Andrea Bonelli: las actrices uruguayas que admira, sus éxitos en TV y su rol en "La noche de los lápices"

La conocida actriz argentina charló con El País donde repasó su trabajo en éxitos de la pantalla chica como "Los Roldán" y "Gerente de familia", así como el drama de Héctor Olivera que está por cumplir 40 años.

Andrea Bonelli.
Andrea Bonelli.
Foto: Carlos Furman

Andrea Bonelli habla con la serenidad de quien tiene varias décadas de escenarios, sets de televisión y cine encima. No se apura al hablar, piensa lo que va a decir, y cada tanto suelta una risa mientras habla por Zoom con El País.

Es que Bonelli es una de esas caras que el público nunca olvida. Para algunos será la recordada Chichita Venegas de Uriarte de Los Roldán, con su francés inventado y esos modismos que traspasaron la pantalla para instalarse en la calle; para otros, la inolvidable Lucía Guerra, que protagonizó Gerente de familia, otro éxito de la televisión de los noventa que fue furor en ambas márgenes del Río de la Plata. Es que lo largo de su carrera, Bonelli ha sabido moverse con la misma naturalidad entre la televisión popular, el cine comprometido y el teatro más exigente.

“El año pasado estuve en el Solís, que es un teatro maravilloso, uno de los más increíbles del mundo”, comenta Bonelli. Se refiere a su visita con la obra Borges y yo, donde no solo actúa, también canta y fue un regalo de la actriz Hanna Schygulla, un verdadero ícono del cine europeo, a quien Bonelli conoció en París.

La pieza ya giró por España, con funciones en Madrid, Toledo y Valladolid, y seguirá creciendo: en 2026, cuando se cumplan 40 años de la muerte de Borges, se prepara una gira más grande que, comenta, podría incluir algunas ciudades de Alemania y otras capitales europeas, lo que la tiene muy entusiasmada.

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Andrea Bonelli en "Borges y Yo". Foto: Carlos Furman.
Foto: Carlos Furman

La actriz recuerda que la propia Schygulla estuvo presente en el estreno en Madrid. “Fue muy fuerte para ella también. Para alguien que estuvo siempre en el centro de la escena, correrse y dejar que otra lo lleve adelante es un acto enorme de generosidad. Entre actrices, entre colegas, fue un encuentro hermoso, más allá de las diferencias generacionales y culturales”.

Claro que en televisión, es donde Bonelli consiguió un estatus de figura indispensable. Fue parte de varios éxitos que marcaron a varias generaciones. Uno de los más recordados, sin dudas es Gerente de familia, pero también su personaje de Chichita en Los Roldán se transformó en un fenómeno de popularidad. “Ese personaje arrancó con algunas frases en francés que yo improvisaba y que después los guionistas empezaron a incorporar en los libros”, comenta entre risas. “Fue creciendo en ese ida y vuelta que se da entre actores y autores. Y terminó siendo masivo. Los Roldán fue un fenómeno impresionante en Argentina”.

Claro que éxitos así ya no se hacen, porque reconoce que la televisión ya no es la misma. “En aquella época había ficciones con 30 o 35 puntos de rating. Hoy ya no existe. Todo se volcó a las plataformas, pero finalmente no hubo tanta producción como se esperaba. Hay proyectos muy buenos, sí, pero no en la cantidad que este país solía generar. La tradición de la ficción argentina era enorme. Ahora la energía está más puesta en el teatro, donde sigue habiendo una oferta impresionante en Buenos Aires y el público responde”.

Entre otros hitos de su carrera, Bonelli recuerda La noche de los lápices, que el año próximo cumplirá 40 años. Ese drama de Héctor Olivera estrenado en 1986 fue una de sus primeras películas, y de las primeras en abordar un tema tan sensible como la dictadura argentina. “Era todo muy fresco: la democracia había vuelto apenas en 1983. Para muchos fue un antes y un después, porque recién estábamos conociendo la dimensión del horror que se había vivido. Yo interpretaba a una detenida embarazada (Moni) a la que le expropian el bebé. Fue muy duro. Recuerdo que investigué muchísimo, pedí documentos en la Asamblea de Derechos Humanos. El nivel de crueldad al que puede llegar el ser humano es algo que todavía me impacta”.

La actriz conecta aquella experiencia con el presente: “Lamentablemente no aprendimos. Hoy seguimos presenciando genocidios en tiempo real, en las redes, en televisión. Es terrible que pase y que no haya intervenciones. A esta altura, no es por el bien de unos u otros: es por el bien de todos”.

Amistades fuera del set

Bonelli también comenta la importancia de la camaradería en un medio que suele hablar más de la competencia que de las amistades entre los famosos. Prueba de eso es una foto que compartió en sus redes sociales junto a otras icónicas actrices como Patricia Goyeneche y Cecilia Roth. “Tengo muchas amigas en el medio. Cecilia o la querida Pata, son unas, porque ese mito de que las mujeres somos más competitivas que los hombres me parece injusto. Somos actrices, claro que queremos dar lo mejor, pero los hombres también son competitivos. En mi caso, tengo amistades de toda la vida”.

También destaca a algunas actrices uruguayas que ha visto en escena y admira. Entre ellas Roxana Blanco y Lucía Trentini, así como a las integrantes de la Comedia Nacional. “Uruguay tiene actrices maravillosas. A veces cuesta reconocerlo, pero están ahí, con un talento enorme”.

Más allá de las idas y vueltas de la industria audiovisual en Argentina, Bonelli se mantiene en plena actividad. Alterna temporadas en Buenos Aires con giras internacionales y no descarta que el espectáculo siga mutando en nuevas versiones, y un regreso a Montevideo con Borges y yo. “Este proyecto es una joyita. Me sigue conmoviendo y sorprendiendo. De alguna manera me tomó a mí, no es solo que yo lo llevo: el espectáculo me lleva también”.

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