Este fin de semana, el Teatro Solís será sede de la edición 14 del festival Música de la Tierra, que incluirá recitales, talleres y charlas en sus diferentes salas, así como una serie de shows gratuitos en la explanada del teatro. Es la apuesta más grande del proyecto que inició en 2011 en Jacksonville, y que recorrió lugares como el Auditorio Nacional del Sodre, el Parque Roosevelt y el Museo Atchugarry.

“Es la primera vez que Música de la Tierra llega al corazón de la ciudad”, comenta su director, el también periodista Diego Barnabé. “El festival tiene un vínculo muy especial con el patrimonio, no solo con el inmaterial y cultural a través de las músicas, sino también con el patrimonio histórico y arquitectónico. Por eso, la elección del Solís no es casual”.

Los conciertos en las salas Zavala Muniz, Delmira Agustini y Principal tienen entradas a la venta en Tickantel (hay distintos planes de abonos), mientras que los de la explanada serán de ingreso libre.

La apertura será el sábado a las 17:30 con Villazul, el proyecto de música para niños que lidera Fabián Marquisio. A las 19:00, el coro Panambí presentará Bitácora, un espectáculo dedicado a compositoras latinoamericanas.

A las 19.40, la colombiana Marta Gómez se sumará al coro para interpretar una versión colectiva de su canción “Para la guerra nada”. Barnabé lo destaca como uno de los momentos del festival. “También se realizará la lectura de una proclama por parte de Mujeres Activan por la Paz Uruguay, una organización vinculada a un movimiento internacional integrado por mujeres israelíes y palestinas, que buscan presionar a los líderes para detener la guerra en la región”, explica Barnabé.

El cierre de la jornada será a las 21.00 con el grupo candombero La Ventolera.

El domingo, la actividad comenzará a las 17:30 con Encanto al Alma, uno de los grupos más populares en la música local para infancias. A las 19:00, Coralinas, ofrecerá un concierto interactivo en el que invitarán al público a cantar a coro canciones de Mateo y Cabrera. El cierre será a las 20:30 con Mamba Percusión.

El sábado a las 17.00 Melaní Luraschi, artista uruguaya radicada en París, presentará las canciones de su álbum Je Suis Nenette, basado en la historia de Nenette Pepin Fitzpatrick, esposa de Atahualpa Yupanqui. A las 20.00, los argentinos Juan Falú y Marcelo Moguilevsky ofrecerán un recital a dúo de guitarra y clarinete.

Esa jornada también tendrá shows en la sala Principal. A las 18.00, el cantautor argentino Juan Quintero y el escritor Luis Pescetti unirán canciones y relatos humorísticos. A las 21.00, el brasileño Lenine repasará lo mejor de su repertorio en formato de trío.

Al día siguiente, y en la misma sala, habrá tres recitales. A las 16:00, Marta Gómez cantará acompañada por el Trío Ventana, formado por Hernán Peyrou y los hermanos Nicolás y Martín Ibarburu. A las 18.30, el brasileño Yamandú Costa ofrecerá un concierto centrado en el folclore de su país. Finalmente, a las 21.00, la española Silvia Pérez Cruz se presentará junto al argentino Juan Falú en un show que unirá sus obras.

En la Zavala Muniz habrá doble actividad: a las 17.00 actuará el rosarino Jorge Fandermole, y a las 20.00 el turno el Trío Oriental, formado por Hugo Fattoruso, Daniel Maza y Fabián “Sapo” Miodownik.

A todos los conciertos, hay que sumarle la grilla de talleres: serán 40 repartidas en las dos jornadas. La inscripción es gratuita y se realiza en la web del festival; ya hay varios cupos llenos, como el prometedor conversatorio entre Lenine, Alejandro Sequeira y Moriana Peyrou sobre orquídeas, hongos y creatividad.

Entre las actividades para las que aún hay disponibilidad, destacan "Tu cocina con especias", que el cocinero Daniel Alonzo presentará el sábado a las 18.00; "El cuerpo como instrumento", que será el domingo a las 19.00 y se centrará en la percusión corporal; y la inauguración de la muestra La tierra exige: Exilio y regreso de Alfredo Zitarrosa, que ocurrirá el domingo a las 17.00.

De esta manera, Música de la Tierra llega a su edición número 14 con una experiencia que invita a expandir conocimientos. “Vos podés ir para ver a un artista, por un taller o porque te invitó un amigo, y te llevas una sorpresa y descubrís algo”, comenta Bernabé. “Y a partir de ahí resulta que iniciás un camino y te pones a estudiar algo que no esperabas o conocés a un artista. Esa es una de las satisfacciones más grandes que nos ha dado el festival”.