Se fue el Mundial: Valentín Soca se midió con la élite en la final del atletismo en Tokio; cómo le fue

Redacción El País
El Estadio Olímpico de Tokio fue testigo este domingo de un evento que tuvo a un único representante sudamericano en acción: la final de los 5.000 metros del Mundial de Atletismo.

La carrera cerró con el oro del estadounidense Cole Hocker, quien tuvo un registro de 12:58.30, seguido por el belga Isaac Kimeli, que marcó 12:58.78 y logró su mejor marca personal de la temporada. El podio lo completó el francés Jimmy Gressier, quien cronometró 12:59.33.

Para Uruguay, la final tuvo un protagonista: Valentín Soca, que no solo se ganó un lugar en la prueba decisiva, sino que además vivió su primera experiencia mundialista entre los mejores corredores del planeta.

Esta vez, el riverense quedó algo relegado del pelotón y culminó en la decimoquinta posición, con un tiempo de 13:34:35, solo por delante del británico George Mills que cerró la clasificación.

Foto: Sebastián Lasquera.

La actuación del uruguayo en Tokio venía precedida por la gran serie del viernes, en la que se metió entre los ocho primeros de su tanda con un tiempo de 13:14.80. Esa carrera, más lenta en comparación con la otra llave de clasificación, lo obligó a ser inteligente: eligió esperar, no desgastarse y rematar en el momento justo. La estrategia le permitió alcanzar el objetivo más soñado: estar en la final por las medallas.

Aunque el resultado final lo dejó en la penúltima colocación, Soca cumplió con creces en su estreno mundialista. No solo se midió de igual a igual con atletas de la élite, sino que además marcó un camino a seguir para el atletismo uruguayo, que encontró en él a un representante joven y con ambición.

El estadounidense Hocker, con su tiempo inferior a los 13 minutos, confirmó la vigencia de Estados Unidos en las grandes pruebas de este estilo. El belga Kimeli firmó la mejor actuación de su vida, y Gressier puso a Francia nuevamente en un podio mundial de resistencia. Soca, en tanto, se llevó una experiencia que difícilmente olvide: su nombre ya quedó anotado en el listado de finalistas de un Mundial.