Nacional: la efectividad de Álvaro Gutiérrez, los empates que le pasan factura y el manejo de los cambios

El “acá no pasa nada” de Diego Polenta a la salida de la reunión contrastó, de cierta forma, con los gestos y las declaraciones del presidenteAlejandro Balbi. El capitán, que fue el último jugador en irse de la Ciudad Deportiva de Los Céspedes ayer, intentó apaciguar las ánimos dirigiéndose a los dos periodistas que estaban en el lugar de los hechos.

Después de la igualdad a cero contra Plaza Colonia en el Gran Parque Central, y de llegar al quinto empate consecutivo considerando los dos contra Boca Juniors por Libertadores (con eliminación por penales) Balbi convocó a una reunión en el día libre de los futbolistas y sin que gran parte de sus compañeros de directiva supieran de la misma.

“(Vine a) ver qué estaba pasando, la idea era escuchar a los jugadores y escuchar a los entrenadores. (Les dije) que estábamos muy preocupados, que la hinchada está muy preocupada, que el socio también, que el club les da todo. Tuvieron mucha autocrítica, pero lo tienen que demostrar adentro de la cancha”, explicó el titular de los tricolores en la salida de Los Céspedes.

Balbi dijo que no se puso en ningún momento en tela de juicio la continuidad de Gutiérrez aunque les recordó a los jugadores que en esta temporada ya habían cesado un cuerpo técnico -el de Ricardo Zielinski- y que no quería que ocurriera lo mismo.

“Todos sabemos que siempre hay entrenadores que tienen más espalda, que siempre tienen algunos partidos más de consideración, pero el tiempo se agota”, cerró Balbi, sin hablar de “ultimátum” previo al partido con Racing (domingo, hora 18:30), aunque a buen entendedor, pocas palabras...

Gutiérrez está transitando su tercer ciclo como técnico de Nacional. En las dos veces anteriores logró llevar a los albos a levantar la copa del Uruguayo.

En la temporada 2014-2015 el Guti tuvo un 72% de efectividad en puntos, fruto de 25 triunfos, tres empates y ocho derrotas. Número similares fueron los de la campaña 2019, cuando sucedió en el cargo a Eduardo Domínguez, teniendo un 71% de efectividad producto de 26 victorias, siete igualdades y siete caídas.

Los números actuales distan demasiado, ya que desde la llegada de Gutiérrez, Nacional tiene un 56% de efectividad: 11 triunfos, 11 empates y cuatro derrotas. Aunque no perdió mucho, lo que hace ruido son la cantidad de empates registrados. Sin ir más lejos, las tres igualdades del comienzo del Torneo Clausura lo tienen hoy en la parte baja de la tabla, con el aliciente que el primero -Boston River- está solo tres unidades arriba.

En los últimos 10 partidos, Nacional solo ganó tres y uno de ellos fue por la Libertadores (la victoria contra Metropolitanos que le permitió meterse en los octavos). Los otros dos triunfos fueron en el Intermedio: vs. Plaza y Cerro Largo.

Dejando de lado las estadísticas -y que Gutiérrez asumió cinco puntos abajo de Peñarol en la Tabla Anual y ahora está a seis- hay algo notorio: Nacional no está funcionando como equipo. Y en este ítem es donde más se le puede atribuir responsabilidad al entrenador, aunque es sabido que no es el único que tiene culpa en este sentido.

Lejos de ser avasallante contra el último de la temporada y de hacer que el arquero Kevin Dawson prácticamente pase desapercibido, Nacional fue de más a menos y pudo perder en el complemento.

Que Daniel Bocanegra sea el mejor exponente de Nacional en estos tres partidos también habla a las claras de que hay cosas que no están bien en el funcionamiento. Y como tampoco hay individualidades que estén salvando al equipo -como Diego Zabala en su momento- los aspectos negativos quedan en evidencia.

Gutiérrez es el primero que sabe que no hay dos alternativas en la próxima fecha y que, como dijo Balbi, el tiempo se agota. Racing en el Centenario, Cerro en el Gran Parque Central y Boston River en el Parque Artigas pueden marcar el futuro de un equipo necesitado.

Mucho se ha hablado en las últimas horas de la cantidad de cambios que hace Álvaro Gutiérrez, quizás por la confusión del entrenador en la última conferencia de prensa, donde se entreveró y pensó que los había hecho todos. Pues bien, tomando como referencia los 26 partidos oficiales que condujo el Guti, en 11 de ellos realizó las cinco modificaciones, en 12 hizo cuatro variantes y en tres apenas tres, en este caso siempre fue por la Copa Libertadores. Es decir, que en el 88% de los partidos, el DT hizo cuatro o cinco variantes.