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Sebastián Abreu y su fe en la Celeste, la forma de jugarle a Argentina y hasta la decisión que tomaron los dirigentes

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Sebastián Abreu entiende que Uruguay irá al Mundial de Catar
Leonardo Maine

ENTREVISTA

El "Loco" sostuvo que las estadísticas están a favor de Uruguay y remarcó que se ha clasificado a los tres últimos mundiales y jugando mal.

No le provocó ninguna alarma lo que pasó ante Argentina y Brasil, porque recuerda que el grupo celeste que integró vivió momentos de extrema complejidad, donde no alcanzaba con sumar los puntos sino que se precisaban otros resultados. Se basa en las estadísticas para confiar que Uruguay irá al Mundial y está convencido que los jugadores volverán a lograr el objetivo. Sebastián Abreu es claro: “acá hay una base y un compromiso”.

-Cuándo les tocó vivir instancias complicadas en la tabla de posiciones, ¿de qué manera actuaron? ¿Cómo respondieron? ¿A qué apelaron?
-En comparación a lo que se vive ahora, nunca nos tocó vivir situaciones complicadas dependiendo de nosotros. Algunas veces necesitábamos ganar, pero también que se dieran algunos resultados. Y así y todo, con los resultados que podíamos esperar, nos podríamos acercar a la posibilidad, pero sin tener la chance inmediata de estar entre los cinco primeros. Por eso cuando veo la situación de hoy, más allá de que pueda estar la alarma por la forma que se pudo perder, principalmente con Brasil, si lo mirás fríamente y a falta de tan pocas fechas seguís dependiendo de vos mismo. Eso es plus fundamental. Solamente te centrás en tu rival sin tener que andar preocupándote de lo que hagan otros.

“Hay que mantener el aspecto anímico para que un gol no te de desplome. Entender que podés volver a generar chances y empatar”.

-Pero por encima de eso, ¿crees que hay diferencia en lo anímico?
-No, no creo que sea diferente. Lo que viene o hay es mucha charla grupal, hablar de la realidad en la que estamos, ser conscientes de ella. Ser conscientes de lo que hay que mejorar y de lo que hay que seguir haciendo porque siempre alguna cosa buena tenés. Por ejemplo, pensando en lo que pasó en el partido contra Argentina hasta el gol de ellos fue un partido dinámico, intenso, donde generaste chances, lo complicaste...

-Pará, te pregunto de nuevo: ¿Cómo respondieron ante la presión? ¿Qué hicieron para no hundirse o para que el grupo no se cayera?
-Había un grupo homogéneo, de estar un tiempo juntos, habían esas charlas que podía generar el cuerpo técnico por su lado y también las que de manera más criolla tenía el grupo. Ahí no había doble discurso y se iba al hueso para asumir que estábamos mal y que había que tratar de buscar alternativas para poder corregir, para mejorar. No hay misterio. La fuerza grupal y el convencimiento en el potencial del grupo fue lo que fue generando que en momentos adversos nos repusimos y se supo terminar consiguiendo el objetivo. Todas las Eliminatorias que me tocaron en el proceso fueron todas muy complejas, muy dispares de un mes al otro, con rendimientos y altibajos importantes, nunca una regularidad. Y ahora no es nada diferente, pero con la excepción de que a falta de tan pocas fechas Uruguay está con sus chances intactas de clasificación.

“Hemos ido a los últimos tres mundiales estando en peores condiciones, pero sobre todo jugando mal”

-Tabárez y Cavani utilizaron la misma frase: “nadie tira la toalla”. ¿Esa es la señal de fuerza?
-Hay un respaldo de materia prima, de la parte humana, de que hubo partidos malos o no bien jugados o resultados adversos, pero que también hubo de los otros. Hay que entender que el grupo está firme. Y los jugadores son esos. Acá hay una base, están los mejores, salvo alguna excepción que puede ser discutida, el 99% están los que tienen que estar y eso te da tranquilidad de que hay una memoria táctica, futbolística y también un compromiso mayor al proceso en sí por sentirte parte.

El intento de Lo Celso y la desesperación de los futbolistas uruguayos. Foto: AFP.
Coates y Godín levantan a Lionel Messi en el Argentina-Uruguay. Foto: AFP.

-¿Qué es lo positivo que encontraste de Uruguay en los últimos tres partidos?
-Lo que vi de positivo se reflejó en cancha y eso te da la tranquilidad que lo tenemos, porque lo hicimos y lo mostramos, obviamente faltó la finalización en el arco rival. La forma en la que se planteó el partido con Argentina es de dónde hay que agarrarse para entender que pudimos competir, es cierto que nos faltó el detalle más importante, que es el gol, pero ese es el espejo que el grupo tiene que mirar para tratar de mantener esa intensidad, esa concentración y esa competitividad y sobre todo mantener el aspecto anímico, para que un gol no te desplome. Entender que se puede volver a reinsertarse en el juego, podés volver a generar chances, volver a competir y empatar. Creo que lo que se debería atacar es el aspecto anímico de ser combativo a la hora de recibir un gol. Me quedo con eso, porque el partido con Brasil tiene poco análisis de lo que puede haber positivo porque nunca estuvimos en partido. Estuvimos muy apáticos. Cuando digo que precisamos ser combativos en el medio, la palabra combativo para mí es saber interpretar las situaciones del partido que se van generando y si tengo que cortar en una contra es hacerlo como lo aplicó Ecuador contra Uruguay. No estoy hablando de ir a pegar una patada, pegar un codazo. No. Es ser combativo cortando el juego dentro de las reglas que te permite el juego. Porque creo que es una de las partes fundamentales que vamos a precisar contra Argentina por las transiciones rápidas que tienen en ataque y que las ejecutan muy bien.

“El grupo se va a sobreponer y va a conseguir el objetivo primordial de jugar el cuarto mundial consecutivo”

-Ahora que vuelven a pedir agresividad en el medio y menos buen pie, ¿dónde te colocás?
-Lo que se necesita son futbolistas inteligentes que sepan adaptarse a las circunstancias del juego sin modificar su esencia. Si vos tenés un mediocampo fluido, que genera línea de pase, que tiene dinámica utilízalo, aprovéchalo y exprimilos. Pero si no tenés el balón y el partido se presenta para que tengas que utilizar estrategias como normalmente se llama el foul táctico tener la inteligencia para darse cuenta que es necesario. No puede ser que todos los quites los quieras hacer limpiamente o acompañar al volante hasta las inmediaciones de mi área. Eso es un aprendizaje que llega en la madurez del futbolista y en las conversaciones que pueden tener ellos mismos en el mediocampo. Hay que entender que en este tipo de partidos, por los rivales que vamos a enfrentar y sus características a la hora de perder la pelota si podemos hacer presión tras pérdida enseguida para no darle chance de que puedan pensar o, en caso de que avancen, poder cortar lejos de nuestro arco va a ser beneficio para poder recomponernos y estar siempre bien parados. Esa es la inteligencia táctica, pero no es cambiar a otras características. En su momento cuando estaban el “Ruso”, el “Cacha”, el “Tata” y el “Palito” en el medio la inteligencia táctica de ellos era explotar su virtud a la hora de marcar, quitar y después se adaptaban para no andar con pelota y salir rápido para aprovechar a nuestros puntas. Así fueron efectivos. Ahora tenemos el juego, la dinámica, el buen pie, ahora van a tener que enfrentar situaciones de juego en la que habrá que cortar para que no salgan rápido y agruparse nuevamente.

El juego entre Bolivia y Uruguay en La Paz, disputado en 2012. Foto: AFP.
El juego entre Bolivia y Uruguay en La Paz, disputado en 2012. Foto: AFP.

-Además de recibir a Argentina, hay que ir a La Paz. ¿Cómo se suma en la altura?
-Es difícil hacer un análisis de cómo ir a jugar a La Paz sin saber las condiciones y circunstancias que va a presentar el partido con Argentina, porque eso también puede marcar diferentes tipos de estrategias. Más allá de que inevitablemente tenés que contemplar a la altura, la tenés que incluir en la táctica del juego porque tenemos menos recuperación, la pelota corre más rápido, porque hay que tener preocupación de los tiros de larga distancia e independientemente del resultado ante Argentina eso lo tenés que contemplar siempre, pero sí las necesidades o la estrategia de la forma en la que se parará el equipo, en dónde querés posicionarte, pueden modificarse.

“Lo que se dio en torno al cuerpo técnico fue muy mediático. No había pasado nunca en la Selección”

-¿Qué pensaste cuando corrió riesgo la continuidad del ciclo?
-Fue muy mediático y algo que nunca había sucedido. Se dio una situación normal que pasa en los clubes, que nunca había pasado en la Selección. Hubo reuniones de análisis, de evaluaciones y de pedir explicaciones de lo sucedido y evaluar lo que puede venir a futuro. Se utilizó una estrategia que me parece que es positiva. Ese intercambio es una forma de generar una responsabilidad del grupo de entender que hay que modificar, buscar y dar vuelta estas imágenes de los últimos partidos. Más allá de que uno conoce al grupo y sabe que la zona de confort nunca estuvo, desde las autoridades se hizo un sacudón para entender o interpretar de que tienen un liderazgo, una responsabilidad y que están en su derecho de pedir este tipo de conversaciones y este tipo de análisis. No existían, pero no quiere decir que estuviera mal. Creo que fue una apertura muy buena. Le sirve a todos: a los directivos, a los técnicos y a los jugadores.

-Uruguay va al Mundial, ¿te lo dice el corazón o la razón?
-Me lo dicen las estadísticas. Hemos ido a los últimos tres mundiales estando en peores condiciones, pero sobre todo jugando mal. Y peor que ahora. Contra Perú, por ejemplo, jugamos horrible, jugamos peor que este partido que protagonizaron los muchachos contra Brasil. Jugamos los 90 minutos mal, apático, sin vivirlo, contra un equipo eliminado. Acuérdense de aquel partido. Fuimos a Lima con Perú eliminado, no vibramos. Y estuvimos a minutos de quedar eliminados, porque Ecuador empata creo que a los 83’ y eso nos da vida a nosotros. Entramos al vestuario y creímos que estábamos eliminados y todos teníamos la toalla en la cabeza. Y ese gol de otro rival nos dio vida. Y mirá que fue duro. Llegamos a Montevideo y en el camino al Complejo había un cartel en una fábrica que decía “jugadores vende patria”. Por eso a mí esto no me asusta tanto. Aquel momento fue duro y triste y parecía que se perdía todo. Hoy entiendo que este es un eslabón más de un momento complicado del cual el grupo se va a sobreponer y va a conseguir el objetivo primordial de jugar el cuarto mundial consecutivo.

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