Redacción El País
Scarlett Johansson tenía 13 años cuando fue seleccionada para ser parte del elenco de El hombre que susurraba a los caballos, dirigida y protagonizada por Robert Redford en 1998. Su papel como Grace MacLean, una adolescente que sobrevive a un accidente y debe reconstruir el vínculo con su madre y su caballo, marcó su primer gran protagónico.
El proceso de audición fue largo. “No podía creerlo. Estaba impactada y también hubo una sensación de alivio porque había sido un proceso de audición muy largo que no podía ni imaginar”, recordó recientemente Johansson en una entrevista. A su edad, ya era consciente de las exigencias del personaje y del entorno de trabajo.
“Ayudó que el personaje fuera tan dramático e intenso. Era algo con lo que podía relacionarme, siendo de mi edad. Ella está como muy frustrada porque sus padres no la están escuchando realmente y fue fácil para mí meterme en el papel. Lo que fue más difícil fue crearlo. Bob y yo tuvimos que trabajar, poner diferentes ideas y combinar nuestras ideas para crear al personaje, para crear a Grace”, explicó.
Durante el rodaje, Redford funcionó como una guía. “Antes de cada escena, él me contaba la historia para ayudarme a encontrar mi lugar en la película”, dijo Johansson. Las conversaciones entre ambos definieron muchos de los gestos del personaje, y fue el propio director quien la alentó a “probar a ser ella misma” como forma de encontrar un tono verdadero en la interpretación.
Johansson también recordó su vínculo con Kristin Scott Thomas, quien interpreta a su madre en la historia. “Kristen y yo no nos conocíamos muy bien. Fue como, ‘Hola, soy Kristen, encantada de conocerte’, ‘Hola, soy Scarlett, encantada de conocerte’, y luego, sabes, un par de horas después estábamos haciendo una escena juntas. Así que fue muy rápido y ayudó con ese desapego entre los personajes de Annie y Grace y esa especie de sensación de incomodidad”.
Esa distancia inicial entre ambas actrices aportó al desarrollo de los conflictos familiares que plantea la película. La construcción del personaje, sumada a la dirección precisa de Redford, permitió que Johansson sostuviera el eje emocional del filme. La crítica y el público lo leyeron como el inicio de una carrera que no tardaría en consolidarse.
Con los años, Johansson identificó aquella experiencia como un punto de inflexión. Las semanas de rodaje y el trabajo codo a codo con Redford le marcaron una forma de acercarse a la actuación que aún conserva.
-
Sydney Sweeney hizo una campaña publicitaria de jeans y se desató un escándalo que llegó hasta la Casa Blanca
De qué murió Kelley Mack, la actriz de "The Walking Dead"; tenía 33 años y padecía una grave enfermedad
Un héroe de Hollywood ahora quiere hacer reír: vuelve como protagonista del revival de "La pistola desnuda"