Jimena Sabaris: su pasado en la cumbia cheta, cómo fue trabajar con Juan Darthés y las crisis de pánico

Redacción El País
Dio sus primeros pasos en el modelaje con apenas 16 años. Se anotó junto a un grupo de amigas en una agencia por pura diversión, pero tenía pasta para eso: quedó seleccionada en su primer casting. Ese hecho marcó un quiebre para Jimena Sabaris, que decidió formarse en comedia musical y luego estudiar teatro, una disciplina que nunca abandonó, aunque la vida la fue llevando por otros caminos.

En tiempos de furor de la cumbia cheta, cantó en Tocama y, unos diez años atrás, dio el salto a la televisión gracias a su amor por los animales. Se presentó a un casting para el segmento "Mascoteros", en Buen día Uruguay (Canal 4), y desde entonces no se fue más de esa pantalla. Luego pasó a hacer móviles hasta que, tras la salida de Soledad Ortega, asumió la conducción.

Antes había participado en la recordada serie Dance!, protagonizada por Isabel Macedo y emitida por Canal 10, lo que le abrió la puerta para ser convocada por los productores de la telenovela argentina Dulce amor.

Actualmente conduce 8AM, Zoom Internacional y Bake Off Famosos, todos por Canal 4. El 26 de octubre cumplió 36 años, y por eso te contamos cinco curiosidades que quizás no conocías sobre la actriz y comunicadora.

En tiempos en que la cumbia pop causó sensación, Sabaris formó parte del conjunto Tocama, junto a Belén Blanco y Federico Goyeneche, con producción de Diego Sorondo. Grabaron el tema “Hay que celebrar”, con participaciones de famosos como Maxi de la Cruz, Noelia Pompa, Valeria Lynch, Rafa Cotelo, Martina Graf, Fede Paz y Álvaro Navia.

Tocaron en distintas fiestas y eventos, y la comunicadora disfrutó la experiencia mientras duró: “Para mí subir a un escenario es fundamental en la vida, sea a actuar o cantar. Lamentablemente terminó, pero me queda la experiencia, que fue muy gratificante”, dijo a Sábado Show.

Recordó en PH (Canal 4) un episodio que la marcó años atrás. Estaba estudiando para un parcial sin parar, dormía cinco horas por día, y su cuerpo le pasó factura. De un segundo al otro, quedó rígida e inmóvil. Su madre estaba en casa y pudo gritarle: “Mamá, no me puedo mover”. Ella y su hermano la ayudaron a acostarse mientras llegaba la emergencia. Le dieron medicación y logró tranquilizarse.

Más tarde, con su psicóloga, confirmó que había sufrido un ataque de pánico. Había tenido episodios similares de adolescente.

“Fue una lección. Aprendí que no se puede abarcar todo a la vez y a priorizar. No sabía tener tiempos muertos”, confesó. La maternidad fue otro quiebre. Con Lorenzo le pasó de todo: tuvo cólicos, problemas para dormir y una lactancia complicada. La privación de sueño -el bebé se despertaba cada media hora y ella dormía dos horas por noche- afectó su salud mental: “Me sentía con depresión. Pensaba que iba a chocar manejando. Por más de que tengas ayuda, una es la que pone el cuerpo”, dijo.

Foto: captura de pantalla

Después de su rol como villana en la serie Dance! (Canal 10) en Uruguay, mantuvo contacto con los productores y cuando empezaron a rodar Dulce amor en Buenos Aires la convocaron para un rol pequeño. “Era buenísima la experiencia. Viajaba cada vez que me llamaban. Debí instalarme allá, pero en su momento opté por dejarlo”, dijo a El País.

En la ficción coincidió con Juan Darthés y si bien no compartieron escenas, su impresión entonces fue positiva: “Era macanudo”. En Vamo arriba (Canal 4) se refirió al acoso de Darthés a Calu Rivero: “En la fiesta de fin de año todos pensaban que ella se había ido porque no estaba conforme y la sensación era: ‘qué mal Calu’. Fue un feo momento porque no le quedó otra que irse y se hacían chistes con la situación”, se sinceró.

Luego añadió: “Siendo tan público y querido él en su momento, me pongo en el lugar de ella y no le quedó otra que escapar. Por suerte ha cambiado mucho y hoy es diferente”.

Se metió en los medios por su faceta de artista -estudió comedia musical en la escuela de Luis Trochón-. Dio sus primeros pasos como actriz en la recordada serie Dance!, pero fue su amor por los animales lo que la llevó a Buen Día Uruguay (Canal 4). Entró tras un llamado para hacer un segmento de mascotas, luego la probaron como movilera y pasó a piso cuando se fue Soledad Ortega.

Mientras tanto, estudió Comunicación en UTU para prepararse. En diálogo con Sábado Show contó que ama los animales, tiene varios gatos y es vegetariana, al igual que su padre. “A lo mejor es genético. Un día decidí que comer carne va en contra de lo que siento. Me cambió el cuerpo y lo recomiendo”, dijo.

Es tan fanática que se tatuó el símbolo de las Reliquias de la Muerte junto a su prima. “Vi la primera película a los 12 años y quedé en shock”, contó a Sabaris a El País. Desde entonces se compró todos los libros, leyó el primero siete veces y perdió la cuenta de cuántas veces vio las películas. Incluso se sabe los diálogos de memoria.

En su biblioteca guarda ejemplares de publicaciones sobre J. K. Rowling sin leer, porque cada vez que tiene dinero compra algo alusivo a Harry Potter: “Algún día los voy a leer”, dijo en Algo contigo (Canal 4). También hizo móviles para Buen Día Uruguay disfrazada de personajes de la saga y cumplió el sueño de visitar Universal, en Disney.