La ciencia revela cómo es que una pareja puede mantenerse enamorada toda la vida

La ciencia muestra que el amor puede durar décadas: el cerebro activa circuitos que sostienen la pasión inicial y la transforman en un vínculo profundo, estable y emocionalmente sólido.

Pareja de adultos mayores. Foto: Pixabay

Redacción El País
La idea de un amor que perdure para siempre ha despertado curiosidad durante siglos, al punto de llevar a investigadores de distintas áreas a intentar descifrar qué hace que dos personas sigan conectadas con el paso del tiempo.

Más allá de los gestos románticos, los poemas o las tradiciones culturales, la ciencia afirma que el amor profundo y duradero tiene una explicación concreta: empieza en el cerebro.

Richard Schwartz y Jacqueline Olds, investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard, sostienen que enamorarse activa zonas específicas del cerebro, especialmente aquellas vinculadas al circuito de recompensa. Su estudio, Amor y cerebro, señala que neurotransmisores como la dopamina y el cortisol generan las sensaciones intensas y casi eufóricas de las primeras etapas de una relación.

Abuelos enamorados

A medida que el vínculo evoluciona, esa química inicial se estabiliza. Sin embargo, eso no significa que el sentimiento se desvanezca. “El amor es una cuestión de química cerebral”, explican los expertos, y destacan que la disminución de la ansiedad o la excitación no implica el fin del romance, sino una transformación hacia un tipo de unión más profunda.

Esa misma idea es respaldada por una investigación de la Universidad Stony Brook, donde los científicos observaron que parejas con más de 20 años de matrimonio presentaban patrones de actividad cerebral similares a los de personas recién enamoradas. Según esos resultados, es posible “seguir locamente apasionados después de décadas juntos”. La pasión puede cambiar de forma, pero no desaparece: se convierte en un sentimiento más estable que ofrece apoyo, compañía y conexión emocional.

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Bailar le hace bien al cuerpo y al cerebro.
Foto: Flickr.

Para los investigadores, esta evolución natural del amor —del entusiasmo inicial a un vínculo compasivo y sólido— no equivale a la pérdida del romance. Por el contrario, señalan que la relación puede mantenerse viva si se cultivan aspectos como la sinceridad, la comunicación y la admiración mutua.

La ciencia sugiere que el amor duradero no es un mito, sino un proceso en el que el cerebro, las emociones y el compromiso cotidiano funcionan en conjunto para sostener el vínculo a lo largo del tiempo.

En base a El Tiempo/GDA

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