AURINEGROS

La semana había empezado con una mala noticia para Peñarol: Ezequiel Busquets sufrió una fractura en el hueso escafoides del puño izquierdo, por lo que se lo mantendría al menos tres semanas en observación. Sin embargo, los tiempos se adelantaron y ya este viernes el futbolista pasó por el quirófano. Ahora le aguarda una larga recuperación.

El futbolista de 21 años retornó al club desde Marbella —donde estaba a préstamo— para el segundo semestre del año pasado y disputó solo tres partidos con Peñarol: ante River Plate, Sud América y la final del Campeonato Uruguayo contra Plaza Colonia en la que los aurinegros se coronaron campeones. Con la factible partida de Giovanni González (que por cierto aún no se dio al punto que el jugador está entrenando en el club), se esperaba que Busquets tuviera más oportunidades en este 2022. Sin embargo, su lesión apuró las gestiones que Peñarol hacía por reforzar ese puesto y contrató a Matías Aguirregaray.

El hueso escafoides se ubica entre la muñeca y el dedo pulgar y cumple una importante función para asegurar la movilidad y estabilidad en la articulación de la muñeca. Es un hueso pequeño, pero que por su ubicación cuesta mucho sanar cuando se fractura.

De acuerdo a la documentación revisada, la recuperación se hace muy lenta porque el escafoides presenta una irrigación sanguínea deficiente, por lo cual demora mucho en soldar. Es por eso que se inmoviliza la muñeca con yeso o férula y (ya sea con operación o sin ella) la recuperación puede demandar entre cuatro y seis meses.