Redacción El País
Para Javier Méndez haber llegado a Peñarol es más que especial porque significa jugar para el equipo del que es hincha y, después de una promesa y una ofrenda ya cumplidas, decidió seguir rindiendo tributo a la gran temporada 2024, en la que ganaron el campeonato uruguayo, con un tatuaje.

La fe mueve montañas y el surgido de las juveniles de Racing había hecho un juramento si el aurinegro se consagraba como el mejor equipo de Uruguay la temporada pasada.

Tras haberlo logrado, Méndez pedaleó más de 100 kilómetros y se fue en bicicleta hasta la capilla de San Cono, en Florida, donde dejó una camiseta de suya con una firma como ofrenda.

Méndez no dudó cuando Ignacio Ruglio lo llamó para que fuera a jugar a Peñarol a pedido de Diego Aguirre. Fue una de las apuestas del entrenador y salió rotundamente bien. La Fiera colocó al futbolista, que venía jugando de volante interno, como zaguero y fue una de las revelaciones en la gran temporada del equipo aurinegro que llegó a ls semifinales de la Copa Libertadores.

Para Javier Méndez, que contó en entrevista con Ovaciónque en 2024 se recibió como entrenador profesional, la pasada temporada fue más que especial y, ya en 2025, decidió seguir rindiéndole tributo.

Este miércoles, el futbolista aurinegro sorprendió con un nuevo tatuaje en el entrenamiento del equipo en el Campeón del Siglo.

"No está curado, hermano, todavía", le dijo Méndez a quien estaba filmando para las redes sociales de Peñarol que compartieron la copa del campeonato uruguayo que el jugador se tatuó en su pantorrilla derecha.