Tatiana Scherz Brener

Durante el 2022, Arenas de Vidrio logró recolectar alrededor de 20 toneladas de vidrio que luego fueron recicladas y suministradas a una fábrica nacional de monolíticos para la creación de baldosas. Pero no solo eso: el año pasado hubo muchos aprendizajes en el uso de arena de vidrio en Uruguay. Veamos cuáles fueron los hallazgos.

A partir de ensayos realizados en coordinación entre Arenas de Vidrio y Grupo Bitafal, se pudo constatar que la arena de vidrio no solo actúa de forma similar a la arena natural en ciertas mezclas, sino que incluso presenta ventajas para la seguridad vial. Ana Paula Demaría, directora de Arenas de Vidrio, señaló que las pruebas se hicieron en un producto específico, el seal coat, que se utiliza como recubrimiento para las carreteras, y en todos los casos “mejoraba el índice de fricción y el coeficiente de resistencia al deslizamiento que determina cuánto se desliza el neumático en el pavimento en ciertas condiciones”.

Los números son impactantes: “A las velocidades de 60 y 100 kilómetros por hora, la intervención del vidrio mejoró en todas las situaciones, destacándose el vidrio grueso original con una mejora de 189% para la velocidad de 60 km/h y de 492% para la velocidad de 100 km/h, con respecto al pavimento de referencia”.

Para Demaría, esto es “super valioso”, en tanto, “además de reutilizar el residuo, se pueden mejorar algunos índices en lo que es materia de seguridad vial con todo lo que se habla de la pandemia de los accidentes de tránsito”.

Asimismo, ha habido avances en lo que tiene que ver con arena de vidrio filtrante para aguas cloacales. Los ensayos realizados demostraron una ventaja comparativa respecto al uso de arena natural: “Los resultados implicaron un promedio de reducción del 95% para coliformes totales (se llama ‘coliforme’ a un grupo de especies bacterianas), y un promedio de reducción del 92,3% para coliformes fecales. Para muestras muy contaminadas como son las aguas cloacales, es un muy buen desempeño”.

A su vez, Demaría indicó que el uso de arena de vidrio filtrante genera un ahorro de hasta un 20% del material en la carga del filtro y también genera ahorros en la cantidad de agua que se utiliza para el retrolavado del mismo.

Tanto esfuerzo devino en resultados positivos: sobre fines del 2022, Arenas de Vidrio Filtrante fue uno de los proyectos elegidos en el Programa de Oportunidades Circulares de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE). Los fondos obtenidos a través de este programa permitieron comenzar a pensar en la implementación del proyecto, para el cual es necesario adquirir dos equipos con los que se producirá el producto.

“Parte de los fondos que la agencia nos concede para este proyecto van a ser destinados a la importación de un equipo y el otro equipo se va a desarrollar acá con ingenieros locales, porque no hay antecedentes de algo que se pueda comprar en el exterior”, expuso Demaría. Así, a través de la gestión de un residuo que hoy por hoy estamos enterrando, se generan oportunidades de trabajo a nivel local, puntualizó.

Actualmente, Arenas de Vidrio está trabajando con un equipo de ingenieros uruguayos en el diseño y desarrollo del equipo con el objetivo de producir la arena de vidrio filtrante sobre fin del 2023.

Demaría añadió: “El paso siguiente será la puesta en marcha de un proyecto piloto en escala real con la Fundación Latitud del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU). Se hará un seguimiento del filtro cargado con arena de vidrio filtrante durante todo su ciclo de vida para medir su eficiencia”.

Foto: Arenas de Vidrio.

Otra de las novedades de Arenas de Vidrio es que lograron un convenio con la Intendencia de Florida para impulsar el reciclaje de residuos de vidrio con el fin de crear baldosas y bloques que se usarán en el departamento. Según informó la comuna de Florida, se han distribuido 15 contenedores exclusivos para la recolección de botellas y bollones de vidrio en distintos puntos de la ciudad de Florida.

“Es un proyecto conjunto: Arenas de Vidrio proporciona los contenedores a la Intendencia y esta los distribuye y hace toda la recolección”, expresó Demaría. Además, agregó que estos recipientes se dispusieron de tal forma que no quedaran en la vía pública y que estuvieran bajo supervisión de alguna persona que pudiera indicar cómo deben depositarse los envases.

El proyecto es totalmente circular: “Ellos traen los envases y el mismo peso que entregan en planta se los devolvemos en arena que luego utilizan en el propio territorio donde se recolectó el residuo”. De hecho, el producto final es destinado a la dirección de Desarrollo Sostenible para la elaboración de baldosas y bloques del departamento.

Arenas de Vidrio también participó en talleres de educación ambiental en algunos centros educativos de Florida. “Los chiquilines son los que después impulsan al adulto para que adopte determinados hábitos”, sostuvo Demaría.