Messi: su fanatismo por los mates uruguayos, la noche que salvó a Darín y la estampita que lo hizo llorar

Redacción El País
Agarró la pelota al mismo tiempo que empezó a caminar, y basta ver los videos de cuando tenía tres o cuatro años para advertir que sería el número uno del mundo. Lionel Messi dio sus primeros pasos en Newell’s, el club de su Rosario natal, con apenas siete años, y por ese entonces su director técnico le regalaba un alfajor triple por cada gol que hacía.

Repartió golosinas hasta el hartazgo: marcó más de 200 tantos hasta que a los 12 partió rumbo a Barcelona, el club que se ofreció a pagar el costoso tratamiento hormonal que requería por una enfermedad que afectaba su crecimiento. Llegó a La Masía siendo un niño, y su compañero Gerard Piqué recordó que era "pequeñito" y casi no hablaba. Nadie imaginaba que iba a llegar tan lejos.

Messi se cansó de levantar trofeos en Europa, ganó ocho Balones de Oro, fue campeón de América con la selección argentina y, finalmente, en 2022 logró cumplir su mayor sueño: levantar la Copa del Mundo.

La historia de amor con Antonela Roccuzzo es un capítulo aparte. Se conocieron de niños en Rosario, y aunque la distancia los separó, volvieron a encontrarse años después. Desde entonces son inseparables y formaron una hermosa familia con Thiago, Mateo y Ciro.

Lionel y Anto también se hicieron íntimos de Luis Suárez y su esposa Sofía Balbi, con quienes compartieron años en el Barcelona. Hoy ambos futbolistas militan en el Inter de Miami, y recientemente sorprendieron al anunciar la creación de su propio club en la C de Uruguay, el Deportivo LSM.

Este ídolo y símbolo mundial cumple 38 años este martes, igual que Román Riquelme, Juan Manuel Fangio y Ernesto Sabato. Por eso, te contamos cinco curiosidades del astro argentino que quizás no conocías.

Una mañana de domingo, Federico Bresciani recibió un mensaje inesperado: “Hola, soy Leo, me recomendó Otamendi. ¿Te puedo encargar un mate?”. Así inició una especial relación entre el astro del fútbol y Bresciani Platería, una firma uruguaya que fabrica artesanías en plata y oro.

El primer mate de Messi fue un regalo de Suárez, personalizado con el escudo del Barça, la bandera argentina y los nombres de su familia. A Leo le gustó tanto que encargó nueve más para amigos y allegados. “Me deja contento porque encontró que es un lindo regalo”, contó orgulloso Federico Bresciani a El País.

Tras la consagración en Qatar 2022, el uruguayo le envió una bombilla con las tres estrellas mundialistas. Messi la recibió y agradeció el gesto. Poco después le encargó otro mate y aprovechó que estaba concentrado en Argentina para dárselo en mano. Charlaron 15 minutos y se sacaron una foto. Le costó controlar la euforia: “El momento del abrazo y la foto fue inolvidable. Me fui pleno”, cerró.

Desde que empezó a brillar en las canchas, Messi mantiene un ritual inquebrantable: cada gol que marca va dedicado a su abuela Celia. La señala con los dedos hacia el cielo, en un gesto íntimo y lleno de emoción. “Fue muy especial, me cuesta hablar de ella hasta el día de hoy”, confesó a Infobae.

Celia fue quien lo llevó por primera vez a jugar al fútbol. Lo hacía con él, sus hermanos y primos: “Éramos una familia que iba siempre al club de barrio. A ella le encantaba estar ahí”, dijo.

Messi tenía 11 años cuando ella falleció, y esa pérdida lo marcó a fuego: “Sufrí mucho porque éramos muy pegados, pasábamos muchas horas juntos. Fue un amor muy grande”, recordó, quien no deja de homenajearla nunca.

Durante una entrevista con Andy Kusnetzoff recibió una estampita de “San Messi” creada por Tomás Braham, un fanático fallecido en 2020. Su esposa Juliana quiso cumplir su deseo y que la imagen le llegara al ídolo.

Kusnetzoff se la entregó y Messi lloró de emoción: “Seguro que él me vio levantar la Copa desde algún lado (...) Tengo muchos seres queridos que no llegaron a verme campeón, pero sé que lo disfrutaron igual”.

Agradeció el gesto, saludó a Juliana por Zoom y cerró con humildad: “Sé que hay millones que hicieron locuras por mí y no siempre me llega todo. Gracias por tanto cariño”. Conmovido, escuchó la oración del “Messi nuestro” y sonrió: “Es un montón”.

Ricardo Darín sorprendió con una anécdota poco conocida sobre Lionel Messi. En una entrevista en El Hormiguero, recordó la vez que el futbolista lo “rescató” en una noche fría en Barcelona. “Nos salvó. Me llevó al hotel porque no había ningún transporte. Era pleno invierno, un martes o miércoles, no había un taxi ni nadie en la calle. De golpe apareció él y nos rescató”, relató.

Darín recordó que había defendido a Messi en una radio ese mismo día y un periodista lo acusaba de hacerlo solo por amistad. “Lo curioso es que iba con la chica de prensa que me acompañaba por la avenida, y justo en ese momento, escuchamos: ‘¡Ricardo!’. Era Messi. Ella me miró como diciendo: ‘esto es una brujería’”, relató entre risas.

En otra entrevista con la revista francesa So Foot, Darín recordó que la amistad surgió mientras hacía teatro en Barcelona y Messi iba con su familia a verlo. “Desde entonces hemos ido muchas veces a comer juntos”, dijo.

Cuando era niño, en Newell’s, Messi tenía un curioso incentivo para hacer goles. Carlos Marconi, encargado de la escuelita del club, le prometió un alfajor por cada tanto que convirtiera. La Pulga, que ya marcaba tres o cuatro por partido, quiso más: si hacía un gol de cabeza, el acuerdo valía doble.

“Gambeteaba a todos, llegaba al arco y la levantaba con el pie para hacer el gol de cabeza y me decía ‘dos’ mientras yo lo miraba”, contó Marconi a TN Deportivo.

Lo más tierno era lo que venía después: antes de comer el suyo, repartía dulces entre sus compañeros. “Me tironeaba del pantalón y me decía: cuatro, cinco... Pero primero le daba a los demás. Le decía: ‘te doy otro, no por goleador, sino por buena persona’”.