Elton John no solo atraviesa una de las etapas más importantes de su carrera, sino que también logró uno de los desafíos más difíciles después de tantos años: mantener la inquietud. La vigencia, algo que muchos de sus colegas de generación —incluso aquellos más influyentes que él— se aseguraron hace tiempo, sigue siendo una de sus características distintivas. Clásicos como “I’m Still Standing”, “Tiny Dancer” y “Your Song” no solo suenan a diario en radios de oldies, sino que “Lies” musicaliza la previa de la puesta de Dulce pájaro de juventud, de la Comedia Nacional. Y Rocketman (2019), la biopic sobre su vida, lo acercó a una generación que antes solía pasar por alto al hombre de trajes coloridos y lentes extravagantes.

Ahora, cuando se trata de búsqueda musical, Elton John supera a compatriotas como Paul McCartney y los Rolling Stones. Su capacidad para absorber nuevas tendencias y adaptarlas a su estilo sin perder su esencia lo mantiene, a los 78 años, como un artista creativo e inquieto.

Siempre atento a los nuevos movimientos musicales, desde julio de 2015 conduce un programa semanal en Apple Music titulado Elton John’s Rocket Hour. Su lema lo resume todo: “Música que conocés, música que no conocés y música que deberías conocer”. Allí combina clásicos como de Elvis Presley y Dusty Springfield con descubrimientos recientes, entrevista a artistas emergentes como Surfaces, Olly Alexander y Rina Sawayama, y comparte su entusiasmo por géneros como el rap, el neo-soul, el R&B y el funk.

El dato no es menor: ese espacio funciona como un laboratorio de curiosidad permanente, y muchas de sus últimas colaboraciones surgieron a partir de ahí. The Lockdown Sessions, su álbum de 2021 grabado en confinamiento, reúne 18 colaboraciones hechas a distancia con una amplia gama de artistas. Aparecen los tres recién mencionados, figuras del rap como Lil Nas X y Young Thug, y estrellas del pop como Ed Sheeran y Miley Cyrus.

Entre todas, destaca la irresistible “Cold Heart”, grabada junto a Dua Lipa y el trío PNAU. Con una base bailable y un collage de fragmentos de “Rocket Man” y “Sacrifice”, se convirtió en uno de los himnos del verano 2022. Alcanzó el número uno en 12 países, acumuló 2.352 millones de reproducciones en Spotify y se convirtió en su mayor éxito. Al año siguiente trató de repetir la fórmula con Britney Spears y una reversión de “Tiny Dancer” titulada "Hold Me Closer". Aunque igualó ese impacto, logró 466 millones de escuchas en la plataforma: una cifra igual de impresionante que sus 48 millones de oyentes mensuales.

Todo sucedió en paralelo a una etapa de repaso y balance. Entre 2018 y 2023 se embarcó en su gira de despedida, Farewell Yellow Brick Road, que no solo incluyó 330 shows, sino que se convirtió en la tercera más recaudadora de la historia. En 2019, además, publicó Yo, una autobiografía imprescindible en la que repasa su carrera y analiza con honestidad sus adicciones, su bulimia y su intento de suicidio.

Esa reconstrucción de su pasado se extendió con Rocketman, protagonizada por Taron Egerton, que le dio a Elton el Oscar a mejor canción original, y luego con el documental Never Too Late, estrenado el año pasado en Disney+, que mezcla imágenes de archivo con entrevistas y un detrás de escena de su última gira. El combo se completa con El show de despedida, también en Disney+, que registra su show de 2022 en el estadio de los Dodgers, en Los Ángeles. Allí participan artistas como Kiki Dee —con quien había grabado “Don’t Go Breaking My Heart” en 1974—, Dua Lipa y Brandi Carlile.

Con esta última, que se hizo fama en el terreno del folk-rock y fue parte del supergrupo The Highwomen, había interpretado la canción principal de Never Too Late, por la que recibió una nominación en los últimos Oscar como mejor canción original. La experiencia fue tan fructífera que Elton le propuso hacer un álbum a dúo. “Si hubiera hecho otro disco de Elton John, me habría matado”, dijo, con una carcajada, en una entrevista con Apple Music. “Necesitaba a Brandi, su talento, su energía, su humor y su pluma brillante”, aseguró.

En tres semanas, los artistas le dieron forma a Who Believes In Angels?, un álbum luminoso que demuestra que Elton sigue teniendo espacio para nuevas sorpresas musicales. El álbum abre con dos homenajes a leyendas del pop queer: Laura Nyro y Little Richard, pero se trata de un trabajo colectivo que mezcla el ímpetu melódico de Elton con la sensibilidad folk de Carlile. En canciones como “The River Man” o “Someone to Belong To”, sus voces se entrelazan para fusionar el rock pegadizo con delicadas armonías folk, mientras que temas como “Swing for the Fences” celebran la autenticidad y las diferencias.

Estructurado como un vinilo clásico —con tapa a cargo de David LaChapelle—, el disco cierra cada cara con un tema en solitario. Carlile canta sobre la maternidad y el paso del tiempo en “You Without Me”, mientras Elton repasa su vida con melancolía y gratitud en la balada “When This Old World Is Done with Me”. “He sentido compasión y silencio, manos que me ayudan y me guían, / Felicidad e ira desde el día en que nací”, confiesa.

“Estaba de mal humor cuando empecé a hacer el disco. Muy cansado", admitió. Pero la energía de Carlile, asegura, fue justo lo que necesitaba. Y el resultado confirma que no pierde el impulso: a los 78 años, su motor creativo sigue siendo la inquietud, esa que lo motiva desde el inicio de su carrera.