Vivimos tapando agujeros e intentando controlarlo todo; incluso —o sobre todo—, lo incontrolable. No queremos ver ni que otros vean nuestras carencias y nos acostumbramos a estar ansiosos, tristes o con miedo. Pero, según los psicoanalistas argentinos Ornella Benedetti y Santiago Silberman, el ser humano es, por definición, falta e incompletitud y “es por hacer de cuenta que somos perfectos que nos enfermamos más”.
En su nuevo libro Imperfectos (Editorial El Ateneo) los expertos reunieron 14 casos de pacientes que buscaron superarse a sí mismos a través de la psicoterapia. Abarcaron algunos de los temas que aparecen con más frecuencia en el consultorio: fobias y obsesiones sin control, ataques de pánico, depresión y ansiedad, y miedos silenciados que el propio cuerpo empuja a salir.
“No sufrimos por nuestras imperfecciones, sino por el hecho de no reconocerlas”, señaló Benedetti. En la misma línea, Silberman mencionó que es importante aceptar las imperfecciones, pero no como un “premio consuelo” sino transitando un proceso que nos haga felices: “Aceptar no significa ser infelices el resto de nuestras vidas”.
Resignificarse entre tristezas y ansiedades
Los psicoanalistas aseveraron que un paso clave hacia la aceptación es resignificar nuestra propia historia. “El pasado no puede cambiar: los hechos que pasaron, pasaron. Pero lo que sí puede cambiar es la interpretación que uno hace de esos hechos, que no significa mentirse a uno mismo sino contar su historia desde otro lugar”, explicó Silberman. Esto es fundamental a la hora de tratar la raíz de síntomas como la ansiedad, la depresión o los trastornos obsesivos-compulsivos.
Nadie está exento de padecer cualquiera de las problemáticas que aborda el este trabajo, dijo Benedetti. Los casos que eligieron varían en género y edad para mostrar justamente eso y lograr que las personas se identifiquen y no se sientan solas.
Dos aspectos que atraviesan los relatos son la tristeza y la depresión. Para diferenciarlos, la experta expuso que, por un lado, el primero es un estado pasajero cuya causa es identificable: “Sabemos que estamos tristes porque nos fue mal en un examen, perdió nuestro equipo de fútbol o nos peleamos con nuestra pareja”. Por otro lado, el segundo —señaló— es un trastorno mental que se prolonga en el tiempo donde la persona pierde el interés por actividades que antes deseaba hacer. “Incluso bañarse o levantarse de la cama es difícil en depresiones más graves”, dijo y agregó que el paciente no puede identificar la causa que lo llevó a esa situación.
También protagonizan Imperfectos la ansiedad y el ataque de pánico. El primero es “una reacción normal del cuerpo frente al peligro” que se vuelve un problema cuando aparece en situaciones donde no hay un peligro real. Por ejemplo, si uno tiene una cita y comienza a cuestionarse si será correspondido y esa anticipación lo lleva a imaginarse que se quedará solo el resto de su vida, estará tenso y podrá sentir taquicardia o aturdimiento, entre otros.
“El estímulo está en la mente; no es necesariamente real”, indicó Silberman. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a un estímulo que no tiene representación —la muerte o la locura—, se trata de un ataque de pánico. En este caso “estamos convencidos de que estamos por morirnos o volvernos locos. Y se diferencia de otros cuadros de ansiedad porque nadie ha vuelto de la locura ni de la muerte para decirnos cómo es. No hay una representación. Nos estamos preparando para algo que no sabemos cómo es”.
A su vez, Benedetti destacó que otra diferencia está en la intensidad: “El ataque de pánico irrumpe de manera violenta y sorpresiva y no se presenta gradualmente, como sí suele pasar con la ansiedad, que a veces va de menos a más”.
La fobia no siempre es negativa
El trabajo también aborda las fobias. Las más comunes, según Benedetti, son a ascensores, aviones, ómnibus, situaciones sociales —lo que se conoce como ‘fobia social’—, cucarachas, ratas e insectos.
“Mucha gente piensa que son algo re negativo, pero no siempre. Depende de cuánto interfieren en la vida de la persona”, remarcó la experta y puso el ejemplo de una persona que vive en la ciudad y tiene fobia a los caballos. Silberman continuó: “Quizás lo que nos da miedo en realidad es la muerte, pero nos es más fácil pensar que esa angustia proviene de algo que sí controlamos, como los caballos”.
Y agregó: “Si uno está constantemente siendo atravesado por los dolores de la vida, difícilmente pueda vivir. Hay ciertos casos donde la fobia puede encapsular algo de esa angustia, nombrarla, sin tener que estar lidiando con ella todo el tiempo”.
Por lo tanto, a veces es importante ir hacia la raíz del conflicto, pero otras veces lo más recomendable es “no indagar tanto”, apuntó Benedetti y sostuvo que, como psicoanalistas, deben evaluar caso a caso. “Eso es lo más difícil de nuestra profesión. Y por eso la terapia no es para todo el mundo en cualquier momento y en cualquier lugar”, afirmó.
Cuando el cuerpo entra en escena
Los expertos incluyen en su libro el tema de las enfermedades psicosomáticas, es decir, cuando los factores psicológicos influyen en el desarrollo o agravamiento de síntomas físicos. “Vemos muy frecuentemente esto de que los pacientes van al médico y no encuentran una causa clara de lo que les pasa”, expresó Benedetti y dijo que sucede mucho con el acné, el asma y la psoriasis.
“Cuando las palabras faltan, el cuerpo entra en escena y dice lo que nosotros no pudimos. Y una de nuestras premisas es que la cura está, justamente, en hablar, en poner en palabras lo que nos pasa”, agregó.
Silberman acotó: “No podemos decir que todos los casos de asma o de psoriasis, por ejemplo, tienen que ver con esto, pero sí muchas veces cuando uno no encuentra explicaciones en la medicina, quizá las pueda encontrar en el diván de un psicólogo”.
Por último, los expertos señalaron que el libro está dirigido a quienes busquen hacerse nuevas preguntas y no solamente hallar respuestas. Cada caso es una invitación a reflexionar cómo se posiciona uno frente a sí mismo y los demás, y repensarse como el ser imperfecto que es y que somos todos.
Presentación de Imperfectos en Montevideo
Benedetti y Silberman presentarán Imperfectos en Montevideo el próximo 24 de julio a las 18hs en Charco Club Cultural (Maldonado 1477). Ambos son cofundadores de RedPsi, una red que reúne a más de 700 profesionales y promueve la importancia de la salud mental desde un enfoque cercano y comprometido. Verdades no dichas, su primer libro, buscó acercar el psicoanálisis a la vida cotidiana a través de casos y reflexiones que invitan a cuestionar creencias rígidas y repensar los vínculos.