Redacción El País
Yanina Kesman visitó Marca Registrada, el programa de Leo Hernández en Ola Stream, y habló de su presente como instructora de yoga, su salida de los medios y el peso de ser hija de Alberto Kesman. La charla comenzó en el lugar donde hoy encuentra calma y propósito: la docencia. “Agradezco a la pandemia porque en ese tiempo me animé a abrir un canal de YouTube, a compartir mis clases, y gracias a eso mi sala se llenó cuando volvió la presencialidad”, contó.
Ese impulso la llevó a cambiar de rumbo a los 40: “Me lancé y tuve que leer las señales del universo que me decían: por la comunicación no, es por este otro lado”. Emprender a esa edad no solo requirió decisión: también organización. Yanina reconoció que su exmarido, Diego Martínez, fue clave en esa transición.
“Me enseñó mucho sobre cómo administrarme. Para mí era un mundo nuevo alquilar un espacio, cuánto cobrar, que me cierren los números. Yo hago todo sola, y él me enseñó a hacer una planilla Excel, que me den los números”, relató.
La salida de la televisión fue el punto de quiebre. Tras el final de Acá te quiero ver (VTV), donde trabajaba con Cata Ferrand y Nelson Burgos, buscó continuidad en los medios sin éxito. En paralelo, había terminado su segundo instructorado y una propuesta inesperada la empujó al siguiente paso: la vestuarista del canal, Vicky González, le pidió clases para ella y un grupo de amigas.
“Empezamos al aire libre, se re coparon. Cuando el programa se levanta definitivamente, ellas alquilan un lugar y sostienen las clases”, recordó. Al principio ni siquiera cobraba: “Me daba vergüenza porque no me sentía muy segura, aunque tenía años de práctica. Empecé a formarme para mí, no para dar clases”.
El peso del apellido para Yanina Kesman
En la entrevista también se refirió a algo que la acompañó siempre: el apellido. Contó que un amigo le preguntó si no sentía que la subestimaban por ser hija de Alberto Kesman. Su respuesta fue directa: “Hoy no me siento subestimada en lo que enseño, al revés, me siento muy valorada. Quizás en los medios no tenía una pasión tan grande por lo que hacía y tampoco pude romper con eso”.
Y agregó una frase que marcó el tono de la conversación: “Cuando tenés algo que te apasiona y la seguridad de que lo transmitís bien, no hay con qué darle, nadie te va a subestimar, porque la gente te elige o no te elige",
Entonces el conductor insistió si ser "hija de" le había jugado en contra en ciertas ocasiones y citó una frase de Claudia Fernández: “Si sos la 'hija de' es porque sos la hija; si saliste de Punta de Rieles, es porque saliste de Punta de Rieles. Excusas hay miles. Si uno se aferra a eso, se va a quedar abajo. Seguridad personal ante todo".
También habló con admiración de su hermano Martín, quien siguió la línea de su padre. “Teniendo una comparación directa con ‘el gigante más grande en la comunicación futbolística’, se animó. Va para adelante y le tengo mucho respeto, porque si a alguien señalaban mucho más que a mí es él, porque hace lo mismo".
"Creo que él está más que a la altura. Hay que tener mucha personalidad y creerse lo que uno hace", agregó.
En otro tramo de la nota expresó que no se arrepiente de nada de lo que hizo en los medios ya que todo lo disfrutó y le sirvió de aprendizaje.
"Tuve la suerte de trabajar en programas que siempre fueron exitosos. En Canal 12, Esta boca es mía sigue al aire, arrancó en 2008. Verano Perfecto fue exitoso también. Quizás en VTV, con Acá te quiero ver, no tuvimos la suerte de tener continuidad pero ese programa extrapolado a un canal un poco más heavy hubiera sido exitoso, porque Cata Ferrand es de las mejores comunicadoras que hay", expresó.