Redacción El País
La granada, una fruta de tonalidades intensas y sabor dulce, destaca no solo por su atractivo visual, sino también por su perfil nutricional excepcional. Rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, se ha ganado un lugar privilegiado en la alimentación saludable.
Este fruto, que puede disfrutarse tanto al natural como en jugos, ensaladas o incluso en yogur, contiene compuestos como el ácido elágico y las punicalaginas, conocidos por su capacidad para neutralizar los radicales libres y proteger las células del daño oxidativo.
Según investigaciones respaldadas por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la granada contiene una mayor cantidad de antioxidantes que muchas otras frutas populares, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan prevenir enfermedades degenerativas como el Alzheimer, ciertos tipos de cáncer o enfermedades cardiovasculares.
Más allá de sus semillas comestibles, la cáscara de la granada también puede aprovecharse en infusiones que ayudan a combatir el envejecimiento prematuro gracias a su acción antioxidante.
En cuanto a sus nutrientes, es fuente de vitaminas C y K, fibra, potasio y agua, lo que no solo la hace refrescante y de bajo contenido calórico, sino también beneficiosa para el metabolismo y la salud cardiovascular. La Sociedad Española de Cardiología señala que su consumo regular puede reducir el colesterol LDL (colesterol “malo”), controlar el estrés y mejorar la función del sistema circulatorio.
La nutricionista Blanca García también destaca su papel como probiótico natural, útil para mantener una buena salud digestiva y circulatoria, y para retardar los signos del envejecimiento.
Además, estudios de la Universidad de Washington señalan que el jugo de granada, particularmente cuando se consume durante el embarazo, puede ayudar a proteger al feto frente a posibles complicaciones durante el parto.
Por su parte, la evidencia científica relaciona la ingesta de extracto de granada con la mejora en la función de los vasos sanguíneos, lo cual podría ayudar a prevenir afecciones como la hipertensión o la arteriosclerosis. Así, la granada no solo es un manjar dulce y versátil, sino también un alimento funcional con múltiples beneficios comprobados para el bienestar general.
En base a información de El Tiempo/GDA