Geriatra brinda claves para envejecer con autonomía: "La vejez no es sinónimo de enfermedad"

Envejecer con autonomía y bienestar es posible: se requieren hábitos saludables como la alimentación adecuada, el ejercicio físico y el cuidado de la salud mental. La médica geriatra María Alejandra Benavides abordó la importancia de la prevención y el cuidado integral en adultos mayores.

Entre los principales hábitos recomendados destacan:

• Actividad física: realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio cardiovascular moderado, como caminar, bailar o nadar.
• Nutrición: seguir una dieta mediterránea rica en frutas, vegetales, frutos secos y reducir el consumo de carnes rojas, alimentos procesados, sal y azúcar.
• Evitar sustancias nocivas: no consumir alcohol ni tabaco.

La hipertensión arterial es la enfermedad más común en adultos mayores. Según la doctora Benavides, hasta el 80 % de las enfermedades crónicas pueden prevenirse con hábitos saludables. En casos de patologías preexistentes como diabetes o hipertensión, es fundamental el tratamiento farmacológico junto con la adopción de un estilo de vida saludable para evitar complicaciones graves como infartos o accidentes cerebrovasculares.

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La doctora explicó que los geriatras clasifican a los pacientes mayores en tres grupos: sanos, intermedios y frágiles. De acuerdo con esta evaluación, se prescribe un plan de ejercicios adaptado a la condición física de cada persona. Aún en pacientes con movilidad reducida, es posible establecer rutinas seguras que mejoren su calidad de vida.

El envejecimiento también implica un acompañamiento emocional. La doctora resaltó que no es normal asumir la tristeza, la depresión o la pérdida de memoria como parte inevitable de la vejez. Cambios en el comportamiento o la memoria deben ser motivo de consulta ya que existen estrategias para prevenir y tratar alteraciones mentales como la demencia y los trastornos afectivos.

Finalmente, subrayó la importancia de brindar apoyo no solo a los pacientes, sino también a sus cuidadores. Desde la geriatría se trabaja con un equipo multidisciplinario que incluye trabajadores sociales y psicólogos, con el fin de apoyar tanto al adulto mayor como a su entorno familiar.

"No debemos normalizar que la vejez es sinónimo de enfermedad. Se puede llegar hasta el final de la vida, 80, 90 años, sano, autónomo en todas las esferas: cuerpo, mente y espíritu", aclaró la médica.

Elim Johanna Alonso Dorado, El Tiempo/GDA