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Jorge Barrera apeló a la mística de Peñarol con la contratación de Mario Saralegui

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Jorge Barrera y Mario Saralegui. Foto:Francisco Flores.

TORNEO APERTURA 2020

El artiguense tendrá su tercer ciclo como entrenador: fue seis veces campeón Uruguayo, ganó la Libertadores y la Intercontinental como jugador.

El tercer ciclo de Mario Saralegui al frente del primer equipo de Peñarol fue una apuesta pura y exclusiva de Jorge Barrera. El presidente no dudó y llamó al artiguense para salir de un mal momento deportivo después de cortar el proyecto que lo tenía a Diego Forlán al frente.

¿Qué se busca con Mario Saralegui? Uno de los principales motivos que llevaron al Consejo Directivo a cesar a Forlán fue que el equipo no tenía una actitud acorde a lo que es Peñarol y que eso había quedado evidenciado en varios partidos del Torneo Apertura 2020.

Entonces el cambio de timón llevó al presidente a buscar una figura representativa de lo que es Peñarol, alguien totalmente identificado con la institución y que además esperó 11 años para regresar al club de sus amores.

Lo curioso es que esos parámetros no se tuvieron en cuenta antes de la designación de un Diego Forlán que llegó al club en medio de una revolución institucional que apostaba a modernizar a Peñarol en varias de sus áreas, comenzando por la futbolística.

En poco tiempo, el viento cambió y el presidente también cambió las prioridades luego de que el equipo perdiera con Wanderers y quedara a siete puntos del líder del Torneo Apertura. Barrera levantó el teléfono y llamó a Mario Saralegui. Fue un deseo personal, pero también una necesidad de buscar otro rumbo deportivo, aunque en medio de una temporada atípica que tuvo un parate de cinco meses.

Hoy, el artiguense de 61 años se apronta para comenzar su tercer ciclo al frente del plantel principal y con la espalda ancha porque en sus hombros carga nada menos que seis títulos en el Campeonato Uruguayo como jugador y también una Copa Libertadores y una Intercontinental.

Si bien como entrenador no logró ganar el Uruguayo, las dos veces que tuvo la oportunidad de dirigir sacó al equipo de un mal momento en épocas más críticas que las de ahora en la que el club decidió darle un giro de 180 grados al rumbo deportivo, ya que de un proyecto institucional que tenía a Forlán a la cabeza buscando resultados a largo plazo, el aurinegro pasó a llamar de apuro a un hombre de la casa porque entiende que el equipo necesita un empujón.

Con Mario Saralegui, Peñarol hace una apuesta a la mística y deja de lado un ambicioso proyecto deportivo en medio de la necesidad imperiosa de lograr lo que siempre termina siendo determinante en el fútbol: los resultados.

Jorge Barrera y Mario Saralegui. Foto:Francisco Flores.
Jorge Barrera y Mario Saralegui. Foto:Francisco Flores.

Tres frases de Mario Saralegui

Al asumir en 2006
“Quiero un equipo que contagie. Que el hincha de Peñarol se sienta identificado y que le responda con el aliento que siempre brindó en todo momento al club”.

La renuncia en 2009
“Yo armé este plantel. El responsable soy yo. Como hincha me da mucha bronca perder con Nacional. Creo que lo mejor para Peñarol es que yo dé un paso al costado y no me pidas otra cosa porque esto es así”, le dijo Saralegui a Juan Pedro Damiani en enero de 2009 después de perder el clásico por la Copa Bimbo.

En las redes sociales
“Una de las funciones más importantes del entrenador es organizar al club, liderar el proceso, tener voz de mando. Lógico que hay temas económicos, pero no se festejan balances... Se festejan campeonatos”, publicó en diciembre de 2019.

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