacionado con Mastropierro. “Hay algo que no estamos teniendo, que es el nexo entre ese contacto y Mastropierro; por qué Mastropierro se acercó a ese chico (…) El interés de Mastropierro es el dinero. También sabemos que él ayuda a Romina Celeste (Papasso)”, insistió Rodríguez en su conversación con Taroco.

En otro tramo de la charla, Rodríguez reflexionó sobre el papel de Romina Celeste en la causa judicial contra Penadés. “Quizás la jugada de Romina Celeste era acomodarse políticamente y darle un lugar a Mateo (nombre como también se hace llamar Mastropierro), que le permitiera a este tener acceso a información”, agregó Rodríguez, sin especificar a qué tipo de datos se refería. En sus diálogos diarios, Taroco y Rodríguez mencionaron a un policía amigo de Mastropierro que sería homosexual.

“El agente está ‘adentro’ (es cercano a Mastropierro). Hay que apretarlo”, dijo Rodríguez, según chats que divulgó El Observador el lunes 13 pasado y que también los obtuvo El País.

Rodríguez agregó: “Tenemos todo para armar el aprete (al policía amigo de Mastropierro). Decirle que hay cámaras del CCU (Centro de Comando Unificado del Ministerio del Interior) y que lo hemos visto; que salió a correr con Mastropierro”. Enseguida señaló: “Habría que mostrarle las fotos de los gurises (denunciantes del caso Penadés) para que los pueda identificar. Evidentemente Mastropierro pudo haber organizado todo (el caso Penadés) tranquilamente”.

En su informe a Taroco sobre Jonathan Mastropierro, Rodríguez dijo que el joven con antecedentes por estafa habría abandonado su apartamento en la Ciudad Vieja. “Teóricamente se mudó. Vive en Carrasco. (…) Lo vengo controlando. Mastropierro cambió de camioneta. Tenía una Jeep negra”, sostuvo Rodríguez.

Luego, en otra conversación, informó a Taroco que fue citado por la fiscal Ghione a declarar y alertó a su jefe: “Debe ser por algún informe. Me llama la atención que sea la misma fiscal (del caso Penadés). (…) Yo voy a escuchar y nada más. En la Fiscalía hay abogados de oficio. Antes de las preguntas me llamaré a silencio”.

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