Está cerca de terminar la novela para Peñarol respecto a la presencia o no de los hinchas de Rosario Central el martes 28 de mayo desde las 19:00 horas en el Estadio Campeón del Siglo en el marco de la Copa Libertadores.

Este miércoles no hubo definición. Se reunieron los consejeros aurinegros, pero no hubo unanimidad respecto al tema —hay distintas visiones sobre lo que hay que hacer— y es por esa razón que decidieron volver a tener una reunión hoy sobre el mediodía, y vía zoom, para terminar de una vez por todas con el tema que ha tenido en vilo al mundo Peñarol.

Los graves incidentes registrados en el Gigante de Arroyito aquel 4 de abril, donde Maximiliano Olivera fue agredido con un proyectil en el rostro que le produjo un gran corte, fue lo que puso en el tapete el tema.

De hecho, el Ministerio del Interior hizo llegar un comunicado a Conmebol informando del “alto riesgo” que implicaba recibir público visitante e Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), manifestó su apoyo a la postura tomada por el aurinegro: “Las condiciones se agravaron y Peñarol quiere minimizar esos riesgos para sus hinchas, la institución y las personas. Estamos hablando sobre (que hay) conocimiento de amenazas; Peñarol ha tomado una postura y la AUF acompaña y apoya”, señaló.

Sin embargo, Rosario Central informó a la Conmebol su deseo de poder jugar con el apoyo de sus parciales y, según fuentes aurinegras, también obtuvo el apoyo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que si el Mirasol no acepta puede tener la potestad de impedir que cualquier club uruguayo pueda trasladar a sus hinchas a Argentina por Libertadores.

En este marco, incluso la Conmebol manejó la hipótesis de fijar el Estadio Centenario, algo a lo que Peñarol se negó. Tampoco está claro de qué monto será la multa que debería pagar si prohibe la llegada de hinchas Canallas. Es probable que se acepte la llegada de 2.000 fanáticos argentinos, pero aún resta una reunión.