Redacción El País
Los especialistas coinciden en que el amor no es suficiente para mantener una relación. Se necesita comunicación, respeto y estabilidad emocional. Una pareja puede quererse y, aun así, reconocer que el vínculo se volvió dañino: cuando cada encuentro termina en ansiedad o malestar, ya no hay espacio para construir.
No todas las diferencias de pareja son iguales. Hay desacuerdos cotidianos y negociables, y hay incompatibilidades profundas que tocan valores, proyectos de vida o formas de ver la intimidad y la confianza. Esas son las verdaderas “irreconciliables”.
¿Cómo distinguir un problema puntual de una señal de alerta? Los profesionales sugieren mirar el impacto emocional ¿Cuánto malestar genera este tema, del 1 al 10? Si la respuesta es alta y la convivencia está marcada por tensión, tristeza o desgaste, probablemente no sea un desacuerdo más, sino un síntoma de algo mayor.
Las señales más claras de un vínculo agotado incluyen:
- Discusiones circulares
- Falta de respeto por los límites
- Ansiedad o culpa permanente
- Esfuerzo desigual
- Deterioro de la tranquilidad y de la identidad personal
- Manifestaciones físicas como angustia, insomnio o pérdida de apetito
¿Por qué cuesta tanto irse?
Apego inseguro, miedo a la soledad, inversiones emocionales o económicas y la tendencia a idealizar lo que fue son motivos que llevan a muchas personas a quedarse incluso cuando saben que no están bien. Irse duele, pero quedarse también, solo que más lento.
Una herramienta útil es la “pregunta espejo”: Si alguien a quien quiero viviera lo mismo, ¿le aconsejaría quedarse? Otra: ¿Esta relación me acerca o me aleja de la persona que quiero ser?
Cerrar una relación sin rencor implica aceptar la pérdida, poner límites y evitar idealizar lo que ya no funciona. Recordar también lo que dolía —no solo lo bueno— ayuda a transformar la nostalgia en aprendizaje. Separarse con amor es posible: significa agradecer, reconocer lo que no funcionó y dejar ir sin hacer daño.
En base a El Comercio/GDA
-
Cómo sentirse bien con lo que uno tiene y no desear la vida de los demás, según la filosofía estoica
Vivir como si todo estuviera bien, pero sentir un vacío: qué es la depresión funcional y cómo identificarla
Aprender a tocar un instrumento: cómo pasar de la práctica a la creatividad, según nuevo estudio