AFP
La UEFA abrió un proceso disciplinario contra el entrenador de la AS Roma, el portugués José Mourinho, por haber insultado a Anthony Taylor, árbitro de la final de la Europa League que perdió ante el Sevilla.

En un vídeo grabado en el estacionamiento del estadio, el técnico portugués llamó en varias ocasiones a Taylor una "p... vergüenza, es una p... vergüenza". Esto fue considerado como un "comportamiento incorrecto" y es castigado por el reglamento de la UEFA con una suspensión, que además podría ir acompañada de una multa o un "trabajo de interés general al servicio del fútbol".

En un partido especialmente tenso, el árbitro distribuyó hasta 13 tarjetas amarillas, siete de ellas a jugadores de la Roma, y se jugaron en total más de 25 minutos adicionales debido a las numerosas interrupciones.

Según la organización inglesa de árbitros PGMOL, Anthony Taylor y su familia además fueron "acosados e insultados" por aficionados de la Roma en el aeropuerto, hechos no tenidos en cuenta por la UEFA, cuyas competencias no sobrepasan los límites del estadio.

La UEFA, no obstante, "condena con fuerza el comportamiento violento" hacia el árbitro y su familia tras unos incidentes que llevan a la instancia "a estudiar" cómo mejorar la seguridad de los árbitros "en colaboración con la policía local y la seguridad aeroportuaria", indicó un portavoz de la institución a la AFP.

Los procesos disciplinarios de la UEFA apuntan también a los dos equipos por una serie de infracciones más habituales en la escena europea: "invasión de campo, lanzamiento de proyectiles, encendido de bengalas y comportamiento incorrecto del equipo" para el Sevilla, y "lanzamiento de proyectiles, encendido de bengalas, degradación, movimientos de masas y comportamiento incorrecto del equipo" en el caso de la Roma.