El discurso político está abaratado en nuestro país. Se nota, sobre todo, la falta de un discurso constituyente.

La discusión sobre el modelo de país es puro bla bla bla hasta que no se especifica quiénes van a tener la vaca atada.

La discusión sobre los modelos económicos de país debería ser más explícita en lo que realmente es.

El humor nacional está mostrando una disposición de cambio hacia mayor libertad.

Nuestra identidad no es algo material, medible en estadísticas de bienes y servicios.

Que el año que viene el Uruguay sea un país donde se respete lo que piensan los demás.

Uruguay se ha convertido en un país laico; además, ignorante: tanto de lo religioso como de lo cristiano en particular.

El Pit-Cnt no compite, no tiene rivales, puede hacer lo que quiera sin riesgo alguno.

Milei, indignado, se dirige a sus compatriotas vilmente estafados por quienes él llama la casta.

Una de las cualidades importantes de un dirigente político, es la capacidad de interpretar los estados de la sociedad.