Qué frutas tienen un bajo índice glucémico: consejos para evitar picos de azúcar en sangre

El consumo regular de frutas enteras puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2, complicaciones cardiovasculares e incluso la muerte prematura, según estudios.

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Frutas.
Foto: Needpix.

Las frutas son fundamentales para nuestra salud: su alto contenido en fibra, agua, vitaminas y minerales las convierte en aliadas del bienestar general. Sin embargo, en el caso de personas con diabetes, su consumo suele generar dudas por la presencia de azúcares. ¿Es seguro comer fruta teniendo esta condición? La respuesta es sí, pero siguiendo ciertas recomendaciones.

Frutas y diabetes: rompiendo el mito

Durante años ha persistido la creencia de que las personas con diabetes deben evitar las frutas debido a su contenido de azúcar. No obstante, tanto MedlinePlus como Clínica Mayo aclaran que se trata de un mito. Las frutas contienen fructosa, un tipo de azúcar natural que, al ser consumido junto con fibra y otros componentes de la fruta entera, no tiene el mismo impacto sobre los niveles de glucosa en sangre que los azúcares añadidos presentes en productos ultraprocesados.

Estudios sugieren que el consumo regular de frutas enteras puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y, en quienes ya la padecen, a prevenir complicaciones cardiovasculares o incluso la muerte prematura.

El índice glucémico: una herramienta clave

El secreto para incorporar frutas sin provocar picos de glucosa está en entender el concepto del Índice Glucémico (IG). Esta medida indica qué tan rápido un alimento con carbohidratos eleva la glucosa en la sangre. Los alimentos con IG bajo producen aumentos graduales y controlados, mientras que los de IG alto provocan alzas rápidas.

Algunas frutas, como las bayas, las manzanas o las peras, tienen un IG bajo o moderado, lo que las hace apropiadas para el consumo en personas con diabetes. Por el contrario, frutas como el mango, los dátiles o la sandía poseen un IG más alto, pero esto no significa que deban ser eliminadas. Pueden incluirse en porciones adecuadas y dentro de una dieta equilibrada.

Comprar frutas
Mujer elije frutas en un mercado.
Foto: Freepik.

Especialistas recomiendan seguir algunas pautas simples para disfrutar de la fruta sin que afecte negativamente la glucemia:

  • Controlar la porción: lo ideal es que cada porción no supere los 15 gramos de carbohidratos. Esto equivale, por ejemplo, a media manzana o banano medianos, una taza de moras, tres cuartos de taza de arándanos azules, una naranja mediana o una taza de melón en cubos.
  • Preferir frutas con cáscara: al consumir frutas como la manzana o la pera sin pelar, se conserva la fibra presente en la piel, la cual ralentiza la absorción del azúcar y contribuye a evitar picos abruptos de glucosa.
  • Acompañar con proteínas o grasas saludables: mezclar frutas con yogurt griego, frutos secos, semillas o queso cottage ayuda a que el azúcar se absorba más lentamente, proporciona mayor saciedad y mantiene niveles de glucosa más estables a lo largo del día.
  • Evitar los productos procesados: jugos envasados, frutas enlatadas en almíbar, purés y otras formas procesadas de fruta suelen tener menor contenido de fibra y mayores cantidades de azúcares añadidos, lo que puede afectar negativamente el control glucémico.

El Universal/GDA

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