Grupo inversor uruguayo desembolsa US$ 4 millones en un nuevo hotel boutique en Punta del Este

Punta del Este continúa atrayendo inversiones hoteleras. Ahora, un grupo uruguayo vinculado al sector inmobiliario destinó US$ 4 millones para la construcción del hotel boutique Bravo.

El proyecto se ubica donde estaba el antiguo hotel Bravamar, frente a la Playa Brava de Punta del Este, a la altura de la parada 2. Al frente del complejo estará Hugo Mattos, quien cuenta con 11 años de trayectoria hotelera entre Ibis Montevideo, el Vivaldi y el Vik de José Ignacio. A su vez, el experto Pablo Pesce brindará su asesoramiento.

Según explicó Mattos, el hotel boutique contará con 26 habitaciones de «diseño contemporáneo» y «equipadas con tecnología de última generación», concebidas «para el descanso y para responder a nuevas formas de viajar». Entre los servicios que se ofrecerán destacan la piscina, el solarium terraza, el restaurante —armado en conjunto con los responsables de Dilema Café & Restobar—, el gimnasio y el espacio de coworking con sala de reuniones y capacidad para unas 11 personas, además del estacionamiento propio.

El proyecto comenzó a gestarse hace dos años, recordó Mattos, y sus impulsores decidieron llevarlo a cabo por el cambio que ha tenido Punta del Este, que ahora atrae a un público más desestacionalizado. «Ya no es solo la postal de verano y playa; cada vez más visitantes llegan fuera de temporada por congresos, teletrabajo o escapadas cortas. Si bien sigue teniendo temporadas altas y bajas bien definidas, hoy muestra una demanda sostenida durante todo el año, potenciada por perfiles de visitantes que combinan ocio y trabajo remoto. Además, la ciudad continúa expandiendo polos corporativos como el Centro de Convenciones y el nuevo WTC Punta del Este, lo que asegura un flujo constante de visitantes que demandan este tipo de producto», argumentó.

Ricardo Figueredo.

El establecimiento apuntará a captar un público que visita Punta del Este por placer, pero también se espera que los huéspedes de perfil corporativo tengan una fuerte incidencia. «Creemos que el segmento ocio representará alrededor del 60% de la demanda, sobre todo porque vemos un crecimiento muy fuerte del corporativo y de los pequeños grupos de eventos, que van a aportar el 40% restante», auguró Mattos. Al precisar aún más al público del hotel, agregó que esperan parejas que prefieren un entorno tranquilo y personalizado, profesionales que llegan por congresos o se instalan unos días para teletrabajo, e incluso «nómades digitales».

Una vez en funcionamiento, el hotel generará unos 30 puestos de trabajo directos, que aumentarán en temporada alta al incorporar colaboradores eventuales. A esto se sumarán empleos indirectos en áreas como lavandería, transporte, mantenimiento, proveedores gastronómicos y otros rubros.

Según adelantó Mattos, en una segunda fase del proyecto se ampliarán las instalaciones y se elevará la capacidad hotelera. «Ya adquirimos el terreno de al lado y proyectamos para 2026 ampliar la cantidad de habitaciones a más de 35 y aspiramos a que sea un punto de encuentro en el barrio. Es una apuesta de largo plazo por Punta del Este, confiando en la solidez del destino y en su capacidad de atraer más visitantes regionales e internacionales», concluyó.