Liverpool empató con Plaza Colonia 2 a 2 por la Serie B del Torneo Intermedio y se fue masticando bronca porque dependía de sí mismo para convertirse en el primer finalista del Intermedio: debía ganar para dejar sin chances a Nacional y Cerro, sus inmediatos perseguidores con ocho puntos.

De todas formas, el tricolor cayó horas después 1-0 ante Fénix y se quedó sin posibilidades, por lo que el albiceleste es el único que le puede disputar la cima al negriazul: necesita ganarle este lunes a Deportivo Maldonado (19:00 horas en el Domingo Burgueño) para quedar a dos puntos del líder a falta de tres en juego.

Ni tiempo de pensar dio el partido entre Plaza Colonia y Liverpool. En la primera jugada, antes del minuto de juego, el arquero Sebastián Britos derribó a un rival en el área y el juez, a instancias del VAR, sancionó penal. Christian Ebere fue el responsable de patearlo y lo cambió por gol.

Así, el equipo local arrancó cuesta arriba el encuentro, pero a los 5' ya tuvo su primera chance clara a través de Ruben Bentancourt. Luego, a los 7', volvió a llegar con claridad forzando la reacción del arquero Joaquín Silva.

Foto: Juan Manuel Ramos

Las malas noticias continuarían, en una jugada de ataque a los 11' Ruben Bentacourt, tiró una patada desde el suelo contra uno de los rivales. El árbitro volvió a ser llamado por el VAR y decretó expulsión para el delantero y goleador del negriazul.

A pesar del jugador de menos, el equipo de Jorge Bava se paró en la cancha como protagonista. Plaza se paró muy cerrado en la cancha.

A los 42', Luciano Rodríguez recibió una pelota que mató con el pecho y remató con calidad, para el empate parcial. Sin embargo la alegría duró menos de un minuto, porque atacó con Ebere y Bahía y la mala fortuna hizo que la pelota diera en Federico Pereira y anotara un autogol.

Foto: Juan Manuel Ramos

El complemento arrancó aburrido. Cómodos en su victoria parcial, los de Plaza Colonia cerraron líneas y consumieron minutos como pudieron. Liverpool, obligado a ganar, intentó no desesperarse.

A los 62', Renzo Machado —que había entrado por un amonestado Marcelo Meli— capitalizó una pelota quieta y la mandó a guardar. Así el jugador de 17 años marcó el empate y su primer tanto en Primera División.

El empate le dio un envión anímico a los dirigidos por Jorge Bava que tuvieron la pelota y fueron incansablemente sobre el arco rival. Sin embargo, no alcanzó: tuvo una y otra vez chances, pero no logró ponerse en ventaja y dejó dos puntos.