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El Feng Shui es una filosofía china de más de 3.500 años que busca acumular la energía positiva, atraer el dinero y el bienestar al hogar. Desde tiempos inmemorables, se utiliza para canalizar la energía y encausar los propósitos de las personas.

Según plantea esta técnica, se puede atraer buena suerte y fortuna con sencillos cambios y acciones. El arroz es uno de los productos más usados en ese sentido, ya que se lo considera un objeto conductor, y para llamar a la prosperidad se recomienda siempre tener cerca algunos granos.

En este caso particular, se recomienda guardar algunos granos de arroz en la billetera, dado que es el objeto que tiene como función trasladar el dinero.

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La gran pregunta es que si a mayor cantidad de arroz que se traslada se incrementa su “poder” de atracción y la respuesta es no. Con un pequeño puñado en la billetera es suficiente para perseguir con este objetivo, ya que la idea es que te recuerde constantemente tus aspiraciones de abundancia respecto a lo económico.

Además, al estar colocado en el lugar donde disponés de tu dinero, cuando quieras hacer un gasto te recordará la importancia de tomar buenas e inteligentes decisiones.

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Por supuesto que esta no es la única recomendación que puede aplicarse del Feng Shui para atraer la buena fortuna y -como se dijo anteriormente- es en el hogar donde se pueden realizar cambios para que la energía fluya y canalizarlas para cumplir con el objetivo. Una de las recomendaciones es mantener el espacio lo más ordenado posible.

Asimismo, tener plantas suma mucho a este objetivo, ya que purifican el aire y brindan energía fresca. Si bien se recomienda tener de cualquier tipo, una de las predilectas es la llamada “del dinero” (o “de la moneda”), a la cual hay que tener cerca de la puerta de entrada de la casa para atraer la fortuna y abundancia.

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En este sentido, hacer un ritual diario de apertura de ventanas -además de purificar el aire del ambiente- ayuda a darle la bienvenida a las buenas energías. Pero, esto solo se debe hacer antes de la puesta del sol y sin abrir la puerta, ya que así como todo lo positivo entra, también puede salir.