Carlos Eduardo es fanático de Gremio, vive en Porto Alegre, tiene 36 años y su ídolo es Luis Suárez. “Ya soy un hombre grande pero nunca había visto tan cerca a alguien como Suárez. Es surrealista. Imagina que amas a un club y en ese club hay un jugador de talla mundial que es un campeón donde quiera que vaya.
"Me siento como un niño frente a Suárez” explicó en un portugués que se hace fácil de entender. “Es un jugador fantástico, luchador, que juega con la raza. Es el típico futbolista que nos gusta aquí en el sur del país, pero nunca imaginé que él vendría y que iba a tener la oportunidad de verlo tan de cerca”, comentó.
Carlos Eduardo trabajó durante algún tiempo como portero de un edificio, pero actualmente está desempleado. Igualmente se las ingenia para ir a ver a Gremio con su pequeña hija Catarina, de tres años, que imita los festejos del Pistolero a la perfección. Incluso en algún encuentro fue a trabajar al Arena do Gremio como vendedor de comida y eso le dio la posibilidad de ver al equipo, al menos por instantes, mientras no tenía clientes.
“Tengo guardado el boleto de su presentación en Gremio, también el de su primer partido, y ahora mi sueño es tener en la mano la protección que usa y ponerla en un cuadro. Muchos quieren su camiseta, yo solo quiero obtener la protección que utiliza en su mano”, le dijo a Ovación, y prosiguió al contar una anécdota: “Hubo un partido reciente en el que fue sustituido y tiró su protección al suelo. Quedó en el césped durante 20 minutos y nadie la agarraba, pero el partido seguía. Pensé en saltar y agarrarla, pero no lo hice porque me iban a sacar los guardias y me iban a prohibir el ingreso al estadio. Cuando terminó el partido un trabajador de cancha la agarró y no me la pude quedar”.