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Hace 22 años que Caro Curbelo se recibió de diseñadora gráfica. Por esas cosas que se van incorporando con la profesión o que trae la vocación, siempre le llamaron la atención aquellas características arquitectónicas que definen a una ciudad y que, muchas veces, se van perdiendo por el paso del tiempo o el progreso.

“Montevideo fue perdiendo un poco la identidad arquitectónica de la época de oro uruguaya, muchas cosas del art decó, de los años 50, 60 o 70”, contó Curbelo sobre lo que fue advirtiendo que iba pasando con las viejas marquesinas de locales comerciales, cines o galerías de la ciudad.

“Empecé a mirar la ciudad como del primer piso hacia arriba y ver qué quedaba de todo eso. Y fui haciendo fotos”, agregó sobre una idea que terminó de concretar en abril de 2011.
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Fue ahí que nació Tipografías Montevideanas, “un archivo online de fotografías de carteles, fachadas, marquesinas y otros sitios donde se encuentran joyitas tipográficas que van sobreviviendo al boom del ploteo en vinilo y a los caprichos de los nuevos arquitectos de la ciudad”, según lo describe en su blog de diseño Mirá Mamá (miramama.com.uy), que aloja esta y otras ideas de la diseñadora.

“En ese momento lo mejor que se me ocurrió fue hacer una galería en Tumblr, donde ir subiendo el resultado de mis hallazgos y, como casi todos mis proyectos, estaba abierto a recibir colaboraciones y de a poco se fueron sumando otros caza-carteles”, continúa la descripción de un proyecto que con el tiempo se mudó a Instagram y hoy es el único canal por el que se alimenta y tiene vida.

Curbelo considera que Tipografías Montevideanas ya no es más un proyecto personal, sino que la gente se ha apropiado de él y por eso sigue muy activo a pesar del paso de los años.

Otro punto a remarcar es que no solo lo alimentan los montevideanos, sino que también hay muchos turistas que colaboran con la iniciativa. “Les llaman la atención los carteles de cines, de algunos locales como las joyerías de Ciudad Vieja o de alguna panadería o confitería y suben las fotos. Alguien las ve y dice ‘¡ah! hay un hashtag con eso’ y entonces se empieza a ampliar esta biblioteca”, relató la diseñadora.

Agregó que “la idea es que cuanto más gente se apunta, más vemos, porque yo tengo un circuito y voy por unos barrios y otra gente vive en otros barrios y también sube fotos. Se trata de empezar a ver e invitar a mirar, a valorar, a conservar… a que haya como una mirada crítica y constructiva de qué nos cargamos y qué dejamos”.

Curbelo destacó, además, que las fotos generan un intercambio entre los participantes del proyecto porque aparecen los mensajes en los que no solo se comentan los aportes, sino que también empieza a haber una circulación de información.

“Uno sube una cosa y otro se la comenta. Hay gente que pregunta ‘¿dónde es esto?’ o señala ‘este era mi barrio’. Me escriben de rodajes diciendo ‘estamos haciendo un aviso para la tele y queremos saber dónde está esto’ o ‘necesitamos una panadería de época, vimos una en tu página’”, contó la diseñadora.

MVD Tipo, como se conoce el proyecto en Instagram, también se presta para que se registren curiosidades. “Como alguien que sabe la historia de por qué ese lugar tenía esas letras y cuándo se hizo, entonces te escriben contando esa historia… Es un proyecto que te da una excusa para pensar cuánto cambió algo”, destacó su creadora.

A lo largo de todos estos años son muchos los registros o historias que han ido marcando a Curbelo.

La gestora del proyecto recordó especialmente la vieja casa de alfombras Assimakos, ubicada en Avenida Italia, donde actualmente se encuentra un local de Tiendas Montevideo. “Era un edificio increíble, con las letras hechas en cemento en la fachada. Cuando lo derrumbaron pila de gente decía ‘menos mal que hay una foto que registra que eso estuvo ahí, qué increíble que ahora ya no existe’”, contó la diseñadora.

En particular, a Curbelo le llaman la atención todas las fachadas de los cines que hace muchos años poblaban la Avenida 18 de Julio. “Hablan de una época muy puntual de Montevideo. Ahora casi todos esos cines son iglesias. Ese es un registro súper lindo que hay de un tiempo que pasó y que no va a volver”, apuntó con nostalgia.

De allí la importancia de Tipografías Montevideanas, un proyecto plagado de fotos que bien vale visitar para conocer un Montevideo que la nueva arquitectura está sepultando y son pocos los que piensan en rescatarlo.

MVD Tipo sirve para dejar un legado, un registro de que esa pieza arquitectónica existió. “Es como una biblioteca de lo que fue Montevideo en algún momento. Una biblioteca del paso del tiempo”, resumió Curbelo.