Redacción El País
"No tengo más que decir que perdón". Con esa frase fue que Federico Valverde se pronunció tras la eliminación del Real Madrid de la Champions League a manos del Arsenal de Inglaterra.

"Gracias a ustedes por estar, por apoyar y creer en nosotros hasta el final. Solo faltó creérnoslo a nosotros que sí podíamos", escribió el mediocampista uruguayo en una publicación de Instagram tras no poder cumplir con la esperada remontada al estilo Merengue.

Los fanáticos del Real Madrid no solo llenaron el Santiago Bernabéu, también las calles, pero el equipo no logró la épica en Champions League en la serie que tuvo al Arsenal ganando los dos partidos para un global de 4-1.

El enfrentamiento ante los Gunners, equipo al que nunca ganó en cuatro encuentros y cayó en tres, es la cuadragésima presencia del Real Madrid en cuartos de final, un récord en la competición. Cortó su racha de doce rondas superadas de forma consecutiva y se quedó afuera por decimotercera vez en cuartos, donde no era eliminado desde 2002 cuando el Mónaco fue su verdugo.

No hubo épica y Valverde no podrá repetir. En semifinales, Arsenal se medirá ante el PSG de Luis Enrique.

El Pajarito jugó los 90’ adoptando dos posiciones y fue de los pocos aprobados por los medios españoles. Fue el bombero del italiano, que lo paseó por el once. En el partido de ida en Londres comenzó jugando en el lateral derecho hasta el ingreso de Lucas Vázquez. El uruguayo controló bien su banda, pero quien más sufrió fue David Alaba con Saka por la izquierda, hasta que en los minutos finales todo el equipo se vio superado con el 0-3.

Para el partido de vuelta, la estrategia de Ancelotti fue a la inversa. Esta vez Valverde comenzó de volante y no fue hasta los 61, cuando salió Vázquez, que volvió a jugar de lateral. En cualquiera de las dos funciones, incluso de volante, el uruguayo estuvo abocado a la tarea de controlar las espaldas de Vázquez de los desbordes de los extremos del Arsenal, Martinelli y Saka, pesadillas para los Merengues.